Los Premios Príncipe de Asturias, cuya entrega este año se efectuará el 20 de octubre en la española ciudad de Oviedo, 500 kilómetros al norte de Madrid, se están convirtiendo en galardones cada vez más globalizados y prestigiosos.
Estos premios comenzaron a entregarse en 1980, días después de creada la Fundación Príncipe de Asturias (FPA), cuyo presidente honorario es el heredero de la corona, Felipe de Borbón, su presidente el jefe de gobierno de la comunidad de Asturias, cuya capital es Oviedo, Vicente Álvarez Areces, y su creador y director el periodista Graciano García.
Este año, los premiados son la Fundación Bill y Melinda Gates, en la categoría cooperación internacional, la National Geographic Society, en comunicación y humanidades, el cineasta Pedro Almodóvar, en artes, Juan Ignacio Cirac, en investigación científica y técnica, Paul Auster, en letras, Mary Robinson, en ciencias Sociales, la Selección Española de Baloncesto, en deportes, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en concordia.
García dijo a IPS que el matrimonio Gates no asistirá a recibir el premio pues ha preferido convertirlo en un homenaje a William Gates, padre del magnate del sistema operativo Windows, precursor "del rompimiento de moldes generacionales y acciones filantrópicas", quien estará presente en la ceremonia.
Los Gates han enviado un vídeo de saludo en el que afirman que ese día "será de gran importancia para el mundo", y se han comprometido a visitar Oviedo en noviembre, cuando pronunciarán una conferencia en su Universidad, organizada por la FPA.
En cambio, la directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman, asistirá la ceremonia a recibir el premio concedido a la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre decenas de premiados anteriores se destacan el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, el intelectual y escritor palestino fallecido Edward Said, el músico israelí Daniel Barenboim, el ex presidente ruso Mijaíl Gorbachov, el deportista marroquí Hicham El Guerrouj y la política italiana Emma Bonino.
También el extinto líder palestino Yasser Arafat, el ex mandatario argentino Raúl Alfonsín, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el escritor italiano Umberto Eco, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el científico Stephen Hawking y el Instituto Caro y Cuervo, de Colombia.
Según una encuesta realizada por una consultora española en septiembre, la pregunta de si este premio se ha convertido en uno de los más importantes del mundo, 72,2 por ciento de los interrogados contestaron que sí, 9,1 por ciento que no y el resto que no sabían.
A la pregunta de si el premio exponía la idea de un país que promueve y difunde la cultura y la ciencia, 94,3 por ciento de personas dieron respuestas positivas, 2,8 negativas y 2,9 indefinidas.
Para la ceremonia se han acreditado más de 900 periodistas, representando a 94 medios de comunicación de España y del exterior. "Todo un récord que me hace rememorar los primeros años, cuando apenas venían 20 o 30", comentó García.
Además, este año se superarían los mil millones de espectadores que siguieron en 2005 el acto de entrega en directo por televisión, sin contar a quienes lo hicieron por Internet. Uno de los ya galardonados, el economista británico Anthony Giddens, manifestó que estas ceremonias están entre las actividades culturales más importantes del mundo.
Las nuevas tecnologías se han unido también al trabajo de los jurados, cada uno de ellos integrado por una treintena de personas que, antes de reunirse para adoptar su decisión, intercambian información y debaten a través de una intranet de la FPA.
La Fundación fue creada en 1980 por iniciativa de García, quien contó con la activa colaboración del entonces jefe de la Casa del Rey, el general Sabino Fernández Campos y el apoyo de Juan Carlos I. Cuando se creó la FPA, Felipe tenía solo 11 años y a los primeros actos asistió acompañando a su padre.
Eran entonces los primeros años de la transición española hacia la democracia, que fueron "momentos de alegría y de ilusión que parecían darnos alas y fuerzas para emprender los más grandes sueños", dijo García. Porque "se abría ante los españoles, después de muchos años, la posibilidad de vivir unidos en libertad y en democracia, en concordia, superando viejos desgarros y heridas".
García recordó lo que Miguel de Cervantes Saavedra le hizo decir al Quijote: "Sancho, únete a los buenos y sé tú uno de ellos".
La FPA tiene presente siempre lo que escribió Albert Camus: "No hay un solo sufrimiento, no hay un solo ataque a la libertad en el mundo que no afecte a nuestra libertad y a nuestras vidas", citó García.
Por ello, los jurados son de pluralidad política y social, "apuntando siempre a fortalecer el bien común, la paz, la democracia, la libertad y la justicia social", sostuvo.
¿Podrá el Príncipe de Asturias convertirse en el premio más importante del mundo, superando al Nobel? "Estamos a las doce menos diez o a las doce menos cinco, o sea que falta poco", concluyó García.