El magnate bananero Álvaro Noboa y el izquierdista Rafael Correa disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador el 26 de noviembre, según las encuestas a boca de urna difundidas este domingo al terminar la votación.
Según los sondeos de las empresas Cedatos, Market e Informe Confidencial, Noboa aparece primero con un promedio de 28,5 por ciento de sufragios, y Correa tiene 26,5, mientras tercero se ubica Gilmar Gutiérrez, hermano del ex presidente Lucio Gutiérrez, con 15,5 por ciento de los votos, y en cuarto lugar está el socialdemócrata León Roldós.
Correa dijo a IPS que esperaría los resultados oficiales pues, según su información, había logrado dos puntos más de sufragios que Noboa, y agregó que si quedaba por debajo, se había cometido fraude.
También arremetió contra las empresas encuestadoras, señalando que eran pagadas por los partidos tradicionales.
"Esta es una victoria de la candidatura de la ciudadanía sobre la candidatura de la oligarquía", afirmó.
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Noboa, por su parte, sostuvo que en la segunda vuelta se enfrentarían "dos propuestas diferentes", la suya para el que quiera "que Ecuador sea un país con libertad como Estados Unidos, Chile o España" y la de Correa, "que busca instalar una dictadura como Cuba".
Cuando concurrió a votar en horas de la mañana, Noboa aseguró que, de llegar al gobierno, tendrá "las mejores" relaciones con Colombia y expresó su simpatía por el presidente Álvaro Uribe.
El mandatario colombiano "es liberal, y muchas de mis ideas son liberales, por lo tanto coincidimos políticamente".
Respecto del presidente venezolano Hugo Chávez, el postulante afirmó que no habrá relaciones con Venezuela. No aclaró si se refería a interrumpir los vínculos, aunque en un foro en la campaña electoral, dos semanas atrás, había dicho que "no tendré relaciones políticas ni con Venezuela, ni con Cuba. No soy hipócrita".
Tras emitir su voto, el empresario y varias veces postulante a la primera magistratura se santiguó y exclamó: "¡Hasta la victoria siempre, compañeros!", un saludo tradicional de la izquierda que arrancó sonrisas en varios periodistas.
Correa rechazó las acusaciones de Noboa y sostuvo que "yo no soy comunista y la gente me conoce, lo que sí conocemos es que éstos son unos negreros (explotadores en el trabajo), que tienen (a menores en) trabajo infantil, que evaden impuestos", afirmó.
El postulante volvió a mencionar su amistad con Chávez y prometió que, de resultar ganador, mantendría buenas relaciones con todos los países de la región, incluido Estados Unidos.
No se refirió al vecino colombiano, aunque en la campaña electoral había afirmado que se negaba a declarar "terroristas" a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, como lo hacen el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos y la Unión Europea.
Las primeras declaraciones de los dos candidatos permiten vislumbrar una polarización muy fuerte y un resultado que dependerá mucho de las alianzas políticas que puedan tejer los dos de cara a la segunda vuelta.
Roldós dio a entender que no apoyaría a ninguno de los dos candidatos.
Hay gran expectativa sobre la resolución del movimiento indígena, ya que su candidato, Luis Macas, podría tener cinco por ciento de los votos, un caudal cuyo vuelco sería importante para la segunda vuelta, además de ser el sector social con mayor capacidad de movilización en el país.
Las proyecciones de boca de urna han permitido apreciar que, como en ocasiones anteriores, las empresas encuestadoras volvieron a errar, ya que hasta el sábado colocaban en primer lugar a Correa con 30 por ciento de las intenciones de voto y una diferencia de siete puntos porcentuales sobre su contrincante más cercano, Noboa, en tercer lugar Roldós, con tres puntos menos, y en el cuarto puesto la derechista Cinthya Viteri, con 11 por ciento.
En la segunda vuelta de los comicios de 1996, cuando las urnas se cerraron a las 17 horas, el resultado de las consultas a la salida de los centros de votación efectuadas por las firmas Cedatos, Opción 96 y Telered, daba la victoria con un margen menor a uno por ciento a Jaime Nebot, del Partido Social Cristiano, sobre Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE).
Pero el escrutinio oficial dio el triunfo a Bucaram con casi nueve puntos de diferencia sobre Nebot.
En la segunda vuelta de las elecciones de 1998, el margen estrecho de dos por ciento con que ganó Jamil Mahuad a Noboa, distó mucho de los 20 puntos porcentuales de diferencia que le daban las encuestas 20 días antes de los comicios.
En los comicios de 2002, las últimas encuestas difundidas al público fueron el 30 de septiembre. De acuerdo a la empresa Market, Noboa tenía 17,2 por ciento, el socialdemócrata Rodrigo Borja 15 por ciento, Roldós 11,2, el socialcristiano Xavier Neira 8,4, y Lucio Gutiérrez 8,4 por ciento.
Según esos datos, Informe Confidencial preveía que Noboa recibiría 21 por ciento de los respaldos, Borja 16, y en tercer lugar un triple empate de Roldós, Neira y Gutiérrez, con 10 por ciento de los sufragios cada uno.
Cedatos daba a Noboa 18,6 por ciento y a Borja 14,3, mientras Roldós y Gutiérrez empataban con nueve puntos porcentuales en el tercer lugar, y Xavier Neira tenía ocho por ciento.
El 16 de octubre de 2002, cuatro días antes de las elecciones, Market difundió a la prensa, pero no públicamente, una encuesta según la cual el primer lugar lo tenía Borja con 15,5 por ciento, segundo estaba Roldós con 14,6, tercero Gutiérrez con 12,6, cuarto Álvaro Noboa con 12,4 y quinto Neira con 11,6 por ciento.
Los resultados reales de la elección fueron muy diferentes: Gutiérrez ganó, con 20,73 por ciento de los votos, Noboa fue segundo con 17,4, y Roldós tercero, con 15,4 por ciento.
Más allá de los errores de los sondeos, esa fragmentación se vincula a que Ecuador inició en 1996 una crisis institucional que ha llevado al derrocamiento de varios presidentes en la última década.
El conservador Sixto Durán Ballén (1992-1996) fue el último presidente que terminó su período constitucional.
El populista de derecha Bucaram, líder histórico del PRE, ganó los comicios de 1996, pero no duró ni seis meses en el gobierno, siendo destituido el 6 de febrero de 1997.
El parlamento lo destituyó por "incapacidad mental para gobernar", decretada sin examen médico ni derecho a la defensa.
Su vicepresidenta, Rosalía Arteaga, basada en el derecho constitucional a la sucesión presidencial, reclamó para sí la Presidencia, pero permaneció pocas horas como jefa de Estado.
A Arteaga le sucedió en el cargo el titular del parlamento, Fabián Alarcón, presidente interino entre el 11 de febrero de 1997 y el 10 de agosto de 1998, cuando entregó el cargo a Mahuad, ganador en segunda vuelta al multimillonario Noboa, quien denunció un fraude no comprobado.
Aunque fue elegido para un período de cuatro años, Mahuad gobernó entre el 10 de agosto de 1998 y el 22 de enero de 2000, cuando fue derrocado en medio de una revuelta indígena apoyada por coroneles rebeldes del ejército, entre ellos Gutiérrez, que formaron un triunvirato con pocas horas de vida.
Tras una intervención de la cúpula de las Fuerzas Armadas, a Mahuad lo sucedió su vicepresidente, Gustavo Noboa, quien juró en su nueva función y firmó su primer decreto en el Ministerio de Defensa, y no en el parlamento.
Gustavo Noboa, que gobernó Ecuador entre el 22 de enero de 2000 y el 15 de enero de 2003, cedió la Presidencia a Gutiérrez, ganador en las elecciones de 2002, en las que el millonario Álvaro Noboa volvió a perder en segunda vuelta.