ELECCIONES-ECUADOR: Duro reto para movimiento indígena

El movimiento indígena afronta un severo desafío político al participar en las elecciones de este domingo en Ecuador con su líder histórico, Luis Macas, como candidato a la presidencia, en franca desventaja frente a Rafael Correa, Álvaro Novoa y León Roldós, según las encuestas de cierre de campaña.

Correa recoge en promedio 30 por ciento de la intención de voto en las últimas consultas, seguido de Noboa, con 23 por ciento, y de Roldós, con 19 por ciento, mientras que Macas no logra superar ocho por ciento en la mejor de las mediciones. Para evitar una segunda vuelta presidencial, el ganador debe superar 40 por ciento de los sufragios válidos y sacar 10 por ciento de ventaja al segundo.

La empresa Informe Confidencial, una de las más reconocidas en el país, informó a IPS que su última investigación ubica a Macas con sólo dos por ciento de adhesiones entre los consultados, en tanto que la Corporación Participación Ciudadana lo acerca a tres por ciento y la firma Encuestar lo eleva a ocho por ciento.

Analistas entienden que Macas, si no consigue una buena respuesta electoral, puede hipotecar el prestigio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), como organización, y la capacidad de convocatoria del mayor movimiento social del país y uno de los más importantes de América Latina.

Según la propia Conaie, 35 por ciento de los 12 millones y medio de ecuatorianos son descendientes de los pueblos originarios, aunque en el último censo realizado en 2000 se indica que sólo 11 por ciento de la población se "asume indígena".
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Para los comicios del próximo domingo están habilitados para votar 9,5 millones de ciudadanos, 160.000 de los cuales lo harán en el exterior, donde residen más de 2,5 millones de ecuatorianos. Además de presidente, se eligen 100 diputados nacionales y se renuevan parte de los concejos de ciudades y de los legislativos provinciales.

En el campo del análisis político hay discrepancias respecto de las consecuencias para el movimiento indígenas de una menguada votación. Otros expertos creen que su fuerza social no depende solamente del desempeño electoral, sino de su organización comunitaria y unidad interna.

Para Alejandro Moreano, profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, de Quito, una votación superior a cinco por ciento de los sufragios ayudaría a fortalecer el proceso político y social del movimiento indígena y su alianza con movimientos sociales urbanos.

"La capacidad de movilización indígena no será puesto en duda por el resultado de las elecciones, porque su fuerza radica en la propia organización comunitaria, pero un desempeño muy bajo tendría un efecto simbólico negativo en sectores urbanos no organizados, que han tenido históricamente simpatía por la Conaie", dijo Moreano a IPS.

La última demostración de fuerza de los indígenas fue el levantamiento protagonizado en marzo, que provocó la anulación del contrato entre Ecuador y la compañía estadounidense Occidental Petroleum (también conocida como Oxy), y la suspensión de las negociaciones de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

En las elecciones de 2002, el Movimiento Pachakutik, que representa electoralmente a la Conaie y otros movimientos sociales campesinos y urbanos, apoyó a Lucio Gutiérrez y consecuentemente participó de su gobierno por seis meses desde el 15 de enero de 2003, hasta que se retiró por entender que se había traicionado el programa ofrecido en la campaña.

Macas fue ministro de Agricultura y Nina Pacari, otra dirigente histórica del movimiento indígena, ocupó la titularidad de la cancillería en ese lapso al inicio del gobierno de Guitiérrez, quien fue derrocado el año pasado.

En esta legislatura, Pachakutik cuenta con 10 diputados de los 100 que integran el Congreso unicameral, de los cuales cinco son indígenas.

Según fuentes del movimiento, la aspiración electoral es mantener un bloque parlamentario similar al actual, y superar el cinco por ciento de la votación presidencial.

Correa, quien se autodefine partidario de una "izquierda moderna", elogia al presidente venezolano Hugo Chávez y se manifiesta contrario a un acuerdo comercial con Washington, buscó hasta pocos días antes de la inscripción de las candidaturas el apoyo de Pachakutik, al que le propuso llevar a Macas como candidato a la vicepresidencia.

Sin embrago, Correa no aceptó la propuesta del movimiento indígena de realizar elecciones primarias con voto universal para elegir el orden de la fórmula presidencial.

Blanca Chancoso, una de las dirigentes y fundadoras de la Conaie y actual representante en el Foro Social Mundial en Ecuador, comentó a IPS que las elecciones deben servir para fortalecer la alianza social en el país.

"Lo importante no es ganar sino consolidar un proceso político y social con identidad propia, sin necesidad de ir atrás de un candidato que no es parte de ese proceso y que puede ayudar a fracturarlo, como ocurrió con Gutiérrez", apuntó.

Por su parte, Macas indicó a IPS que la campaña electoral fue concebida como una movilización nacional en defensa de la soberanía y por la nacionalización de la biodiversidad, el petróleo y todos los recursos naturales.

"Nuestra campaña no supera los 50.000 dólares de gasto, y eso considerando el trabajo colectivo de las organizaciones y las comunidades. Otros candidatos han gastado cientos de miles de dólares y no han logrado movilizar la gente ni realizar los actos multitudinarios que hemos hecho nosotros", precisó.

"En todos los actos de las provincias de la Sierra, con alta población indígena, reunimos miles de compañeros y tuvimos el apoyo de movimientos sociales urbanos consolidando la unidad que se fortaleció en marzo durante el levantamiento contra la OXY y el tratado de libre comercio con Estados Unidos", agregó.

La capacidad de movilización del movimiento indígena ecuatoriano había sido diezmada tras su participación en el gobierno de Gutiérrez. Cuando Macas asumió en diciembre de 2004 la presidencia de la Conaie comenzó a recorrer todas las comunidades buscando fortalecer la unidad.

Moreano explicó que las movilizaciones de marzo demostraron que ese trabajo de caminar comunidad por comunidad y la ascendencia de Macas sobre las bases fueron fundamentales para ese levantamiento.

El propio ex ministro de Economía Diego Borja reconoció a IPS que, sin la movilización indígena, el gobierno no hubiese declarado la caducidad del contrato petrolero con Occidental y no hubiese presentado la ley de hidrocarburos que mejoró la participación estatal en la ganancia de las trasnacionales por la explotación del crudo, que pasó de 14 a 50 por ciento.

Si bien Macas es conciente de que es casi imposible de pasar a la segunda vuelta presidencial, se mostró esperanzado en tener un buen resultado electoral, porque los encuestadores no llegan a las zonas rurales donde puede tener una votación importante.

La posibilidad de que Macas y su partido apoyen a Correa en una segunda vuelta electoral todavía no está definida. "En el movimiento indígena las decisiones son colectivas, y será el colectivo el que resuelva", afirmó.

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