DESARME-JAPÓN: Hiroshima y Nagasaki en negativo

La posibilidad de que Japón, único país del mundo que sufrió bombardeos con armas nucleares, posea estas armas de destrucción masiva le despierta recuerdos amargos a Shoji Kihara, un activista por la paz de 57 años que vive en la meridional ciudad de Hiroshima.

"El solo hecho de que Japón lo considere es una terrible para los pacifistas, luego de todas las dificultades por las que pasamos y con las que todavía enfrentamos después que la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima", dijo Kihara en una entrevista con IPS.

Kihara nació luego de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, en 1945. El 6 de agosto, antes de la rendición, Estados Unidos arrojó una bomba atómica sobre Hiroshima.

Más de 140.000 personas murieron en ese ataque, el primero con armas nucleares contra un objetivo civil en la historia. Dos días más tarde, la aviación estadounidense arrojó otra, en la también meridional ciudad de Nagasaki.

Entre quienes fallecieron en Hiroshima figuraban las dos hermanas de Kihara. Su padre murió cuando él tenía cuatro años, por una enfermedad ocasionada con la radiación que continuó afectando a la ciudad y que incluso hoy sigue cobrándose vidas.
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"Luego de experiencias tan horribles, nos estremecemos de miedo e indignación cuando los políticos japoneses manejan la perspectiva de que nuestro país tenga armas nucleares", dijo Kihara, representante del no gubernamental Group for No-Nukes (Grupo contra las armas nucleares).

"Lucharé a la muerte para frenar una carrera armentista nuclear en esta región", agregó

En la posguerra, Japón abandonó su tradicional beligerancia y sus actitudes imperialistas y se convirtió en uno de los principales defensores del pacifismo y del desarme nuclear.

Pero esa posición, apoyada por el público, parece cotizar a la baja en estos días entre políticos y expertos.

Las últimas señales en ese sentido fueron emitidas por el ministro de Relaciones Exteriores, Taro Aso, quien sugirió que Japón debería debatir abiertamente la compra de armas nucleares luego de la prueba subterránea con una bomba atómica realizada por Corea del Norte este mes.

"En momentos en que el país vecino logra poseer armas nucleares, es tiempo de discutir el asunto", dijo el conservador canciller.

Esos comentarios se suscitaron tras los formulados por otro ministro, Shoichi Nakagawa, para quien "los países con armas nucleares no son atacados". Esos comentarios causaron conmoción en Japón.

El periódico conservador Yomiuri —el de mayor ventas en Japón— llamó efectuar el debate público promovido por Aso, pero el diario liberal Asahi advirtió, en un editorial publicado el día 22, que el canciller envió "un mensaje erróneo al mundo".

Para distender el clima, el primer ministro Shinzo Abe se apresuró a declarar que Japón nunca se apartará de su política contraria a las armas nucleares, aunque Corea del Norte las posea.

Shunji Taoka, experto en cuestiones de defensa y seguridad de Asia oriental, coincide con Abe, aunque no por profesar el pacifismo.

"La creciente pesadilla nuclear en Asia oriental colocó el foco sobre la vulnerabilidad militar de Japón, que está rodeado por países que tienen armas nucleares —China y Rusia— y no puede protegerse a sí mismo de un ataque nuclear", explicó.

Pero, según Taoka, el mayor disuasivo de un Japón nuclear es la oposición de Estados Unidos.

"Una revisión por parte de Japón de su posición antinuclear, incluso con fines de autoprotección, es una empresa altamente riesgosa. Tokio sufrirá un colapso económico debido a la indignación en Estados Unidos, lo cual también podría disparar una crisis global", observó.

La flamante vulnerabilidad de Japón en caso de un ataque nuclear de Corea del Norte se convierte en una oportunidad para darle una segunda mirada a lo que hasta hace poco era un tema tabú.

El conocido activista Hideaki Ban señaló que ahora hay menos oposición a la perspectiva de desarrollar armas nucleares que hace pocas décadas, un cambio de la opinión pública que cobra fuerza a medida que la prensa se concentran en las débil capacidad de defensa del país.

"Mientras el gobierno está plenamente consciente de no querer tener armas nucleares, los comentarios de Aso y otros políticos están orientados a poner la perspectiva sobre la mesa, lo que puede influir en el público mientras la amenaza norcoreana comienza a crecer", explicó a IPS.

Ban también responsabiliza a la educación japonesa de posguerra, centrada en el crecimiento económico más que en la defensa, de ablandar la oposición pública a las armas nucleares.

"La generación joven no fue educada sobre los horrores de las armas nucleares y, por lo tanto, no tiene fuertes sentimientos, como las personas mayores, contra la guerra", dijo.

Taoka, por su parte, sostuvo que Japón tendrá que conformarse, por el momento, con estimular su capacidad de defensa junto con Estados Unidos para hacer frente a la amenaza norcoreana.

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