Las autoridades culturales de Cuba asumieron lo que Washington no hizo: restaurar el bote que inspiró la novela más célebre del llamado dios de bronce de la literatura estadounidense, Ernest Hemingway (1899-1961).
Desde 1934, cuando recibió el yate "Pilar" encargado a la armadora Wheeler Shipyards de Nueva York, el novelista que vivió unos 20 años en Cuba, pasó gran parte de su tiempo en él, disfrutando su pasión por la navegación y la pesca, y también madurando el tema de su novela corta "El viejo y el mar".
La obra, publicada en 1952, le valió un año después el Premio Pulitzer y fue el preámbulo del Nobel de Literatura con que lo galardonaron en 1954. Dicha novela corta es considerada por algunos críticos como la segunda gran pieza literaria mundial sobre la pesquería, detrás de "Moby Dick" del también estadounidense Herman Melville.
Pese a que Estados Unidos no aportó recursos para la restauración de la embarcación, las autoridades cubanas unieron esfuerzos e iniciaron los trabajos el 16 de octubre.
"Hemos comenzado la primera fase de lo que va a ser una reparación capital del yate", aseguró a IPS el ingeniero naval René Guerra, quien dirige la minuciosa operación restauradora a cargo de los astilleros Marlin del Ministerio de Turismo de Cuba.
"Ahora quitamos la pintura de lo que se llama obra muerta, es decir, la parte del casco por encima de la línea de flotación, después enmasillaremos las junturas, con posterioridad se le aplicará sellador para madera y finalmente esmalte sintético normal, que era el usado en la época en que fue construido", continuó el especialista.
Concluida esa etapa inicial, los restauradores cubanos continuarán con el techo, la estructura interior, el baño, la iluminación y la parte mecánica. "Trabajaremos con el motor, un Chrysler Crown de la época, es decir, le restituiremos sus sistemas de combustible, enfriamiento y escape que ahora no los tiene", aseguró Guerra.
Dana Hewson, curador del museo marítimo Mystic Seaport, en el nororiental estado estadounidense de Connecticut y una autoridad en reparación de yates de madera, consideró tras ver el bote en 2002 que el clima tropical y los insectos lo habían deteriorado, aunque estaba "en muy buen estado".
Hewson estimó sin embargo que se necesitaba un estudio meticuloso para determinar si el "Pilar" necesitaba "sólo un arreglo cosmético o algo más estructural".
Guerra fue enfático al apuntar que se proyecta una reparación a fondo, a fin de dejar al bote con la mayor cantidad de elementos originales. "Por la magnitud de los detalles, la restauración completa debe durar unos seis meses", dictaminó.
"No se pretende que el yate vuelva a la mar, pero sí que para el visitante sea como si estuviera navegando o en condiciones de hacerlo, porque incluso el motor tendrá todos sus sistemas conectados", concluyó el experto.
Según los estudiosos, Hemingway y el patrón de la embarcación, Gregorio Fuentes, quien sirvió de modelo para el personaje del pescador Santiago de "El viejo y el mar", llegaron a una suerte de pacto de caballeros sobre que a la muerte de uno de los dos, el "Pilar" no continuaría navegando.
Cerca de un mes y medio después del suicidio del escritor el 2 de julio de 1961, su viuda Mary Welsh entregó el yate a Fuentes, quien cumplió la promesa donándolo a Finca Vigía, antigua propiedad de Hemingway, a 15 kilómetros de La Habana, convertida en museo en 1962.
Hemingway y Fuentes habían forjado una sólida amistad en el transcurso de sus aventuras marinas tras el pez aguja y la persecución de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La Asociación de Pescadores de Estados Unidos le otorgó al marino cubano el título honorífico de capitán poco antes de su muerte, ocurrida en esta capital en enero de 2002.
La embarcación, modelo Wheeler Playmate y de 38 pies de eslora, fue reparada inicialmente en 1965 en los astilleros habaneros de Casablanca, y el último remozamiento capital recibido data de 1987. En la cancha de tenis de Finca Vigía fue construido un pabellón, donde reposa el mítico bote desde 1993.
Ada Rosa Alfonso, actual directora del museo Hemingway, eludió precisar el monto económico de la restauración que acomete íntegramente el Estado cubano, pero cálculos conservadores podrían cifrarla entre 30.000 y 40.000 dólares. "Aunque a nosotros nos costará menos", dijo a IPS sin justificar su afirmación.
Hewson estimó que una reparación en detalle ascendería a unos 200.000 dólares, de ejecutarse por una empresa estadounidense, pero realizada en esta isla cubana la inversión sería mucho menor.
Alfonso enfatizó que para la restauración del yate "Pilar" la administración de George W. Bush no ha permitido aporte económico alguno proveniente de personas o instituciones estadounidenses deseosas de contribuir. "Pese a la buena voluntad de muchos en ese país, a causa del bloqueo (económico impuesto por Washington contra La Habana), no ha sido posible".
Tampoco se ha recibido dinero estadounidense para la reparación de Finca Vigía, que sin embargo está casi concluida. "Avanzamos en la fase de acabado y pronto comenzaremos a restaurar la torre de tres pisos adyacente, que cuando se termine nos permitirá amueblar y restituir todos los objetos museológicos del hogar de Hemingway", precisó.
En noviembre de 2002, el estadounidense Social Science Research Council (Consejo de Investigación en Ciencias Sociales) de Nueva York, y el gubernamental Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba firmaron un acuerdo para salvar la documentación, las construcciones de Finca Vigía y el yate "Pilar", es decir, la huella de Hemingway en esta isla caribeña.
Sin embargo, de acuerdo con la funcionaria, hasta ahora sólo se ha podido concretar la asistencia técnica y materiales para recuperar y remozar la papelería del escritor. "Hay unas 18.000 páginas completadas", dijo en referencia a que además de rescatarse han sido digitalizadas.
"Ese será un proceso largo", advirtió puesto que tienen que ser procesados unos 900 mapas, 3.000 fotografías, alrededor de 9.000 libros, revistas, cartas y folletos. Con respecto a las edificaciones y el yate, consideró que el trabajo estará finalizado entre finales de 2007 y principios de 2008.
Hemingway vivió en Finca Vigía de 1940 a 1960. La compró a un francés de apellido D'orn Duchamp y dentro de la estancia, de unos cuatro kilómetros cuadrados, escribió parte de sus obras, como la ya citada "El Viejo y el Mar".
Alfonso recalcó la satisfacción que siente por la obra que avanza, pues "preservamos este legado para las generaciones futuras" de cubanos y estadounidenses, sentenció. (FIN/IPS/om-ac/cr ae ip sl/06)