El bloqueo de Washington contra La Habana impacta también en la economía de Estados Unidos e impide a millones de estadounidenses beneficiarse de los adelantos de la medicina cubana, afirma un informe difundido por la cancillería cubana.
El texto será presentado a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que el próximo 8 de noviembre examinará por decimoquinta ocasión consecutiva la necesidad de poner fin al embargo impuesto por Washington a La Habana desde hace más de cuatro décadas.
El documento asevera que, "a consecuencia de las regulaciones del bloqueo", no han podido iniciarse ensayos clínicos en Estados Unidos con el TheraCIM, medicamento cubano para el tratamiento de tumores cerebrales en los niños.
El TheraCIM es un producto del Centro de Inmunología Molecular, que en 2004 logró un convenio con la firma estadounidense CancerVax para el desarrollo y la producción de vacunas terapéuticas contra el cáncer.
Este medicamento está registrado en Cuba y otros países para tratar el cáncer en la cabeza y en el cuello, ha demostrado tener un efecto positivo en la reducción de la masa tumoral y podría beneficiar a los niños que en Estados Unidos y otros países sufren esta enfermedad, reseña el texto.
El informe agrega que de no mediar el embargo, millones de estadounidenses aquejados de diabetes se beneficiarían de Citoprot P, un producto y método de tratamiento único que permite acelerar la curación de la úlcera de pie diabético y reducir el riesgo de amputación en miembros inferiores.
El Citoprot P fue desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba. Según el documento de la cancillería cubana, en Estados Unidos hay aproximadamente 20,8 millones de personas que padecen diabetes, una enfermedad crónica incurable.
El conjunto de restricciones, que Cuba llama bloqueo y Estados Unidos embargo, causó perjuicios por 86.108 millones de dólares a esta nación caribeña en todo el periodo, y sólo en 2005 de 4.000 millones de dólares, asegura el documento.
La ONU aprobó el año pasado por 182 votos el reclamo cubano de levantamiento de esas restricciones, llevado por primera vez a la Asamblea General del foro mundial en 1992, cuando sólo 59 naciones se pronunciaron a favor de la resolución.
El informe afirma que al impedirse el turismo hacia Cuba, las empresas estadounidenses vinculadas a ese sector pierden 565 millones de dólares por cada millón de turistas de Estados Unidos que no pueden visitar este país.
El texto estima que al menos 1,8 millones de turistas estadounidenses hubieran podido tomar vacaciones en esta isla caribeña en 2005, pero en virtud de la prohibición, las empresas del ramo se perdieron ingresos de 996 millones de dólares.
Importador anual de alrededor de 148.000 toneladas de níquel primario y de unas 10.000 toneladas de cobalto "desde mercados lejanos", Estados Unidos podría, "de no existir el bloqueo", comprar esas materias primas en Cuba, situada a menos de 200 kilómetros de sus costas.
La producción cubana de níquel ronda actualmente las 77.000 toneladas anuales, y se aspira a elevarla mediante un programa de inversiones acordado en marzo de 2005 con Canadá para la ampliación y modernización de una empresa mixta de explotación del mineral.
Las reservas probadas de Cuba son de 800 millones de toneladas y las probables se estiman en 2.000 millones de toneladas. Sus riquezas de cobalto alcanzan aproximadamente 26 por ciento de las existentes en el planeta, de acuerdo con datos oficiales.
Al presentar el informe, el vicecanciller cubano Bruno Rodríguez indicó este lunes que el gobierno de George W. Bush creó una "fuerza de tareas interagencia del níquel cubano", para perseguir e impedir las ventas de ese estratégico mineral.
Otro buen negocio que según La Habana se estarían perdiendo las empresas estadounidenses está en el campo de la energía, pues se les prohíbe participar en la prospección de hidrocarburos en la plataforma submarina cubana en el golfo de México, distante sólo a 137 kilómetros de la sureña península de Florida.
Esa región de la cuenca norte de Cuba tiene un potencial estimado de entre 1.000 millones y 9.300 millones de barriles de petróleo y de entre "1,9 millones de millones y los 22 millones de millones de pies cúbicos" de gas natural.
Las estimaciones son atribuidas en el informe de la cancillería cubana al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), autor de un estudio según el cual "las posibilidades de éxito son del orden de 95 por ciento".
Cuba abrió en 1999 a licitación 112.000 kilómetros cuadrados de su plataforma en aguas del golfo de México, divididos en 51 bloques, para la exploración extranjera con fines de explotación.
En la actualidad la española-argentina Repsol YPF posee un contrato para perforar en seis bloques de esa área, con una superficie total de 10.700 kilómetros cuadrados, pero este año decidió conservar 40 por ciento de su participación y compartir riesgos con una compañía de India y otra de Noruega, con 30 por ciento cada una. También la canadiense Sherritt International firmó un contrato para cuatro bloques en esa zona de perforación en aguas profundas.
Una legislación aprobada en 2000 por el Congreso legislativo de Estados Unidos permite la venta de alimentos a Cuba, una excepción que comenzó a ser aprovechada a partir de 2001.
Entre fines de ese año y 2004, las compras a firmas estadounidenses sumaron más de 1.000 millones de dólares pagados al contado.
En 2005, Cuba había destinado entre 700 y 800 millones de dólares a la compra de alimentos en Estados Unidos. Pero medidas adicionales de Washington para controlar ese comercio con la isla mayor de las Antillas redujeron el intercambio a unos 474 millones de dólares.
"Debido a los obstáculos comerciales impuestos por el bloqueo, los exportadores estadounidenses de productos agrícolas en el 2005 dejaron de percibir alrededor de 300 millones de dólares que fueron importados de otros mercados", señala el informe cubano.
Washington inició formalmente el embargo económico, comercial y financiero el 3 de febrero de 1962. Desde entonces a la fecha "siete de cada 10 cubanos hemos nacido y vivido bajo el bloqueo", dijo el vicecanciller Rodríguez.
La diversidad de generaciones que conviven bajo el régimen de prohibiciones económicas, comerciales y financieras de Estados Unidos conlleva interpretaciones que no siempre coinciden con la opinión oficial.
Así, para Antonio Díaz, de 70 años, "el bloqueo es causante de que el país no avance", mientras para un chofer de taxi de 30 años que omitió su nombre, "eso (el embargo) no es más que una justificación para ocultar la ineficiencia económica".
Según algunos especialistas, en sólo cinco años, el intercambio comercial bilateral alcanzaría los 20.000 millones de dólares, en caso de cesar el embargo
Pero Díaz, jubilado del sector azucarero, confesó coincidir con quienes creen que el fin de las prohibiciones no sería suficiente. "Yo creo que también hacen falta cambios para enderezar el país. Me parece que no estamos trabajando bien y eso tenemos que arreglarlo con bloqueo o sin bloqueo", dijo a IPS.
Para el vicecanciller Rodríguez, el objetivo de las restricciones no es otro que causar hambre, desesperación y sufrimiento al pueblo cubano y constituye un "acto de guerra económica y genocidio".