Documentalistas de América Latina, África y Asia, cuyos trabajos circulan por fuera del circuito comercial, se darán cita este mes en la capital argentina para mostrar sus películas, intercambiar experiencias e intentar rodajes en común pese a las distancias.
"El objetivo es conocer materiales de otras partes del mundo sin tener que viajar a los centros tradicionales de Europa, y establecer una relación horizontal entre los participantes", explicó a IPS el documentalista argentino Miguel Mirra, organizador del V Festival Tres Continentes del Documental.
El festival se realizó por primera vez en 2002 en Buenos Aires, para luego repetirse al año siguiente en Sudáfrica, en 2004 en India y en 2005 en Venezuela. En esta edición, la capital argentina, que vive un redescubrimiento del género, vuelve a ser sede del encuentro del 7 al 14 de este mes.
Argentina tiene una fuerte tradición en el registro directo de la realidad.
Desde comienzos de los años 60 se destacaron documentalistas como Fernando Birri, autor de "Los inundados" de 1962, Jorge Prelorán, pionero de las etnobiografías, y el cineasta Raymundo Gleyzer, realizador de "La tierra quema" en 1964 y desaparecido el 27 de mayo de 1976 por la dictadura militar (1976-1983), todos ellos referentes de este género de cine en América Latina.
Más tarde fue la irrupción de Fernando "Pino" Solanas y Octavio Gettino, responsables en conjunto de "La hora de los hornos" en 1968, entre otras múltiples obras documentales dirigidas cada uno por separado.
Más recientemente, sobre todo tras el colapso socioeconómico de fines de 2001, se multiplicaron los trabajos colectivos y los cineastas que individualmente decidieron explotar esa forma de expresión audiovisual para narrar historias reales.
Es el caso de Albertina Carri, quien recorre la "memoria" de hijos de personas desaparecidas de modo forzoso por la dictadura en "Los Rubios" de 2003, o de Darío Doria, que el año pasado filmó "Grissinópoli" para documentar la recuperación por parte de los trabajadores de una fábrica de grisines (palitos de pan) abandonada por sus dueños.
Según adelantó Mirra, al festival llegaron más de 100 películas y se seleccionaron 40 para proyectar en cinco salas de esta ciudad. En la muestra competitiva participarán 16 filmes procedentes de América, Asia y África, entre los que se va a elegir el mejor documental y habrá menciones para el tratamiento del tema y el montaje.
Las películas tienen marca de origen en Argentina, Burkina Faso, Colombia, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, Guatemala, India, Israel, Líbano, Mauritania, México, Nicaragua, Palestina, Perú, Somalia, Sudáfrica, Tailandia, Turquía, Venezuela, Zaire y Zambia.
Los temas recurrentes son el colonialismo, el periplo de los inmigrantes, los niños y niñas en situación de marginalidad, las víctimas de violaciones de los derechos humanos, las luchas sociales y políticas principalmente en América Latina, la situación de los pueblos originarios y movimientos que surgen por problemas socioambientales.
En la muestra "podrán participar realizadores que en cualquier parte del mundo defiendan los derechos de las minorías y pueblos oprimidos o pertenezcan a ellos, expongan una clara defensa del derecho a rebelarse contra la opresión, o reivindiquen un cambio de las condiciones que la hacen posible", rezan las bases del concurso.
También se aceptan documentales de Estados Unidos y Canadá, pero dando prioridad a las realizaciones de origen afroamericano, chicano e indígena.
Los premios no tienen valor monetario, sino que se trata de piezas artesanales que serán otorgadas por un jurado internacional de documentalistas provenientes de Cuba, México, Palestina, Somalia y Sudáfrica.
"Los documentales se financian previamente a la realización, y luego se exhiben en televisión, en festivales o en circuitos no comerciales, y esta es una oportunidad de mostrarlos", dijo Mirra, director de "Tierra y Asfalto", un documental sobre indígenas kollas del noroeste argentino.
"En todas las ediciones, la experiencia es muy rica por el intercambio con realizadores de otras regiones del mundo y los contactos que se pueden hacer para futuros trabajos en común", destacó.
A modo de ejemplo, mencionó una investigación en marcha entre argentinos y venezolanos sobre un proyecto de documentar la explotación de los recursos naturales en América del Sur.
Mirra es además director del documental que se estrenará en diciembre titulado "Arde Gualeguaychú", que es el registro del movimiento de vecinos y ambientalistas surgido en esa oriental ciudad argentina para resistir la instalación de dos plantas de celulosa en una zona cercana sobre la ribera opuesta del río limítrofe, del lado de Uruguay.
El encuentro estuvo precedido por el VIII Festival Nacional de Cine y Video Documental, que se llevó a cabo del 25 al 30 de septiembre, y por el Foro Latinoamericano del Documental y la Comunicación, del 6 al 7 de octubre.