América Latina es la región en desarrollo que más ha avanzado en educación preescolar, aunque mantiene una deuda que afecta a los grupos más vulnerables, concluye el informe de seguimiento de la Educación Para Todos 2007, presentado este jueves en la capital de Chile.
"La región no ha avanzado en forma homogénea. Nuestro promedio de educación (preescolar) es de 1,7 años, pero tenemos países con 3,5, como Cuba, y con apenas cinco meses, como Bahamas. Chile está en la media", dijo a IPS Ana Luiza Machado, directora de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
América Latina y el Caribe es la región en desarrollo que posee la tasa bruta de escolarización preescolar más elevada, con 62 por ciento, sobrepasando a Asia oriental y el Pacífico (35 por ciento), Asia meridional y occidental (32 por ciento), los Estados árabes (16 por ciento) y África subsahariana (12 por ciento).
Los tres principales desafíos de la región en esta materia son aumentar la equidad, es decir, llegar a los más excluidos, mejorar la calidad, ya que no basta con el acceso, y ampliar la responsabilidad social, porque los gobiernos no pueden actuar solos, planteó Machado.
El informe de seguimiento, que se realiza anualmente desde 2002, es una publicación encargada por la Unesco a un equipo de expertos independientes.
La Educación Para Todos tiene seis objetivos, aprobados por 164 países en el Foro Mundial sobre la Educación, celebrado en Dakar, Senegal, en 2000, que deberían cumplirse antes de 2015, al igual que los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El informe 2007, denominado "Bases sólidas. Atención y educación de la primera infancia", se centra en el primero de los cinco objetivos educativos: "extender y mejorar la protección y enseñanza integrales (en esa etapa de la vida que va hasta los cinco años), especialmente para los niños más vulnerables y desfavorecidos", aunque también revisa los avances registrados en el resto de las metas.
Los investigadores examinaron específicamente los programas de Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI), que "tienen por objeto prestar apoyo a la supervivencia, crecimiento, desarrollo y aprendizaje del niño —lo cual comprende ocuparse de su salud, nutrición e higiene, así como de su desarrollo cognitivo, social, físico y afectivo— desde su nacimiento hasta su ingreso en la escuela primaria, en contextos formales, no formales e informales".
En el mundo, anualmente mueren más de 100 millones de niños menores de cinco años y la mitad de ellos fallecen a causa de enfermedades transmisibles que se pueden prevenir. De cada 1.000 menores nacidos en los últimos años habrá 86 que no lleguen a vivir más de un quinquenio.
Considerando "sus repercusiones positivas en la salud, la nutrición y el aprovechamiento escolar, los programas de AEPI constituyen una buena fuente de inversión en capital humano", señala el informe, ya que las competencias adquiridas en ellos son "el fundamento de todo aprendizaje ulterior".
"Los beneficios a corto y largo plazo de esos programas hacen de ellos una estrategia eficaz, en función de sus costos, para reducir la pobreza y compensar las desventajas", añade el documento. "Un dólar invertido en educación preescolar rinde 17 dólares en el futuro", dijo Machado durante la presentación del estudio en la capital chilena, simultánea al lanzamiento mundial en Nueva York.
El informe indica que las experiencias exitosas incluyen programas de apoyo a los padres, formación en lengua materna que fomenta la igualdad de sexos, desarrollo temprano del lenguaje, integración de niños y niñas con discapacidades en escuelas ordinarias y transición a la educación primaria.
Machado destacó el programa cubano "Educa a tus hijos", que ya fue replicado en varios países de la región, el cual enseña a las madres, padres y abuelos a formar personalmente a los pequeños que tienen a su cargo.
El informe también resalta el programa "Hogares Comunitarios", ejecutado en Colombia, que promueve "madres comunitarias", es decir mujeres que cuidan en sus casas a los hijos e hijas de sus vecinas durante las horas hábiles, y les proporcionan alimentación y recreación.
De igual forma, "el informe muestra que Chile avanzó mucho, tanto es así que se invitó a la presidenta Michelle Bachelet a la presentación del informe en Nueva York, pero como no pudo asistir, hizo un vídeo para animar a otros países en desarrollo a que también inviertan en la educación preescolar", indicó la funcionaria de la Unesco.
"Chile tiene un proceso de apoyo sostenido a la educación preescolar, pero hay mucho que hacer todavía, principalmente en atención a las poblaciones más pobres, rurales y de pueblos originarios", advirtió la experta.
Tanto en Santiago como en Nueva York se exhibió el vídeo grabado por Bachelet, quien aseguró que Chile es "un país que ha hecho suyo 'el futuro de los niños es siempre hoy', del que hablara Gabriela Mistral, nuestra gran poetisa y también educadora".
El 13 de octubre, la presidenta lanzó el Sistema de Protección Integral de la Infancia, denominado "Chile Crece Contigo", que recoge las principales recomendaciones del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma de las Políticas de la Infancia, creado por la mandataria poco después de asumir el cargo el 11 de marzo de este año.
"Chile Crece Contigo" es una experiencia inédita en América Latina, basada en el modelo aplicado en Gran Bretaña, señaló esta semana a IPS Clarisa Hardy, ministra de Planificación, cartera encargada de coordinar el programa.
El principal objetivo de esta iniciativa gubernamental es otorgar protección a la infancia desde la gestación hasta su ingreso al sistema educativo, velando por sus derechos y acompañándola en esta etapa crucial de su desarrollo.
El sistema de protección a la infancia se instalará progresivamente a partir del 1 de enero de 2007 en 100 comunas (barrios) del país, sumando 250 en 2008 y el resto en 2009. A comienzos del próximo año se enviarán al Congreso legislativo los proyectos de ley que darán vida al plan.
El programa considera la disponibilidad de salas cunas y jardines infantiles para los hijos e hijas de madres que trabajan, buscan trabajo o estudian, de las familias de menores ingresos, y también para los menores que presenten necesidades especiales. En total se beneficiarán seis de cada 10 infantes.
También se establecerá nueva legislación sobre adopción y se crearán dos fondos para que las organizaciones de la sociedad civil participen activamente en el desarrollo infantil, lo cuales darán prioridad al deporte, la cultura, la infraestructura y el equipamiento comunitario.
Además, se creará un sitio web y un observatorio de la infancia, para hacer un seguimiento del sistema de protección.