El Vaticano lanzó una campaña diplomática esta semana para intentar explicar las controvertidas declaraciones del papa Benedicto XVI en referencia al Islam.
La furiosa reacción en muchas partes del mundo musulmán a los comentarios del Papa la semana pasada fueron el resultado de una "lectura apresurada" del discurso de sumo pontífice de la Iglesia Católica, señaló el nuevo ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, Dominique Mamberti, en una entrevista para una radio italiana.
"Una de mis prioridades será impulsar el diálogo" entre culturas, añadió.
Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, mano derecha de Benedicto XVI, instruyó a todos los nuncios papales (representantes diplomáticos) en países islámicos para que explicaran el significado de las referencias hechas por el Papa al profeta Mahoma, al Islam y a la violencia.
En su polémica conferencia en la Universidad de Regensburg, Alemania, el Papa citó a una frase pronunciada en el siglo XIV por el emperador bizantino Manuel II Paleólogos, que rezaba: "Muéstrenme lo nuevo que trajo Mahoma y verán sólo cosas malvadas e inhumanas, como su mandamiento de propagar con la espada la fe que predicaba".
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Benedicto XVI añadió, claramente en sus propias palabras, que "la violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma".
El Papa personalmente intentó aplacar el domingo a los musulmanes, airados por sus declaraciones.
"Estas palabras fueron de hecho una cita de un texto medieval que en ninguna manera expresa mi pensamiento personal", indicó.
"Espero que esto sirva para aplacar los ánimos y clarificar el verdadero sentido de mi discurso, que en su totalidad fue y es una invitación a un diálogo sincero y franco, con un gran respeto mutuo", agregó.
Pero la ira musulmana no menguó. En un sitio web fue publicado un mensaje, al parecer de una célula iraquí de la red terrorista Al Qaeda, condenando lo que calificaba de "denigración" del Islam y de la "Jihad" (guerra santa) por parte del Papa.
La célula prometió que continuaría con la "guerra santa" hasta la "derrota" de Occidente y hasta que la bandera del Islam flamee en todo el mundo.
Otro grupo, Ansar al-Sunna, indicó que se acerca el día en el que "los ejércitos del Islam destruirán los muros de Roma", explícitamente señalando al Vaticano como objetivo de un eventual ataque.
"El papa (Joseph) Ratzinger cometió el error de (querer) hablar como profesor ante sus colegas de la Universidad en la que una vez enseñó", indicó a IPS el historiador de la Iglesia Alberto Melloni.
Pero el Papa no fue visto como un profesor, sino como el máximo líder espiritual de 1.100 millones de católicos romanos en todo el mundo, agregó.
Melloni sostuvo que ahora el Vaticano deberá reconstruir la confianza creada por el papa Juan Pablo II, el primer sumo pontífice católico en visitar una mezquita y en pedir disculpas por los crímenes pasados de la Iglesia, incluyendo los cometidos durante las cruzadas contra el mundo musulmán en la Edad Media.
Muchos islámicos siguen descontentos con la explicación dada por el Papa.
Un portavoz del gobierno de Irán señaló que las disculpas pedidas por Benedicto XVI el domingo eran insuficientes, mientras que el influyente clérigo islámico turco Ali Bardakoglu señaló que el Papa sólo había hecho un pedido de perdón "indirecto".
El Papa no dijo que estaba "arrepentido por sus palabras", sino sólo que había sido mal interpretado, dijo Bardakoglu.
El lunes, el rey Mohammed VI de Marruecos envió una carta a Benedicto XVI exhortándolo a respetar los valores de la razón y de la tolerancia, que son parte de la fe islámica.
Mientras, la Unión de Comunidades y Organizaciones Islámicas en Italia anunció estar satisfecha con las aclaraciones del Vaticano.
"Las clarificaciones del secretario de Estado y las palabras del Papa en el Ángelus (bendición dominical católica) deben ser suficientes para cerrar este capítulo", dijo el portavoz de la Unión, Hamza Piccardo.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Camillo Ruini, subrayó la plena solidaridad de los obispos con el Papa y anunció que intensificarían sus oraciones "por él, por la Iglesia, por la libertad religiosa y por el diálogo cordial entre las religiones y los pueblos".
Michele Zanzucchi, editor de la revista católica Città Nuova, traducida y distribuida en 25 países para dos millones de lectores, señaló que el origen del problema es político.
"Si el diálogo político hubiera sido más efectivo, las reacciones a las divergencias religiosas habrían sido más moderadas, incluso en el mundo islámico", dijo IPS.