SINGAPUR: Sin lugar para protestas

Amenazados con la cárcel, activistas que planifican protestas durante la reunión anual del FMI y el Banco Mundial que se celebrará en Singapur este mes organizan un foro paralelo en la cercana isla indonesia de Batam. Pero tendrán algunos obstáculos.

El portavoz de la policía de la provincia indonesia de Islas Riau, comandante Anggaria Lopis, informó al diario Jakarta Post el jueves 31 de agosto que las autoridades no autorizarían la conferencia paralela. Batam se encuentra en esa provincia

Pero las leyes de libertad de expresión, aprobadas tras la caída del dictador indonesio Alí Suharto (1967-1998), eliminan para el caso de los naturales del país el requisito de la autorización para la realización de reuniones públicas o manifestaciones.

Todo lo que se necesita es informar a la policía con tres días de anticipación, con el fin de que las autoridades coordinen con los organizadores garantías de seguridad.

Pero la ley indonesia no permite que los extranjeros hagan manifestaciones en la vía públicas. Por lo tanto, los extranjeros que participen en las protestas contra el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial previstas para el día 18 podrían violar la ley.

De no ser por esa restricción, Batam podría ser la ubicación ideal para el Foro Internacional del Pueblo organizado por una red de instituciones no gubernamentales y comunitarias de todo el mundo y coordinado por el Foro sobre Desarrollo de Indonesia (Infid), con sede en Yakarta.

Singapur y Batam presentan ambos lados de la moneda del desarrollo. La ciudad-estado se queda con los beneficios de la globalización, mientras la empobrecida localidad indonesia es explotada por las mismas fuerzas.

Gracias a las flexibles reglas de inversión y a la mano de obra barata de Indonesia, Batam se convirtió rápidamente en un centro industrial, especialmente en los sectores de electrónica y vestimenta.

A menos de una hora por ferry, la isla también desarrolló una reputación negativa por consentir a ricos singapurenses que acuden allí para hacer uso de burdeles y salas de apuestas.

Lopis dijo al Jakarta Post que, si las organizaciones no gubernamentales extranjeras insistían en ir a Batam, la policía clausuraría el foro. "No es verdad que se les haya permitido realizar el foro en Batam. El foro no tiene ningún beneficio para la isla", dijo, según el periódico.

Los organizadores del Foro Internacional del Pueblo creen que Singapur presionó al gobierno indonesio para frenar las protestas.

La ciudad-estado, con sus avanzados conocimientos en alta gerencia, colabora formalmente con Indonesia para transformar a Batam en un polo de atracción de inversores de Japón y de otros países industrializados.

Ya se registraron manifestaciones frente a la embajada de Singapur en Yakarta, en las que se urgía al vecino país a permitir las protestas durante la reunión del FMI y el Banco Mundial.

Según Infid, se espera que unas 1.000 personas asistan al Foro Internacional del Pueblo, del 15 al 17 de este mes. Unas 300 procederán del extranjero. Se prevé que 40 países estén representados.

Donatus Marut, copresidente del comité directivo internacional del Foro, dijo al periódico Today, de Singapur, que funcionarios del gobierno indonesio sugirieron que los activistas se reunieran en otro lugar que no fuera Batam.

Marut debía coordinar con la policías federal indonesia antes de reunirse con funcionarios de la embajada de Singapur para explicar sus planes. "Las protestas son contra el FMI y el Banco Mundial y no contra Singapur", dijo.

Se prevé que unas 16.000 personas de 184 países asistan los días 19 y 20 a la conferencia bianual del FMI y el Banco Mundial. Será la principal reunión internacional realizada hasta ahora en esta rica ciudad estado de cuatro millones de habitantes.

El gobierno ya gastó unos 60 millones de dólares para organizarla, con la esperanza de consolidar la reputación de eficiencia y seguridad de la isla.

La conferencia también será objeto del mayor operativo de seguridad de la historia del país. Toda su fuerza policial y 23.000 militares se desplegarán allí para impedir ataques terroristas o manifestaciones ilegales.

En 1996 se celebró en Singapur la primera conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con la asistencia de representantes de los 120 países entonces miembros de esa institución con sede en Ginebra.

Ya se realizaron simulacros cerca del centro de convenciones donde se celebrará la reunión. Reservistas de la policía representaron a manifestantes que arrojaban cócteles Molotov y que fueron repelidos por policías activos.

Los barcos que ingresen a la bulliciosa bahía de Singapur este mes podrán ser allanados. Helicópteros de vigilancia permanecerán en el aire y los pobladores pueden esperar ser revisados al azar en las carreteras.

El jefe de policía de Singapur, Soh Wai Wah, dijo que los activistas acreditados por el FMI y el Banco Mundial recibirían permisos y se les asignaría un área en la sede de la conferencia para reunirse con los delegados oficiales.

Según las pautas establecidas por la policía, esos activistas autorizados no podrán abandonar las áreas que se les asignen y no se les permitirá usar los sistemas de amplificación, así como tampoco quemar objetos ni "provocar una violación de la paz".

Un portavoz de los organizadores del Foro Internacional del Pueblo dijo a IPS que grupos de la sociedad civil consideraron en primera instancia reunirse en el propio Singapur.

Pero desistieron tras advertir las condiciones que las autoridades pretendían imponerles, por lo que decidieron trasladar sus deliberaciones a Batam, "dado que el Banco Mundial y el FMI deliberadamente querían obtener el escudo de un estado niñera".

Dado que cualquier actividad por parte de participantes extranjeros requería la autorización del gobierno de Singapur, el Foro Internacional del Pueblo consideró que Singapur tenía la opción de controlar su agenda, dijo el informante.

"Aunque Singapur podría haber maximizado la cobertura de nuestras actividades por parte de la prensa, dada la gran asistencia de periodistas, el Foro también ha invitado a medios extranjeros" a Batam, señaló el portavoz. "Algunos estarán yendo y viniendo de Singapur a Batam".

Ramches Merdeka, del no gubernamental Foro para la Protección de los Niños y miembro del comité organizador del Foro Internacional del Pueblo, dijo al Jakarta Post que, aunque la policía indonesia amenazó con clausurar la conferencia paralela, seguirá con los preparativos, dado que no tienen ninguna palabra oficial, por ahora, de la policía.

"Si Indonesia prohíbe las protestas, regresará a las épocas de Suharto", aseguró. Según él, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo no tener objeciones "siempre que las protestas no apunten a Singapur".

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