Los investigadores en medicina perciben en la terapia con células madre y la biotecnología potenciales soluciones para enfermedades no infecciosas predominantes en el mundo en desarrollo, como la diabetes.
Eliminar la carga de costosas inyecciones de insulina para los diabéticos, regenerar el músculo cardiaco luego de una falla y mejorar la resistencia a las enfermedades manipulando células inmunológicas son las prioridades en 10 áreas en las que el Sur debería concentrar sus investigaciones, según expertos de todo el mundo.
"Los países en desarrollo podrían beneficiarse de los avances en la medicina regeneradora para abordar la epidemia de enfermedades no transmisibles y otras crecientes necesidades sanitarias", indica un estudio de la Universidad de Toronto.
La medicina regeneradora involucra la reparación, sustitución o regeneración de células, tejidos u órganos dañados por defectos congénitos, enfermedades, traumas y otras causas, según el informe, divulgado por la revista Public Library of Science Medicine.
Esta rama de la ciencia avanza más allá de las tradicionales terapias de transplantes y reemplazos para incluir el uso de células madre, moléculas solubles, ingeniería genética y de tejidos y una avanzada terapia citológica.
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Las células madre son aquellas que se encuentran en un estado "indiferenciado" de las demás, y que en el proceso de mitosis (división celular) pueden crear, si se les manipula el material genético, otras especializadas.
Las más conocidas por los investigadores son los zigotos (embrión unicelular, formado por la unión del espermatozoide y el óvulo), por lo cual las investigaciones y su eventual aplicación es objeto de intensa polémica religiosa y política.
"Buscamos maneras de que los países en desarrollo puedan aprovechar las ciencias de la vida", dijo Abdallah Daar, coautor de la investigación y director de ética y política en el Centro McLaughlin para la Medicina Molecular, con sede en Toronto.
Al identificar las áreas sanitarias sensibles en el Sur, los países del Norte pueden dirigir mejor su asistencia a la investigación en la materia, señaló Daar a IPS.
"Como ocurre con muchas otras tecnologías médicas —las vacunas, por ejemplo—, la gente del mundo en desarrollo, donde vive 90 por ciento de la humanidad, será, en definitiva, la que podrá obtener los mayores beneficios" de esas investigaciones y del desarrollo tecnológico, agregó.
En el primer lugar de la lista de nuevas tecnologías a estudio, figuran en el informe "nuevos métodos de reemplazo de insulina y regeneración de islotes de células pancreáticas para la diabetes". Esos avances incluyen la biotecnología y las terapias con células madre.
La diabetes constituye una enorme carga para los recursos de la salud pública en los países pobres, y la insulina es cara. Por lo tanto, los avances en medicina regenerativa reducir drásticamente esos costos.
Esa es la razón de la prioridad señalada por el panel internacional de expertos, dijo la coautora del informe Heather Greenwood, del Programa Canadiense sobre Genómica y Salud Global.
"Alrededor de 75 por ciento de nuestros 44 expertos proceden del mundo en desarrollo", destacó Greenwood.
Mientras, la comunidad de donantes, que incluye a importantes fondos como la inicitiva Grandes Desafíos, dirigida por Bill y Melinda Gates, se ha concentrado en las enfermedades infecciosas, mientras que las no transmisibles han sido ignoradas, explicó.
Pero en los países en desarrollo se está produciendo un cambio sanitario: las enfermedades no transmisibles avanzan hacia los primeros lugares entre las causas de muerte e incapacidad, por encima de las transmisibles.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), enfermedades no contagiosas, como las oncológicas, las cardiacas y las mentales, constituirán para 2020 hasta 60 por ciento de las que afectan al Sur.
Los expertos atribuyen el cambio a fenómenos como la urbanización, el rápido desarrollo industrial y el envejecimiento de la población asociada con el aumento de la esperanza de vida.
Pero no todos están convencidos de que las nuevas tecnologías sean la respuesta.
"Intuyo que las tecnologías médicas regeneradoras no serán la primera opción para resolver estos problemas", dijo Ramanan Laxminarayan, de Recursos para el Futuro, organización de expertos sobre asuntos globales con sede en Washington.
Laxminarayan trabajó en el Proyecto de Prioridades para el Control de Enfermedades, un esfuerzo de cuatro años de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la OMS y el Banco Mundial en la exploración de soluciones para los problemas sanitarios en países pobres y de medianos ingresos.
Un informe del Proyecto, que compila y prioriza una lista exhaustiva de 320 estrategias basadas sobre los consejos de casi 500 expertos mundiales, fue publicado en la revista médica británica The Lancet en la pasada primavera boreal.
Ninguna de esas intervenciones involucró terapias con células madre, dijo Laxminarayan a IPS.
"La mayoría de las tecnologías regenerativas que constan en el estudio de Public Library of Science Medicine se encuentran, por ahora, en un futuro lejano", afirmó.
Si se pudiera desarrollar mejores chequeos de detección precoz o vacunas más baratas, valdría la pena dedicarse a avanzar en estas técnicas, sostuvo.
Daar destacó que India es capaz de fabricar insulina a partir de bacterias manipuladas biológicamente a un costo mucho más bajo, y que también elabora una vacuna barata contra la hepatitis B.
"La biotecnología sanitaria y la medicina regeneradora parecen caras al principio, pero pueden terminar siendo más baratas a largo plazo", observó. "Cuanta más investigación y desarrollo hagan los propios países pobres, más fáciles de costear serán estas tecnologías."
Y esto está comenzando a suceder, especialmente en India y en China, dijo.
En India, el Instituto L.V. Prasad para el Ojo, sin fines de lucro, utiliza terapias con células madre adultas para reparar la córnea de unos 260 pacientes ciegos, mientras que el Centro para la Biología Celular y Molecular intenta cultivar células beta pancreáticas para tratar la diabetes.
"La esperanza es expandir estas tecnologías a otros países del Sur", expresó Daar.
El desarrollo, las pruebas y el uso de estas nuevas tecnologías requerirán cuidadosas directivas en materia de seguridad y ética, reconocen todos.
"India tiene las pautas de investigación de células madre más avanzadas del mundo", explicó Daar.
Laxminarayan coincidió, pero dijo que esos criterios no siempre son aplicados o fiscalizados.
"En India hay muchos ejemplos de pruebas farmacológicas que no siguen las pautas y no se ha hecho nada al respecto", advirtió.