Cada vez más jóvenes musulmanes estadounidenses eligen la carrera de abogacía. Junaid Ahmad es uno de ellos.
Los padres de Ahmad emigraron en 1973 de Pakistán a Chicago, ciudad del nororiental estado de Illinois. Hoy cursa el segundo año en la Escuela de Leyes William y Mary de Williamsburg, en el oriental estado de Virginia.
El joven dijo a IPS que eligió la abogacía frente a carreras más habituales entre estadounidenses de primera generación —como medicina, ciencias e ingeniería— porque le preocupan profundamente los derechos humanos y las libertades civiles.
Cuando se gradúe, tal vez en 2008, espera unirse al equipo de abogados de una organización internacional de derechos humanos, y también ejercer la docencia.
Ahmad se manifestó "preocupado por la política del miedo" que el gobierno del presidente George W. Bush ha implementado desde los ataques terroristas que acabaron con unas 3.000 vidas el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
[related_articles]
"Muchos musulmanes en Estados unidos sufren acoso y la carga de estereotipos como cosa de rutina. Podrían sentirse más cómodos con abogados que comprenden su idioma, cultura y costumbres", explicó.
A pesar de los desmentidos del Departamento de Seguridad Interna y del Departamento de Justicia, estas carteras del gobierno estadounidense "elaboran perfiles étnicos rutinariamente", aseguró el estudiante.
Ahmad regresó a Estados Unidos desde Pakistán hace unas pocas semanas, inmediatamente después del anuncio sobre un supuesto operativo terrorista contra vuelos comerciales de Londres al país norteamericano.
"Personas solas y familias enteras con hijos pequeños que parecían sudasiáticos o árabes fueron sacados de las filas e interrogados durante horas" por agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte, agencia del Departamento de Seguridad Interna a cargo de la seguridad de las aerolíneas, recordó.
"Y ellos fueron los únicos interrogados", recalcó.
Ahmad participa activamente en campañas en defensa de los derechos humanos. Dedicó su estudio de pregrado en la Universidad de Old Dominion en Norfolk, Virginia, al análisis de la crisis mundial de las libertades civiles y políticas y la justicia económica global.
Actualmente se deseempeña como director honorario de comunicaciones de la Asociación Nacional de Estudiantes Musulmanes de Derecho, creada en 2002. También es miembro del consejo ejecutivo del Proyecto de Recursos de Violencia Interna, con sede en Washington.
Otra organización, la Asociación Nacional de Abogados Musulmanes, fue creada por 24 profesionales en el sudoccidental estado de California en 1996, y ahora tiene 500 miembros.
Esta institución trabaja junto con la Asociación Nacional de Estudiantes Musulmanes de Derecho. Y la mitad de los 100 miembros de la Asociación de Abogados Musulmanes del Área de la Bahía (en San Francisco, California) son estudiantes de derecho.
La portavoz de la Asociación Nacional de Estudiantes Musulmanes de Derecho Rufiath Yousuff dijo a IPS que es difícil estimar cuántos miembros de su comunidad que estudian abogacía, porque las escuelas de leyes y los bufetes no preguntan la religión de los postulantes.
Pero actualmente hay organizaciones de estudiantes musulmanes de leyes en aproximadamente 30 facultades de Estados Unidos, desde Berkeley hasta Yale.
Yousuff afirmó que actualmente su organización tiene 249 miembros. "Al menos 50 se incorporaron sólo el año pasado", precisó. Entre los asociados figuran abogados graduados, estudiantes de derecho y universitarios interesados en el área legal.
"Después del 11 de septiembre tuvimos la chocante percepción de que no había suficientes abogados musulmanes para proteger los derechos de los musulmanes, tanto dentro de Estados Unidos como en otros países", explicó.
"Nos dimos cuenta de que quienes no profesan la fe musulmana podían no comprender las sutilezas de nuestra religión y de nuestra cultura", agregó.
Yousuff mencionó la obligación musulmana de hacer caridad, uno de los cinco pilares del Islam.
"Un musulmán puede enviar dinero a otro país u organización y ser arrestado por asistir materialmente a un país terrorista. En semejante situación, un abogado musulmán podría identificar las intenciones de un acto así, y al mismo tiempo manejaría los mecanismos legales para asegurar su liberación", indicó.
La portavoz también dijo a IPS que "el 11 de septiembre impactó, por cierto, en la elección de la carrera de muchos estudiantes musulmanes".
Pero "no todos los estadounidenses musulmanes que ingresan a la abogacía ahora intentan unirse a la causa" de los derechos civiles, sostuvo. "Muchos lo harán por los mismos intereses que cualquier otro estudiante estadounidense: fama, fortuna, un estilo de vida cómodo o un interés en un área legal particular".
"Sería tonto si los musulmanes nos limitáramos a un solo campo", opinó. "Los tiempos inevitablemente cambiarán, o por lo menos eso espero. Y cuando eso suceda, yo, con muchos otros en la comunidad musulmana, esperamos que los musulmanes contribuyan con la sociedad a través de su capacidad en varias áreas legales."
"No dudo que el acoso sufrido luego del 11 de septiembre elevó el interés de los musulmanes estadounidenses en la discriminación, los derechos civiles y la ley", dijo a IPS, por su parte, Samer Shehata, profesor de política de Medio Oriente en el Centro de Estudios Árabes Contemporáneos de la Universidad de Georgetown.
"Pero también sucede que, a medida que los hijos de inmigrantes crecen —y que sus padres se afianzan en el país—, cada vez asisten más a universidades", agregó Shehata.
Pero los miembros de la Asociación Nacional de Estudiantes Musulmanes de Derecho parecen inclinarse fuertemente hacia el área de las libertades civiles.
Un caso típico es el de Omar Khawaja, estudiante de la Escuela Columbus de Leyes de la Universidad Católica en Washington.
"Después del 11 de septiembre y del subsecuente debate sobre si era posible ser al mismo tiempo un musulmán practicante y estadounidense patriota, me quedó claro que los políticos en Washington necesitaban un mayor insumo de estadounidenses musulmanes", manifestó.
"Mientras trabajaba en el Congreso legislativo, decidí que la escuela de leyes me ayudaría a convertirme en un mejor defensor de los musulmanes y de las causas musulmano-estadounidenses", evocó.
"Pese a las circunstancias, estoy agradecido de tener la oportunidad de trabajar en el campo legal y hacer una contribución positiva a la sociedad como estadounidense musulmán", agregó.
Esta actitud es expresada de muchas maneras. Por ejemplo, abogados y estudiantes de leyes musulmanes acuden a instituciones comunitarias para dictar clases sobre derechos civiles a sus correligionarios.
En la ciudad californiana de Santa Clara, California, funciona en una mezquita una clínica legal gratuita.
Abogados musulmanes que toman casos tales como el de la mujer musulmana que dice figurar por error en la lista de la Administración de Seguridad en el Transporte que le prohíbe volar, y el de otra que dice que perdió su trabajo porque usaba un "hijab", tradicional velo islámico femenino.