RELIGIÓN-ALEMANIA: Primera graduación de rabinos pauta avances

La graduación de tres rabinos en Alemania, la primera desde el Holocausto, fue alabada por dirigentes políticos y organizaciones judías como un nuevo paso en la batalla que libra este país para poner fin a su traumática historia. Pero también puso de relieve las diferencias internas en esta comunidad.

Daniel Alter, Tomas Kucera y Malcolm Mattitiani se recibieron en una sinagoga de la oriental ciudad alemana de Dresde, más de seis décadas después de que el régimen nazi asesinara a seis millones de judíos europeos.

La histórica ceremonia significó un progreso para el interminable proceso de sanación de la sociedad alemana.

"Mucha gente nunca hubiera imaginado que después del Holocausto la vida de los judíos de Alemania volvería a florecer", dijo el presidente de Alemania, Horst Koehler, el jueves pasado, momentos antes de la celebración. "Por eso el primer nombramiento de rabinos en el país es un acontecimiento tan especial", agregó.

La ordenación fue un paso importante para la comunidad judía de este país, que según cifras oficiales reúne a unas 100.000 personas, 500.000 menos que las existentes antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Ningún rabino había sido nombrado hasta ahora desde que los nazis clausuraron el último seminario judío en este país en 1942.

"Esta puede considerarse una victoria tardía contra los nazis", señaló Mattitiani, recién graduado de la progresista Escuela Abraham Geiger, de Potsdam, cerca de Berlín.

Mattitiani volverá a Sudáfrica a encabezar su sinagoga de Ciudad del Cabo. Sus compañeros, el alemán Daniel Alter y Tomas Kucera, de origen checo, dirigirán respectivamente las congregaciones de Alemania noroccidental y de Munich, la capital del meridional estado de Baviera.

Muchos judíos esperan que esta graduación sea el inicio de una nueva tendencia.

La comunidad judía alemana es la de mayor crecimiento en Europa debido al flujo masivo de inmigrantes de la disuelta Unión Soviética tras el colapso del campo socialista a comienzos de los años 90. Ahora tiene déficit de rabinos, ya que cuenta con sólo 25 para 100 congregaciones.

"Necesitamos muchísimos más rabinos en Alemania. Estamos sedientos de rabinos", dijo en conferencia de prensa el vicepresidente del Consejo Central de Judíos, Dieter Graumann.

El rector de la Escuela Abraham Geiger, Walter Homolka, subrayó que los nuevos rabinos deberían ser más que "máquinas rituales importadas", más bien autoridades morales y políticas.

La comunidad judía alemana, al igual que las de otras partes del mundo, engloba a varios tipos de corrientes, desde progresistas, con una mentalidad reformista, hasta ortodoxos, que se ciñen con más rigor a la tradición religiosa.

La escuela rabínica de Potsdam, fundada en 1999, toma su nombre de Abraham Geiger, un rabino alemán del siglo XIX y fundador clave del judaísmo reformista.

Dada la tendencia más moderna de los nuevos rabinos, las comunidades judías más tradicionales no demostraron mucho entusiasmo por el acontecimiento.

Mario Offenberg, director de la congregación Adass Jisroel de Berlín, felicitó el acontecimiento pero destacó la existencia de diferentes ramas dentro de la comunidad judía alemana.

"Somos una congregación ortodoxa y aunque respetamos a esta escuela debemos recordar que pertenece a otra tendencia dentro del amplio espectro del judaísmo", señaló a IPS.

Varias versiones de prensa estiman que los judíos que llegaron de Europa oriental y los países que integraron la Unión Soviética conforman cuatro por ciento de los integrantes de la comunidad alemana.

Estos inmigrantes fueron bienvenidos tras la caída del comunismo, sobre todo a causa de la gran carga de culpa que tiene el país, y recibieron beneficios especiales tales como apartamentos, cursos de alemán, e incluso la ciudadanía.

Offenberg enfatizó que la tarea clave de su congregación y de las sinagogas de todo el país es la reenseñanza del judaísmo a los inmigrantes del antiguo campo socialista europeo.

"Estas personas quedaron 70 años aisladas de la tradición judía y por eso es necesario reforzar sus raíces, para que 'reaprendan' a ser judíos", indicó.

Estos inmigrantes modificaron el judaísmo alemán. En los años posteriores al Holocausto y hasta la década del 70, los judíos de la entonces República Federal de Alemania (occidental) eran conservadores mientras que la comunidad judía de la República Democrática Alemana (oriental y comunista) tenía unos pocos miembros activos.

Pero la inmigración en masa de judíos disparó el renacimiento del judaísmo alemán al promover la diversificación y la modernidad.

Muchos de los judíos llegados en las últimas oleadas no se sienten a gusto con la tradición ortodoxa de las sinagogas alemanas. La creciente importancia de las corrientes liberales se vio reforzada por el hecho de que los rabinos graduados pertenecen a un seminario reformista.

"Con jóvenes clérigos como Tom Kucera, el judaísmo alemán adquiere un nuevo rostro", dice el semanario alemán Die Zeit.

Antes de la ceremonia, tanto Homolka como Graumann advirtieron que la histórica graduación de rabinos no implica que la vida de los judíos haya vuelto a la normalidad en el país responsable del Holocausto.

El hecho de que los rabinos hayan sido nombrados en Dresde, capital del estado de Sajonia, donde los grupos neonazis tienen más poder, es un recordatorio de las divisiones en el seno de la sociedad alemana.

"Sería prematuro hablar de una normalización", señaló Graumann. "Estamos lejos de la normalidad aquí, pero tenemos una nueva perspectiva", apuntó. (FIN/IPS/traen-vf/dm/js/ss/eu ip cr cv/06)

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