CUBA-RUSIA: Relaciones oxigenadas

Cuba y Rusia dieron nuevo oxígeno a sus relaciones con la firma de varios acuerdos para reactivar el intercambio comercial, en un contexto en que la ideología de antaño cedió al pragmatismo de los negocios.

Los convenios fueron el plato fuerte de la visita oficial iniciada este jueves del primer ministro ruso Mijaíl Efimovich Fradkov, quien sostuvo conversaciones privadas con el presidente cubano en funciones, Raúl Castro, en un clima calificado de "cordial y amistoso" por la prensa oficial cubana.

En esas pláticas, Castro y Fradkov "identificaron" sectores de la economía cubana que podrían ser objeto de negocios conjuntos u otras formas de colaboración, entre ellos la industria biotecnológica, de acuerdo con fuentes del país anfitrión.

Los acuerdos firmados incluyen uno que permite la reestructuración de la deuda que Cuba mantiene con Rusia, por 166 millones de dólares, y otro para el otorgamiento de un crédito a La Habana por 350 millones de dólares que permitirá financiar suministros rusos de mercancías y servicios a este país caribeño.

También fueron suscritos los respectivos acuerdos técnico-bancarios para la marcha y puesta en práctica de la reestructuración y del nuevo préstamo, así como un convenio sobre colaboración técnico-militar, del cual no se brindó detalles.

Cuba dejó de recibir armas y repuestos de Moscú entre 1990 y 1991, en coincidencia con el colapso de la Unión Soviética. En 1993, Raúl Castro calculó que el valor del armamento cubano en tres décadas de cooperación militar desde los años 60, en unos 10.000 millones de dólares, a "precios viejos", supuestamente vigentes hasta fines de los 80.

Medios de comunicación rusos estimaron en 125 millones de dólares el intercambio comercial bilateral en 2005, monto que se espera incrementar con el nuevo crédito anhelado desde hace mucho tiempo, según señaló Alejandro Mustellier, presidente de la sección cubana del Comité Empresarial Rusia-Cuba.

Esa entidad, a la que están asociadas unas 70 empresas rusas y sus contrapartes cubanas, fue creada en 2005 para promover el comercio bilateral. El Comité realizó este viernes en La Habana su segundo encuentro para hacerlo coincidir con la visita de Fradkov.

"El crédito otorgado va a favorecer que logremos un nuevo nivel en nuestras relaciones comerciales. Es un primer paso para el desarrollo de ese intercambio", comentó a IPS Andreivich Kozachuk, ejecutivo de Karachanov, una firma dedicada a la fabricación de elevadores, montacargas, grúas y otros equipos similares.

Odalys Seijo, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Cuba, coincidió con ese criterio. "Esos nuevos acuerdos fortalecerán los vínculos económico-comerciales", indicó a IPS poco antes de iniciarse el encuentro de negocios en el que participaron representantes de unas 30 empresas del país euroasiático.

Industrias del sector automotor terrestre, naval y aéreo participan además en la Feria Internacional del Transporte, visitada por Fradkov en un recorrido que también incluyó el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, institución líder del desarrollo científico cubano.

"Parece que hay voluntad y deseo de ambas partes de conservar buenas relaciones, pero hay que acostumbrarse a un nuevo contexto", comentó a IPS una fuente diplomática rusa, al recordar que su país es "una economía de mercado", mientras Cuba sigue siendo "socialista".

Hasta la desintegración de la Unión Soviética, en 1991, La Habana y Moscú mantuvieron una estrecha alianza política y económica, en la que Cuba tuvo un mercado preferencial para sus principales productos de exportación, como el azúcar, a la vez que los soviéticos la abastecían con unos 13 millones de toneladas de petróleo anuales.

Sin embargo, esa relación de amistad que hasta mediados de la década de los 80 se consideraba "indestructible" sufrió el impacto de la desaparición soviética y del bloque socialista en Europa oriental.

En una estrategia más pragmática y mucho menos ideológica que antaño, ambos países comenzaron a expresar su interés por recomponer los vínculos a principios de la actual década, contexto en el cual se efectuó la visita del presidente ruso Vladimir Putin, en diciembre del año 2000.

En esa ocasión, quedó "pendiente" de solución la deuda contraída por Cuba en tiempos de la Unión Soviética, y heredada por Rusia. Sin embargo, el asunto no figuró en la agenda de Fradkov.

Ese endeudamiento es estimado en unos 26.000 millones de dólares, aunque Cuba alega que sus antiguos socios tienen a su vez un débito de 30.000 millones de dólares de indemnización por el incumplimiento de los acuerdos a raíz de la desintegración de la Unión Soviética.

Una refinería de petróleo, situada en la ciudad de Cienfuegos, a 232 kilómetros de La Habana, y cuya construcción quedó inconclusa por esa época, fue retomada recientemente con apoyo de Venezuela y se espera que procese sus primeros barriles en el tercer trimestre de 2007.

Ese país sudamericano es en la actualidad el primer socio comercial de Cuba, a la que suministra entre 90.000 y 100.000 barriles diarios de crudo y sus derivados.

De acuerdo con fuentes venezolanas, se prevé que la refinería de Cienfuegos producirá unos 65.000 barriles diarios, pero un posterior proyecto de conversión profunda la dejaría en condiciones de duplicar su capacidad a 120.000 barriles por día y procesar crudos pesados.

En las nuevas condiciones comerciales, Rusia tendría que competir con China, que hoy es el tercer mayor socio de Cuba, detrás de Venezuela y España. En la actualidad, ese país asiático apoya la educación, la explotación petrolera, las minas de níquel, el desarrollo tecnológico y la infraestructura en materia de transporte.

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