A la altura de los 80 años y la experiencia de más de media vida al frente de Cuba, Fidel Castro parece vislumbrar el inicio de una época diferente a la que le tocó vivir, pero también a la que por décadas han promovido sus peores enemigos en Estados Unidos y el resto del mundo.
"La época ha cambiando, es nueva y sin precedentes", dijo el mandatario en un video transmitido la noche de la víspera por la televisión estatal con imágenes de una visita que le realizara horas antes su par de Venezuela, Hugo Chávez, a su regreso de una gira por China, Malasia, Siria y Angola.
Para Castro, en proceso de recuperación de la operación de urgencia que lo apartó del poder el 31 de julio, los tiempos están cambiando y también los pueblos. "Surgen estadistas brillantes, audaces y valientes con nuevas ideas como tú; nuevas ideas de lo que esta época tan difícil necesita", afirmó en un mensaje entregado por escrito a Chávez.
Con la misma certeza que promueve un continuismo del sistema socialista en la isla más allá de su desaparición física, Castro parece ahora seguro de que con él no desaparecerá el frente internacional que abrió contra Estados Unidos y los países más ricos, donde muchas veces se encontró en solitario.
Como para reafirmar esta tesis, el conductor del espacio televisivo oficial Mesa Redonda agradeció la presencia del mandatario venezolano y comentó que el visitante realizará una importante intervención en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), del 11 al 16 de este mes en La Habana.
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Aunque observadores en esta isla caribeña estiman que Castro podría intentar asistir a la última sesión de la cita de este bloque de 116 países en desarrollo, fuentes cercanas al gobierno lo consideran poco probable. Uno de sus hijos, Fidel Castro Díaz Balart, dijo en Brasil que la recuperación de su padre podría extenderse por seis meses, reportó la prensa este viernes.
La ausencia del mandatario cubano de la cumbre del NOAL se vislumbró desde el mismo 31 de julio, cuando en un primer mensaje público tras su operación afirmaba que la cumbre "deberá recibir la mayor atención del Estado y la Nación cubana para celebrarse con el máximo de brillantez en la fecha acordada".
La "orientación" aparecía como un complemento a la "delegación provisional" de sus cargos al frente del Consejo de Estado, el Partido Comunista y el ejército, en su hermano Raúl, de 75 años, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su cercano colaborador desde el inicio de las luchas contra el dictador Fulgencio Batista, en 1953.
Tras varias semanas de incertidumbre y escasa información sobre la salud de Castro, considerada en la isla "un secreto de Estado", las autoridades del país empezaron a emitir señales de normalidad con las apariciones públicas de máximos dirigentes como el mismo Raúl Castro y el vicepresidente, Carlos Lage.
En esa línea se inserta también la designación del fundador de los servicios de inteligencia y seguridad interior, el comandante de la revolución Ramiro Valdés, como ministro de la Informática y las Comunicaciones, la primera decisión de este tipo tomada al cumplirse un mes del gobierno interino de Raúl Castro.
Tras su destitución como ministro del Interior, en 1986, Valdés se había mantenido como director de empresas del sector electrónico y alejado de las altas esferas de poder.
Pero la confianza que la máxima dirección comunista tiene en él volvió a salir a flote cuando, en 1997, encabezó la misión que localizó en Bolivia y trasladó a Cuba los restos del guerrillero de origen argentino Ernesto Che Guevara, asesinado en ese país del altiplano andino sudamericano 30 años antes.
Con el nombramiento de Valdés aumenta la presencia militar en los principales puestos gubernamentales y se refuerza el papel de la "generación histórica" en un momento en que, fuera y dentro de la isla, crecen las apuestas a favor de la sucesión o la transición en la llamada "Cuba post-Castro".
"Vas bien Fidel", dijo Chávez durante el video de unos siete minutos de la visita que, según fuentes oficiales cubanas, se extendió por dos horas. "Noto franca mejoría del paciente, notable a simple vista", afirmó el mandatario venezolano en palabras que parecían dirigidas a la población cubana que vería el programa.
Las primeras imágenes fílmicas de Castro, tras haber sido operado de un padecimiento abdominal con pronósticos reservados, fueron transmitidas el 13 de este mes y mostraron otra visita de Chávez, en ocasión del cumpleaños 80 de su amigo cubano. Aunque hasta el momento no se habían reportado otros viajes del presidente venezolano a Cuba en los últimos 30 días, tanto la televisión estatal cubana como el propio Chávez se refirieron a esta última escala como su tercer encuentro con Castro desde la operación quirúrgica.
A su arribo a Caracas, Chávez anunció la designación de un nuevo embajador de su gobierno en La Habana y reiteró su mensaje de optimismo. "Fidel se ha recuperado bastante de la dolencia de la que ha venido sufriendo. Esta mañana conversamos más de dos horas. Analizábamos la situación mundial", indicó.
Para el puesto diplomático fue designado el ex canciller Alí Rodríguez, quien también tuvo a su cargo el Ministerio de Energía y Minas, fue presidente de la estatal Petróleos de Venezuela SA y luego de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.