Leyes restrictivas, amenazas de gobiernos, controles y procesamientos judiciales configuran un preocupante panorama para la prensa africana, advirtieron un centenar de representantes de medios de comunicación del continente en la capital de Kenia.
"Los medios reciben amenazas de todos lados por la legislación draconiana, las amenazas del Ejecutivo y de los jueces, que encierran a periodistas por cualquier cosa. Se trata de terrorismo judicial", dijo Wilfred Kiboro, presidente del conglomerado keniata Nation Media Group.
La situación de Zimbabwe recibió atención especial en la conferencia de esta semana, patrocinada por la Universidad para la Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La controvertida Ley de Acceso a la Información y Protección de la Privacidad, aprobada en 2002, obliga a los periodistas y empresas periodísticas en la estatal Comisión de Información y Medios de Comunicación, y prevé penas de prisión de hasta dos años para los infractores.
"Desde su introducción, la ley sirvió para acosar a docenas de periodistas y para cerrar diarios, incluido el Daily News, el único independiente en Zimbabwe", indicó el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, en su informe "Ataques a la prensa en 2005".
Otros mecanismos de coacción constan en el código penal aprobado el año pasado, según el cual la publicación de noticias falsas y las declaraciones sobre la presidencia consideradas abusivas e indecentes son delitos para los que se prevén abultadas multas y hasta 20 años de prisión.
Esta severa legislación, junto con el monopolio estatal de los medios, privó a los zimbabwenses de todo análisis independiente de los acontecimientos que suceden en su país.
"El país volvió a reglamentar los medios para restringir las libertades de expresión y de prensa", señaló en la conferencia de Nairobi el presidente del departamento de democracia y medios de comunicación, Fackson Banda, de la sudafricana Universidad de Rhodes.
En muchos casos, no sólo se silenciaron las voces independientes sino que también se las obligó a abandonar el país.
"Elisabeth Witchel, del CPJ descubrió que al menos 90 periodistas de Zimbabwe, entre ellos los más destacados, viven exiliados en Sudáfrica, otras naciones africanas, Gran Bretaña y Estados Unidos, lo que los convierte en el mayor grupo de periodistas exiliados del mundo", dice el informe.
El caso de Zimbabwe no es el único en África. Periodistas de otras naciones de este continente también sufren la mano dura del gobierno.
"Los países están reglamentando otra vez, en lugar de desregular. Por eso la prensa está bajo fuego", indicó Banda.
Eso puede tener consecuencias funestas para la salud política y económica de los países.
"Hay muchos riesgos si los gobiernos comienzan a reglamentar demasiado los medios de comunicación. Habrá un manejo inadecuado y una mala gobernanza allí donde la corrupción no sea denunciada. Pueden haber muchas acciones indebidas cuando se silencia a la prensa", dijo a IPS Pär Granstedt, de la organización Parlamentarios Europeos por África.
"La transparencia es muy importante en los asuntos gubernamentales y sólo se los puede supervisar con libertad de prensa. Aquí es dónde políticos y medios de comunicación deben juntarse y asegurarse de establecer leyes que la fomenten".
La legisladora ugandesa Mary Karooro Okurut, considera que las negociaciones políticas al respecto mejorarán si las organizaciones de medios unen fuerzas para presionar a las naciones africanas para que aprueben una legislación que garantice la libertad de prensa.
"Necesitamos una organización que aglutine a muchas más y que lleve el asunto ante la Unión Africana (UA) para que en todo el continente haya normas similares. No sirve que cada país adopte su propia postura", dijo a IPS en el encuentro.
"Si queremos que África se desarrolle, necesitamos medios de comunicación independientes, y no sólo en algunos países, sino en todos", agregó.
La sugerencia de Okurut parece factible para Desmond Orjiako, asesor en comunicaciones de la región de los Grandes Lagos para la UA, bloque integrado por los 53 países del continente.
"Si la organización continental logra presentar buenos argumentos ante la cumbre o el consejo de ministros de la UA, será posible consagrar la libertad de prensa en toda África", indicó.
Pero en algunos países será muy difícil obtener una legislación que asegure la libertad de prensa, según se desprende del listado de naciones censuradores que elabora todos los años el CPJ y cuya última edición se conoció en mayo.
Tres naciones africanas, Eritrea, Guinea Ecuatorial y Libia, figuran entre las 10 más censuradoras del mundo.
Eritrea es el único país de África subsahariana sin medios de prensa privados. En los últimos cinco años, 15 periodistas fueron a prisión en esta nación de África oriental, indica el informe de CPJ.
En Guinea Ecuatorial hay muy pocos periódicos privados, y sufren intensas restricciones políticas y financieras, según esta organización.
"La emisora estatal Radio Malabo emite canciones que amenazan a los ciudadanos para que no se pronuncien contra el régimen. En las elecciones parlamentarias de 2004, el canal estatal calificó a los candidatos opositores de 'enemigos' del país", dice el documento de la CPJ.
"La radio oficial describió a (el presidente Teodoro) Obiang como un 'Dios del país' con poder absoluto sobre los hombres y las cosas", añadió.
En Libia, la prensa es víctima del "control más riguroso del mundo árabe". Además, el informe sostiene que el asesinato, aún no resuelto, del periodista Dayf al-Ghazal al-Shuhaibi, el año pasado, "envió un inequívoco mensaje ante cualquier posible cuestionamiento". ***** + Universidad para la Paz, en inglés (http://www.upeace.org/) + Comité para la Protección de Periodistas, (http://www.cpj.org/CPJespanol/cpjespanol.html) + Parlamentarios Europeos por África (http://www.awepa.org/) + Los 10 países donde existe más censura, (http://www.cpj.org/censored/Censored_spa.pdf) (FIN/IPS/traen-vf-mj/jm/jh/af ic hd ip/06)