MÉXICO: Izquierda entre la protesta callejera y el parlamento

La izquierda mexicana sigue sintiéndose víctima de un fraude electoral que los jueces no han visto y baraja la creación de un gobierno paralelo, mientras las encuestas indican una caída de su popularidad, que en julio había llegado a un pico histórico.

"México se encamina hacia una situación de potencial violencia, por lo que urge un acercamiento racional entre los actores para bajar la tensión", dijo a IPS el politólogo Miguel Bañuelos, asesor de dirigentes políticos.

El discurso subió de tono en la izquierdista Coalición por el Bien de Todos que postuló a la Presidencia al ex alcalde de la capital, Andrés López Obrador, cuando el máximo tribunal electoral refrendó el lunes, en principio, su derrota en las elecciones del 2 de julio e informó que no encontró evidencias de un fraude.

Desconocer al nuevo gobierno y declarar a López Obrador presidente "legítimo" en una asamblea, son algunos de los planes que baraja la coalición, integrada por el mayoritario Partido de la Revolución Democrática (PRD), y los pequeños Convergencia y del Trabajo, si finalmente se confirma la derrota.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene hasta el 6 de septiembre para declarar la validez de las elecciones y en su caso proclamar al presidente electo. Observadores vaticinan que validará la elección y confirmará como ganador al candidato del gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, quien debería asumir el 1 de diciembre.
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Calderón advirtió que no permitiría que la voluntad expresada en las urnas fuera violentada por "unos pocos". No obstante, se dijo dispuesto a dialogar con la izquierda.

México está cosechando el encono sembrado en las campañas previas a la elección, pero también las injusticias sociales existentes y no resueltas que históricamente separan a su población, dijo el historiador Lorenzo Meyer.

López Obrador pide a sus seguidores que luchen en las calles para cambiar las instituciones políticas y electorales.

El país "necesita una revolución", sostiene. A su entender, "los cambios más importantes en México nunca se han producido a través de la política convencional sino en las calles".

Para Manuel Camacho, diputado elegido por el PRD, cuando el tribunal emita su último fallo, la coalición enfrentará la disyuntiva de elegir entre las calles o los ámbitos institucionales para llevar adelante sus demandas.

En opinión del politólogo Bañuelos, la izquierda ha optado por los dos escenarios, pues sus candidatos asumieron sus escaños en el Poder Legislativo y prometieron respetar las leyes.

Tras los comicios de julio, en los que López Obrador quedó apenas 0,58 por ciento detrás de Calderón y los candidatos de la izquierda conquistaron el mayor número de escaños legislativos de su historia, el apoyo social a ese sector ha ido cayendo, según encuestas.

¿Si hoy fueran la elecciones, por quién votaría?, preguntó el diario Reforma a 1.555 ciudadanos entre el 18 y el 20 de agosto. Cuarenta y tres por ciento de los consultados contestaron Felipe Calderón y 24 por ciento, López Obrador. La encuesta tiene una margen de error de 2,5 por ciento, dijeron sus autores.

En los comicios, las preferencias de los votantes se dividieron en casi 35 por ciento para cada uno.

En la misma encuesta de Reforma se preguntó a los entrevistados cómo calificarían, en un rango de uno al 10 la conducta de los actores políticos después de las elecciones. López Obrador recibió 4,1 en promedio, Calderón 7,1, el presidente Vicente Fox 6,6 y el Instituto Federal Electoral, al que la izquierda califica de parcial y uno de los gestores del fraude, 7,1.

Los reclamos del PRD contra las irregularidades registradas en los comicios se acompañaron de movilizaciones populares. Los simpatizantes de la izquierda levantaron a fines de julio un campamento en Reforma y el Zócalo, calle y plaza céntricas de la capital, la principal acción de protesta civil que se mantiene vigente.

Pero la campaña continuará. El PRD advirtió que sus legisladores y activistas "cobrarán" este viernes a Fox los agravios proferidos por éste y por el sistema electoral.

Por ley, el mandatario deberá acudir ese día a la Cámara de Diputados para presentar su último informe anual de labores antes de dejar el cargo el 1 de diciembre.

La coalición promete "dejar en claro" su protesta contra Fox a quien considera uno de los principales actores de la campaña para evitar que la izquierda alcanzara el poder, inclusive mediante el apoyo ilegal a Calderón. Sigue siendo una incógnita qué forma adoptará dicha protesta.

El 15 de septiembre, fecha en la que tradicionalmente el presidente encabeza una conmemoración en el Zócalo del primer grito de independencia de España, la izquierda realizará su propio acto en el mismo lugar.

El día 16, cuando el ejército lleva a cabo un desfile militar por Reforma finalizando en el Zócalo, la coalición izquierdista planifica celebrar una asamblea nacional en la que posiblemente se elija a López Obrador como presidente.

"La violencia se está cocinando, hay que apagar pronto su fogón antes de arrepentirse", expresó Bañuelos.

Para el antropólogo Roger Bartra, de la Universidad Nacional Autónoma de México, es necesario que la ciudadanía genere presión para obligar a los actores políticos a conciliar. "Necesitamos domesticar a nuestros políticos y evitar que tiren tanta basura a la sociedad", apuntó.

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