Tras una huelga de hambre de 32 días dentro de la sede del gobierno de la provincia argentina de Chaco, los indígenas de este norteño distrito llegaron a un acuerdo con las autoridades y levantaron la protesta. No obstante, aseguran que la campaña por su derecho a la tierra apenas comienza.
"Estamos muy contentos con este acuerdo, que se logró sin bajas", declaró el presidente del Instituto del Aborigen Chaqueño (Idach), Orlando Charole, tras la firma del acta. Pero, con cautela, el dirigente alertó que "la lucha es larga y recién empieza", sólo se trata de "una tregua en el camino".
"Ya está advertido el gobernador (de Chaco) Roy Nikisch, que no quiso firmar el documento", dijo el dirigente. "El pueblo indígena no dudará en recurrir a medidas de fuerza inclusive con más rigor en cuanto no se cumpla alguno de los puntos comprometidos", añadió en conferencia de prensa.
Exhaustos, los nueve ayunantes que restaban de la drástica medida iniciada por 12 indígenas el 21 de julio agradecieron mediante un comunicado que "la letra muerta de la ley se transforme hoy en letra resucitada". También se manifestaron "alegres" de iniciar "una nueva etapa" en la historia de las naciones aborígenes de Chaco.
Los ahora ex huelguistas tienen previsto retornar cuanto antes a sus comunidades en el interior provincial, pero los médicos que los asistieron recomendaron que permanezcan en observación por unos días en Resistencia, la capital provincial ubicada 700 kilómetros al norte de Buenos Aires.
El grupo de protesta permaneció estos 32 días sin ingerir alimentos en un despacho sin ventanas del cuarto piso de la sede gubernamental, donde dormían en el suelo, sobre una mesa o en sillas. Rodeados por la policía, los indígenas sólo salían para ir al baño o para bajar al hall central a dialogar con periodistas o dirigentes sociales.
El día 7 uno de los huelguistas debió ser hospitalizado y, al ser dado de alta, no se reincorporó al ayuno por prescripción médica. Otros dos abandonaron la medida a mediados de mes como señal de buena voluntad al comenzar el diálogo para el acuerdo que se alcanzó finalmente este martes.
Uno de los más activos funcionarios en torno a este conflicto, el ministro de Gobierno provincial, Hugo Matkovich, valoró "la voluntad de diálogo" que permitió destrabar el conflicto.
Matkovich explicó que "se trató de volcar en el papel todas las cuestiones que hacen a la problemática indígena" y se comprometió a "seguir trabajando por cada uno de los puntos" acordados.
Respecto de los temas más difíciles de resolver en lo inmediato, como las denuncias por la entrega irregular de tierras fiscales en la última década o el pedido de renuncia de un intendente acusado de discriminar a los aborígenes, el funcionario admitió que, "cuando haya dudas, será la justicia la que decida cómo seguir".
En Chaco, donde se registran los índices de pobreza e indigencia más altos del país, viven unos 60.000 integrantes de las etnias mocovíes, tobas y wichís. Se trata de una parte importante de los 400.000 aborígenes que se estiman habitan los 24 distritos del país según una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Walter Zanuttini, abogado de Idach, explicó a IPS que con el ayuno se consiguió la adjudicación de un número de tierras para comunidades y pequeños productores indígenas, se obtuvo la promesa de entrega de títulos de propiedad de una cantidad de predios ya ocupados y la confirmación de los maestros bilingües.
También se comprometió un mayor presupuesto para el Idach, que es un organismo gubernamental autónomo. El funcionario encargado de presidirlo, en este caso Charole, es elegido por las comunidades aborígenes.
Por este acuerdo, que se suma al apoyo prometido por el gobierno nacional, el Idach tendrá 1,3 millones de dólares para insumos destinados a la labor rural de los indígenas y a viviendas para sus familias, informó el abogado.
"La gente está muy conforme, es la mayor protesta de indígenas en la historia de Chaco y hay mucho entusiasmo por el resultado", aseguró.
Respecto de las tierras irregularmente otorgadas, que se estima son más de tres millones de hectáreas, Zanuttini adelantó que "habrá novedades" en el proceso judicial por corrupción en la entrega de los lotes que se tramita.
La crisis que tuvo como protagonistas a los indígenas en Chaco había estallado en mayo, cuando llegaron caminando desde el interior provincial hasta Resistencia a fin de denunciar la entrega irregular de predios estatales a privados durante más de una década desde los años 90.
Por la ley provincial, esas tierras debían ser entregadas a los pueblos originarios o a pequeños productores independientes, con apoyo para su desarrollo. Pero nada de eso ocurrió. El local Centro de Estudios Nelson Mandela asegura que el Instituto de Colonización provincial, el ente estatal encargado de administrar esas tierras, las vendió a particulares a un precio simbólico y en extensiones que superan lo permitido.
Las comunidades también apuntaron la falta de apoyo financiero del gobierno al Idach y la renuncia del intendente de la localidad de Villa Bermejito, Lorenzo Heffner, acusado de discriminarlos.
Pero el gobernador Nikisch, de la Unión Cívica Radical, se negó a recibirlos para un diálogo, convencido de que el conflicto indígena había sido fomentado por el gobierno nacional del centroizquierdista Néstor Kirchner, del histórico Partido Justicialista (peronista).
Los indígenas montaron un campamento frente a la casa de gobierno que llegó a contar con más de un millar de participantes. Sólo este martes y tras la firma del acuerdo es que los manifestantes se preparan para volver a sus comunidades luego de tres meses de ausencia.
Pero la etapa más dramática de la crisis comenzó el 21 de julio, cuando tras un mes de infructuosas negociaciones entre el gobierno y el Idach 12 indígenas rechazaron una pobre oferta oficial y resolvieron quedarse en huelga de hambre allí mismo, en una oficina de la sede gubernamental.
A lo largo del mes hubo gestiones de funcionarios del gobierno y legisladores nacionales, de parlamentarios provinciales, dirigentes políticos y sociales de Chaco y representantes de las comunidades indígenas, pero sólo este martes se llegó a un acuerdo que satisface, al menos por ahora, los requerimientos de los ayunantes. ***** + Centro de Estudios Nelson Mandela (http://www.centromandelachaco.com.ar).
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