Iniciado el recuento parcial de votos de los comicios presidenciales mexicanos del 2 de julio, la coalición opositora Por el Bien de Todos intensificó su resistencia pacífica exigiendo un cómputo total. El gobierno replicó que no caería en provocaciones y descartó el uso de la fuerza contra las protestas.
Tras las elecciones presidenciales, el candidato oficialista Felipe Calderón, del gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), superó en 0,58 por ciento de votos al izquierdista Andrés López Obrador, de la coalición Por el Bien de Todos, quien impugnó la contienda y llamó a la resistencia civil con el fin de forzar un recuento total de sufragios.
La coalición opositora está conformada por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y los pequeños Partido del Trabajo y Convergencia.
El sábado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación descartó un recuento total de votos debido a que la coalición no impugnó los resultados de los 300 distritos electorales, por lo que los magistrados ordenaron un recuento parcial en 11.839 mesas de votación de 149 distritos.
El recuento se realiza de manera simultánea en 26 de los 31 estados del país y en la capital mexicana, encabezado por 192 jueces de distrito, representantes de los partidos políticos y coaliciones.
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Germán Martínez, representante del PAN ante el Instituto Federal Electoral (IFE) —organismo encargado de organizar y conducir los comicios y cuyo papel ha sido duramente cuestionado— expresó que la coalición de izquierda "no encontrará ahí la diferencia que ya les lleva de manera definitiva Felipe Calderón".
Por su parte, Ricardo Monreal, uno de los dirigentes de la coalición Por el Bien de Todos, dijo este miércoles que no avalarían el resultado del recuento debido a que al iniciar el nuevo escrutinio en 15 distritos se detectó que las urnas carecían de los sellos colocados el 6 de julio tras el cómputo de las actas.
Las bodegas donde se guardan las urnas en los 300 distritos electorales están vigiladas por el ejército, por lo que sólo mediante una orden judicial pueden ser abiertas. Hasta el momento la coalición no ha denunciado semejante extremo ante las autoridades. El recuento concluirá este domingo, pero la calificación de los comicios tendrá lugar entre el 1 y el 6 de septiembre, cuando el Tribunal Electoral determinará si la contienda fue limpia, sólo entonces, y ya desahogadas todas las impugnaciones, estará en condiciones de entregar la constancia al ganador.
El Tribunal Electoral evaluará las condiciones en torno al recuento parcial. Esto le permitirá detectar las posibles irregularidades denunciadas por los contendientes o, en su caso, constatar que el proceso se desarrolló con anormalidades, pero que no afectaron el resultado.
"Sólo en caso de que se detecten irregularidades que afecten la elección, el Tribunal Electoral podría ordenar abrir más urnas, pero esto lo determinará terminada esta fase de la impugnación", explicó Lorenzo Córdova, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México.
En tanto, integrantes de la coalición izquierdista encabezan actos de protesta en la ciudad de México, donde bloquearon por varias horas los accesos a los edificios de los bancos Banamex, BBV Bancomer y HSBC, oficinas gubernamentales y casetas de peaje de autopistas en cuatro puntos que confluyen en la capital.
Las protestas son temporales y hasta el momento no se han registrado enfrentamientos con los cuerpos policiales ni con ciudadanos molestos con los bloqueos, como sucede con la instalación de campamentos, desde el 30 de julio, en el principal corredor turístico y en el Zócalo (la plaza principal) capitalino.
"La Presidencia de la República no habrá de caer en ningún tipo de provocación de alguien que quiera que haya una reacción desmedida de las fuerzas del Estado, eso nunca va a ocurrir en este gobierno. Este gobierno garantiza las libertades del texto constitucional para todos los ciudadanos", expresó el portavoz presidencial Rubén Aguilar.
Las acciones de resistencia civil también comprenden manifestaciones en todos los actos públicos en donde se presente el presidente Vicente Fox.
Como parte de una gira por el central estado de Puebla, el mandatario fue increpado por un activista que extendió un cartel con la leyenda: "Fox, traidor de la democracia". En su discurso, Fox resaltó que un logro de su gobierno fue garantizar la libertad de expresión para todos y pidió mesura al emplear calificativos, pues "nadie debe llamar traidor a nadie".
A pesar de que el Tribunal Electoral no ha calificado los comicios ni declarado a un vencedor, Calderón continúa con los preparativos para asumir la Presidencia el 1 de diciembre.
El postulante se reunió con los legisladores electos del PAN a quienes pidió tejer alianzas con la oposición en el parlamento para allanar la aprobación de las iniciativas de su gobierno, que se extendería hasta 2012, si resulta ganador.
Mientras tanto, López Obrador dijo a sus seguidores instalados en campamentos en el Zócalo, que no se quedará con los brazos cruzados ante lo que calificó de "fraude electoral".
Pidió a quienes no votaron por él que comprendieran las causas de la resistencia civil y les propuso sumarse a la lucha para "evitar una imposición" encabezada por "los poderosos", en referencia a los empresarios, que se oponen a un nuevo proyecto de gobierno distinto a los intereses de la derecha.