El candidato presidencial de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, rechazó el sábado el fallo de la justicia electoral en contra de su pedido de recuento total de los votos emitidos en los comicios del 2 de julio.
López Obrador anunció que su coalición Por el Bien de Todos mantendrá las acciones de resistencia civil iniciadas el 30 de julio, pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial estableció un conteo de apenas 9,7 por ciento de de los sufragios.
El líder y candidato del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) advirtió que a los siete integrantes del Tribunal Electoral "les faltó altura para aceptar el recuento" total de los votos, y aseguró que mantendrá firme su exigencia de un nuevo escrutinio.
Los siete magistrados rechazaron por unanimidad el recuento de los 41 millones de sufragios, pero dijeron haber encontrado inconsistencias que les obligan a disponerlo en 11.839 de las 50.000 mesas receptoras de votos, situadas en 149 de los 300 distritos electorales del país.
La decisión del Tribunal Electoral fue acatada de inmediato por el gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), cuyo candidato presidencial, Felipe Calderón, logró una ventaja de 0,58 por ciento de los votos, según el órgano responsable del proceso, el Instituto Federal Electoral (IFE).
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El representante del PAN ante el IFE, Germán Martínez, confió en que el cómputo parcial despejará las dudas sobre la transparencia del proceso y confirmará el triunfo de Calderón.
El fallo del Tribunal Electoral también fue respaldado por el minoritario Partido Alternativa Social, de reciente creación, para el cual el órgano judicial dio un paso en la dirección correcta para responder a las impugnaciones de la coalición Por el Bien de Todos.
Asimismo, llamó a los otros partidos y coaliciones a acatar la resolución, pues "el recuento de los votos total o parcial puede contribuir a dar mayor certidumbre al resultado y (a la) gobernabilidad del presidente electo"
También el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), el gran derrotado en los comicios al perder un escaño legislativo y convertirse en la tercera fuerza política de un país que gobernó durante 71 años, avaló el fallo, al que calificó de "lógico y consistente" con la ley electoral.
El PRI consideró que el recuento parcial de votos ayudará a esclarecer la elección presidencial y permitirá construir un ambiente de diálogo político y un ejercicio pleno de la pluralidad democrática rumbo al cambio de gobierno.
El diputado Pablo Gómez, del PRD, llamó a Calderón a abstenerse de declaraciones triunfalistas, pues aún no concluyó la calificación de la contienda y, por lo tanto, el país carece de un presidente electo.
A pesar del desacuerdo del PRD con la decisión del Tribunal, dado que no contempla las aspiraciones formuladas en la impugnación, Gómez admitió que sería prudente esperar el recuento de votos confirmar o descartar la posible alteración de los cómputos para beneficiar la candidatura de Calderón.
Por su parte, el portavoz del PAN César Nava exhortó a López Obrador a aceptar con madurez política la decisión del tribunal electoral, al tiempo que descartó que existan condiciones para que los seguidores del candidato izquierdista recurran a la violencia.
Ante sus seguidores concentrados en campamentos instalados en el Zócalo, principal plaza pública de la ciudad de México, López Obrador reprochó al Tribunal Electoral haber ignorado la demanda de un recuento total de los votos.
La coalición Por el Bien de Todos tiene pruebas de inconsistencias aritméticas en 72.000 de las poco más de 130.000 actas, aseguró.
López Obrador insistió en que estas inconsistencias son una razón de peso para ordenar el recuento total de los sufragios.
Pero el Tribunal Electoral precisó al emitir su fallo que la coalición no presentó impugnaciones para los 300 distritos, por lo que se analizaron únicamente los casos documentados, de los cuales se desecharon 25.
Según López Obrador, los argumentos de los magistrados para determinar el recuento de apenas 9,07 por ciento de las mesas de votación son "endebles".
Ante sus seguidores, que constantemente lo interrumpían entonando consignas como "voto por voto, casilla por casilla", "fraude", "no estás solo" y "si no hay solución, habrá revolución", el candidato presidencial izquierdista dijo que no cederá en su lucha por limpiar la elección.
Agregó que no está dispuesto a permitir que el gobierno siga en poder de la derecha, lo cual, que en su opinión, reduciría las conquistas laborales y beneficiará a los grandes empresarios.
"El gobierno de la derecha va a disminuir los salarios de los trabajadores, aumentará el desempleo y la emigración. No vamos a permitir la imposición porque no queremos que se sigan entregando bienes nacionales, no queremos la privatización de la industria eléctrica", expresó López Obrador, ante una muchedumbre que avalaba todo lo que decía.
El candidato izquierdista también preguntó a sus seguidores si estaban dispuestos a mantener la exigencia del recuento total de votos y los campamentos de la resistencia civil, a lo que la multitud respondió afirmativamente.
El recuento de los votos de las 11.839 mesas de votación comenzará el 9 de agosto y durará cinco días. Al cabo del proceso, el Tribunal Electoral ajustará el cómputo del IFE, que favorece a Calderón con un 0,58 por ciento de ventaja. (FIN/IPS/ar/mj/ip hd mx sl/06)