ELECCIONES-MÉXICO: Conflicto con munición para años

«Disculpe las molestias, democracia en construcción». Carteles con esa frase acompañan a unas 8.000 personas que cumplieron este martes 17 días ocupando una avenida y una plaza en el centro de la capital mexicana, en las que prometen seguir hasta que el izquierdista Andrés López Obrador sea declarado presidente.

"Que la elección (presidencial del 2 de julio) ganó López Obrador es la única verdad que puede existir", dice a IPS el ex albañil Pedro Arredondo, de 73 años, quien pernocta desde el 30 de julio en una de las tiendas de campaña levantada sobre el asfalto de la avenida Reforma, convertido ahora en un gigantesco campamento.

Cerca de Arredondo algunos jóvenes patean un balón de fútbol, otros miran televisión sentados alrededor de mesas o juegan dominó y cartas. También hay quienes hacen fila para recibir algo de comida o charlan animadamente bajo grandes techos plásticos, alumbrados por reflectores facilitados por la alcaldía de la capital, que hasta 2005 comandó López Obrador.

"No nos moveremos de aquí hasta que nuestro candidato sea proclamado presidente y así se deseche el fraude para darle el triunfo al candidato de la derecha", señala el anciano Arredondo, quien se declara convencido de que los "poderosos y los empresarios nos quieren robar la elección".

El recuento oficial de votos de las elecciones presidenciales del 2 de julio dio el triunfo a Felipe Calderón, del gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN) sobre López Obrador, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) por apenas 0,58 por ciento de diferencia en casi 42 millones de votos.
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El PRD afirma que hubo fraude. Para probarlo presentó denuncias ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuyos magistrados deberán emitir un juicio final e inapelable sobre las elecciones antes de que finalice agosto.

El Tribunal podría otorgar el triunfo a Calderón, revertir el resultado e incluso anular los comicios.

Siguiendo el curso iniciado en la campaña electoral, la ciudadanía, los políticos y los analistas permanecen profundamente divididos. Unos aseguran que hubo fraude e inequidad en las elecciones, mientras otros, incluidos algunos observadores internacionales, sostienen que el proceso se desarrolló sin mayores problemas y que se debe esperar que las instituciones den su veredicto final.

En las calles y en los medios de comunicación las opiniones encontradas se manifiestan con claridad. Unos están molestos por la actitud del PRD y los problemas económicos y de tráfico que su estrategia de protesta genera en la capital, pero otros las justifican plenamente.

Además, el conflicto tuvo ya respuestas de violencia. El lunes, un grupo de seguidores de López Obrador, incluidos algunos legisladores del PRD, intentaron instalar un campamento en el acceso al edificio del Congreso legislativo en la capital, y fueron reprimidos por la policía a golpes, con el resultado de algunos heridos, aunque no de gravedad.

"Están cargados todos a favor de Calderón, los jueces, el gobierno y todos los del dinero quieren que ese señor sea el nuevo presidente. Pero no lo vamos a permitir por nada del mundo", dijo a IPS Florencia Salinas, una joven estudiante del estado sureño de Chiapas que junto a su novio y cinco amigos se sumó al campamento instalado en la avenida Reforma.

La estrategia de las protestas callejeras fue anunciada por López Obrador, quien desde el 8 de julio convoca cada fin de semana al Zócalo, la plaza principal del centro histórico de la ciudad, a sus simpatizantes para informarlos sobre los pasos que seguirá.

Carteles con la frase "No pasarás" junto a la fotografía de Calderón cuelgan sobre muchas casas de campaña y están prendidas en diversos lugares del campamento.

Además hay cartulinas donde se lee "No al fraude electoral, López Obrador presidente", "Por la patria, el poder popular", "No vamos a dejar que nos arrebaten la alegría, la esperanza y la dignidad. Tampoco el poder", "Voto por voto, casilla por casilla".

El Tribunal Electoral rechazó el pedido de realizar un recuento total de los sufragios, como solicitaba el PRD, alegando que esa fuerza política y su coalición Por el Bien de Todos (que integran además los pequeños partidos del Trabajo y Convergencia) no impugnaron lo actuado en todos los distritos electorales ni cuestionaron formalmente la totalidad de las casillas instaladas para la votación.

"Esto bastaría para considerar inatendible su pretensión de recuento generalizado de la votación en todas las casillas (130.477)", añadió el Tribunal.

Sin embargo, los jueces sí accedieron a inicios de este mes a realizar un nuevo conteo en 11.839 casillas, de las 50.000 denunciadas por el PRD, en las que hallaron motivos para hacerlo.

Dicho recuento finalizó el lunes por la mañana, si bien este martes se procedió a revisar una última casilla faltante. El Tribunal Electoral no ha divulgado los resultados. Pero para los jueces lo más importante de esa diligencia era obtener información sobre cuán limpios fueron los comicios, asunto sobre el que deberán emitir una sentencia final. Ahora los magistrados deberán entender en otras impugnaciones presentadas por los partidos.

Según el PRD, en el trámite de recuento se confirmó que hubo grandes irregularidades en los comicios. Al contrario, el PAN afirmó que se demostró la existencia de algunos problemas aritméticos, atribuidos a errores humanos, pero que la elección fue limpia.

Falta conocer el desenlace. Pero de momento puede afirmarse que el movimiento social y político que antes, durante y luego de las elecciones se generó en México en torno al candidato de la izquierda es un fenómeno que permanecerá por años, independientemente de quien sea el nuevo presidente, señaló a IPS el historiador y politólogo Lorenzo Meyer.

La mayoría de los votos que Calderón obtuvo en las elecciones presidenciales, provinieron del norte, donde viven los sectores más escolarizados y con mayores ingresos económicos.

En contraste, los que recibió el ex alcalde la capital fueron mayoritarios en la zona sur, proyectada desde la ciudad de México, donde también triunfó. Sin incluir los indicadores de desarrollo humano de la capital, se trata de las zonas más pobres del país.

Si Calderón es proclamado triunfador, López Obrador anunció que desconocerá el resultado y llamará a continuar con su "resistencia civil pacífica" incluso durante años.

El postulante convocó a un nuevo mitin político para el 15 de septiembre, fecha en que se celebra la independencia mexicana con una concentración popular cívica en el Zócalo. La movilización se repetirá al día siguiente, en coincidencia con un tradicional desfile militar en esa plaza.

"Estamos con el PRD porque tiene la razón. ¿Cómo se puede pensar que López Obrador perdió si en la campaña vimos que lo apoyaron en todos los lugares y que ahora millones lo acompañamos en todas las protestas?", pregunta Arredondo.

"Todo este apoyo que recibe ahora es la prueba más clara de que ganó", concluyó el anciano.

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