En las elecciones nacionales del 2 de julio en México, la izquierda logró una clara victoria en el sureño y empobrecido estado de Chiapas. Pero ahora, en los comicios para gobernador del distrito, apenas rasguña el triunfo e, incluso, podría revertirse una vez que finalice el escrutinio.
Al igual que en la competencia por la presidencia, cuyo desenlace aún se discute en tribunales, en las elecciones celebradas en la víspera en Chiapas el resultado fue sumamente parejo entre la izquierda y sus rivales.
Así lo indican los cómputos oficiales preliminares difundidos hasta las 13:00 horas local de este lunes, cuando se habían escrutado 94,1 por ciento de las casillas electorales.
El candidato de la izquierdista coalición Por el Bien de Todos, Juan Sabines, recibió 517.037 de los 1,1 millones de votos registrados, apenas 2.386 votos más que su competidor inmediato José Aguilar, del ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al que además apoyó el conservador Partido Acción Nacional (PAN), del presidente Vicente Fox.
En las elecciones presidenciales, el candidato por esta coalición, Andrés López Obrador, recibió en Chiapas 551.749 votos, 124.000 más que su inmediato competidor en ese estado, Roberto Madrazo, del PRI, y 336.000 más que Felipe Calderón, del PAN.
Empero, en el llamado a las urnas del domingo para elegir gobernador, Sabines supera sólo por 0,22 por ciento de los votos a Aguilar, una diferencia aún menor a la que le sacó Calderón a López Obrador, que fue de 0,58 por ciento de los votos y que llevó a la disputa en tribunales.
López Obrador interpuso denuncias legales sobre un presunto fraude y advirtió que, de no revertirse su derrota, mantendrá acciones de resistencia civil, como el campamento que sus seguidores instalaron desde fines de julio en calles céntricas de la capital mexicana.
"Chiapas funcionó como un laboratorio posterior a lo gestado en las elecciones presidenciales, esto es un país dividido y lleno de enconos", dijo a IPS el politólogo de Universidad Nacional Autónoma Modesto Jaime.
Tras los comicios del domingo en Chiapas, ambos candidatos a la gobernación se declararon triunfadores y anunciaron que defenderán esa condición antes los tribunales, última instancia que debe declarar un ganador y validar los resultados.
Se espera que en lo que respecta a las elecciones nacionales a fines de este mes el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dictará una sentencia.
A diferencia del ámbito nacional, cualquiera que sea resultado en Chiapas, el ganador pertenecerá al mismo espectro ideológico.
Es que Sabines perteneció al PRI hasta abril y Aguilar es parte de ese partido desde sus inicios como político.
Sabines se alineó con la coalición Por el Bien de Todos, integrada por el Partido de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, luego de no conseguir ser postulado a gobernador por el PRI.
"En Chiapas, la disputa entre la izquierda y sus rivales fue de membrete, pues al final los candidatos son personas que están en el mismo espectro ideológico de centro y hasta derecha", consideró Jaime.
El PAN había inscrito como su candidato a gobernador a Francisco Rojas, pero 10 días antes de las elecciones, renunció en favor del postulante del PRI, lo cual, según observadores, habla de las cercanía que se está fraguando entre esas fuerzas tras la elección presidencial.
El insurgente Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que se levantó en armas en Chiapas en enero 1994 en demanda de justicia para los pueblos indígenas para luego devenir en un actor político alejado de la violencia, no intervino ni opinó sobre los comicios para gobernador.
En parte de su zona de influencia, los municipios indígenas de Ocosingo y Yajalón, el ganador fue el candidato del PRI, según indicaron los datos del independiente Instituto Electoral de Chiapas.
En esas zonas, el EZLN combatió al ejército hasta la segunda semana de 1994, cuando el gobierno de entonces de Carlos Salinas (1988-1994) declaró un cese unilateral de hostilidades, la pobreza persiste a pesar de programas sociales gubernamentales y al trabajo asistencial de organizaciones no gubernamentales.
Entre 1990 y 2004, la pobreza medida por la proporción de personas que reciben menos de 250 dólares mensuales, aumentó en Chiapas de 20,5 a 27,8 por ciento, indica una investigación del Centro de Estudios de la Cámara de Diputados de México.
"Chiapas sigue siendo la entidad (estado) con el más alto grado de marginación e índice de desarrollo humano más bajo del país", apunta el documento.
En la campaña electoral a la gobernación, los candidatos señalaron, al igual que lo han hecho todos sus predecesores, que ellos sí lograrán revertir la situación de pobreza de su estado. (FIN/IPS/dc/dm/ip/sl la/mx/06)