SUDESTE ASIÁTICO: Medio Oriente irrumpe en reunión de la Asean

La ofensiva militar israelí en Líbano y la lucha contra el terrorismo son los temas centrales de la 39 reunión de cancilleres de Asia sudoriental, que comenzó este martes en la capital de Malasia.

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) está integrada por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, y reúne una población total de 500 millones de habitantes

"Debemos contribuir a la lucha contra el terrorismo internacional", señaló el primer ministro malasio Abdullah Ahmad Badawi, quien ejerce la presidencia rotativa del grupo.

En su discurso inaugural, Badawi criticó el "castigo colectivo infligido a la población libanesa y la destrucción de sus pueblos y ciudades". La Asean debe "alzar su voz claramente sobre la difícil situación de los palestinos", añadió.

Más de 370 libaneses y 40 israelíes han muerto en el conflicto que se desencadenó el 12 de este mes, cuando el movimiento islamista chiita Hezbolá (Partido de Dios) secuestró a dos soldados de Israel.
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La crisis en Medio Oriente afecta diversos intereses dentro de la Asean. Mientras Malasia e Indonesia, países de abrumadora mayoría musulmana, gozan de buenas relaciones con las naciones árabes, Filipinas, Singapur y Tailandia tienen estrechos vínculos con Israel.

Badawi pidió al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que exija de inmediato el cese del fuego e intervenga para impedir que Israel avance y ocupe Líbano.

"La comunidad internacional no puede seguir evadiendo la responsabilidad de hallar una solución global, justa y duradera, que debe incluir la fundación de un Estado palestino independiente, que conviva en paz junto a Israel, con fronteras reconocidas y seguras", declaró.

Otro de los temas centrales de la reunión ministerial, que terminará este viernes, es la seguridad en el estratégico estrecho de Malaca, entre Malasia e Indonesia, que conecta el océano Índico con el Pacífico.

El estrecho vincula tres de las naciones más pobladas del mundo: China, India e Indonesia, y pasan por él unos 50.000 barcos por año. Un cuarto de todo el transporte petrolero vía marítima atraviesa ese canal natural de 805 kilómetros de largo.

Algunos países temen que algún grupo terrorista pueda secuestrar y hundir un buque en ese canal, bloqueando la navegación internacional.

"Un ataque de ese tipo tendría consecuencias devastadoras para el comercio mundial. El transporte de crudo entre China y Japón, por ejemplo, quedaría interrumpido", alertó un experto malasio en seguridad que prefirió no dar su nombre.

Mientras, analistas y activistas instaron a la Asean a atender sus prioridades de largo plazo y no distraerse con los problemas de Medio Oriente.

"La Asean debe concentrarse en presentar ideas, especialmente respecto de la integración social y económica, y la estabilidad política en la región", sostuvo Ramón Navaratnam, presidente del Centro de Estudios de Políticas Públicas del Instituto Asiático de Liderazgo y Estrategia, de Malasia.

"Debemos sacar provecho de la visita hecha por la secretaria de Estado (canciller de Estados Unidos), Condoleezza Rice, (el 28 de julio al Foro Regional de la Asean), en la que envió el mensaje de que no se puede combatir el terrorismo con acciones terroristas, sino mediante el desarrollo socioeconómico", dijo el experto a la estatal agencia de noticias malasia Bernama.

Además, Navaratnam sostuvo que la forma más eficaz de combatir el terrorismo es creando un ambiente comercial global justo y construyendo un mundo más equitativo.

Otro asunto central en la reunión de Kuala Lumpur es la situación política en Birmania.

Hace casi una década que la Asean ha mantenido a ese país dentro del bloque con la esperanza de "comprometer" a la junta militar que lo gobierna a que ceda y libere a la líder opositora Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, y a otros dirigentes prodemocráticos.

"En los nueve años que Myanmar (nombre que le da la junta a Birmania) lleva en la Asean ha sido sistemáticamente problemática y una vergüenza para sus vecinos", reza una declaración del bloque de la semana pasada.

Por su parte, el canciller malasio Syed Hamid Albar señaló que "la Asean llegó a un punto en que ya no puede defender más a Myanmar si no coopera o se ayuda a sí misma mostrando progresos tangibles en reformas económicas y políticas".

"Los miembros de la Asean tienen la preocupación genuina de que ese país está poniendo en entredicho la imagen y la credibilidad del bloque", añadió.

La secretaria general de la organización no gubernamental Sociedad Nacional de Derechos Humanos de Malasia, Elizabeth Wong, consideró "significativo que la Asean haya declarado que no perdería más tiempo con Birmania".

"Es una señal de que ahora se necesitan medidas más severas y de que se considera más apropiada la intervención de la ONU o de los países más poderosos", dijo Wong a IPS.

El reconocimiento del fracaso de la Asean es un "mensaje muy fuerte" para la junta militar, sostuvo Wong, quien durante décadas trabajó en defensa de la democracia en Birmania.

No obstante, reconoció que los cambios serán muy "lentos" si las superpotencias regionales —China, India y Japón— y Tailandia le siguen la corriente al régimen birmano.

Se espera que el comunicado final de la reunión ministerial exprese profunda decepción por la falta de progresos en las reformas de Birmania.

Los jefes de Estado y de gobierno de la Asean tienen previsto encontrarse en noviembre en la central ciudad filipina de Cebu, donde discutirán propuestas más severas para con la dictadura birmana.

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