El fuego de artillería y cohetes entre Israel y Líbano catapultó este viernes los precios del petróleo hasta otro récord, de más de 78 dólares por barril, y los analistas empiezan a ver la cota de 100 dólares como pesadilla posible y cercana.
La cotización del crudo West Texas Intermediate (WTI), marcador estadounidense, llegó en mercado de Nueva York hasta los 78,40 dólares, nuevo récord para el barril de 159 litros, aunque al cierre de las operaciones, normalmente de reflujo, quedó en 77,03 dólares la unidad, 33 centavos sobre los valores de la víspera.
En Londres, el tipo Brent del Mar del Norte, referencia europea, se vendió en 78,03 dólares, también una plusmarca, y al cierre retrocedió hasta 77,27 dólares el barril.
Una característica de la escalada de precios de este año, por las tensiones políticas en el Medio Oriente, es que el Brent, que históricamente se cotizaba varios dólares por barril por debajo del WTI, alcanzó al crudo de referencia en América, por la mayor proximidad y dependencia de Europa respecto de las zonas productoras en conflicto.
También la cesta de 11 crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) superó por primera vez la barrera de los 70 dólares la unidad y llegó a cotizarse a 70,38 dólares por barril.
El secretariado de la OPEP, formada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, emitió un comunicado este viernes en su sede de Viena desligándose de la carrera alcista "debida a desarrollos geopolíticos".
La Organización pidió "a los grandes participantes" en el mercado que hagan lo posible por estabilizar los precios, tras recordar su contribución a la salud de la economía mundial al producir conforme a la demanda desde que captó las primeras señales de volatilidad en el mercado, durante la primavera boreal de 2004.
El ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, sostuvo que debido a la escalada violenta en Medio Oriente "el precio (del petróleo) está en números nominales históricos", a lo que contribuye "la política exterior agresiva" de Estados Unidos.
"Esta lamentable situación se produce en el Medio Oriente entre otras cosas por el apoyo norteamericano (estadounidense) a Israel", según Ramírez, y por ello "se va a seguir manteniendo tensionado el precio del petróleo", agregó.
Ni Israel ni el Líbano son productores de petróleo, pero la hipótesis de una guerra abierta afecta el equilibrio político de la región, cuya fragilidad alienta la escalada de precios en el crudo, debido al conflicto con Irán, cuarto productor mundial y segundo de la OPEP.
Teherán y las potencias industriales de Occidente mantienen una puja acerca del programa nuclear iraní, que puede desembocar en sanciones, represalias y réplicas que afectarían el suministro de crudo desde el Golfo Pérsico o Arábigo.
Como del Medio Oriente se exporta la mitad del crudo que se comercializa en el mundo, "en definitiva todo lo que allí ocurre afecta el precio del petróleo", estimó Mike Whitner, un analista de la firma londinense de corretaje Sucden.
El académico venezolano Mazhar al-Shereidah ha estimado que, conforme a las leyes sólo económicas que inciden sobre el mercado, el precio del barril de crudo debía sostenerse en unos 50 dólares, por lo que la diferencia con los valores actuales corresponde a razones geopolíticas y de especulación financiera.
Además, la oferta mundial es muy cercana a la demanda y la capacidad de producción cerrada es pequeña, por lo que los conflictos políticos y militares agitan el fantasma del desabastecimiento si se interrumpen la producción o los suministros.
Analistas de casas de corretaje, finanzas y estrategia energética aprecian la continuidad en la escalada.
Por ejemplo, a Victor Shum, de la firma europea Purvin and Gertz, le "parece inevitable que el barril llegue a 80 dólares", y Tony Nuhan, de la japonesa Mitsubishi Corp, dijo que "ha llegado la hora de comprender que los precios de tres cifras ya no son un fantasma, sino una posibilidad concreta".
La agencia especializada Bloomberg estimó, tras recoger aprensiones sobre un agravamiento del conflicto israelo-libanés si alcanza a Siria o Irán, consultó a 34 analistas de mercado y 20 de ellos dijeron que los precios subirán la próxima semana, cinco estimaron que bajarán y nueve consideraron que los actuales valores se mantendrán.