Se intensifica la lucha entre los candidatos que el 2 de julio disputaron en las urnas la Presidencia de México. El conservador Felipe Calderón anunció este martes el inicio de trabajos de transición con el actual gobierno, mientras el izquierdista Andrés López Obrador sigue aportando pruebas del presunto fraude electoral.
El destino de la elección presidencial está a partir de este martes en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el cual cuenta con plazo hasta el 31 de agosto para resolver las inconformidades, y hasta el 6 de septiembre para calificar la elección y entregar la constancia de ganador al nuevo presidente.
El fallo del tribunal es inapelable, y tanto Calderón, del conservador y gobernante Partido Acción Nacional (PAN), como López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), han insistido en señalar que lo acatarán, aunque ambos insisten en que han ganado.
La coalición Por el Bien de Todos, que encabeza el PRD y la conforman además los minoritarios Partido del Trabajo y Convergencia, formó la semana pasada un comité político responsable de aportar pruebas de las irregularidades. Finalmente, presentó ante el Tribunal Electoral impugnaciones en 180 de los 300 distritos electorales, aproximadamente 50.000 de las más de 130.400 casillas instaladas el 2 de julio.
En su primera conferencia de prensa después de los comicios —que según el cómputo oficial le dieron una ventaja de apenas 0,58 por ciento de los votos sobre López Obrador—, Calderón pidió este martes a su adversario «no dilapidar su capital político» y no desacreditar la limpieza del proceso electoral con movilizaciones.
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Calderón dijo que las elecciones «se ganan en las urnas, no en las calles, las elecciones se ganan con votos, no con movilizaciones e insultos», luego que López Obrador anunciara una marcha de simpatizantes que se iniciará este miércoles en los 300 distritos electorales del país para congregarse el domingo en la capital y exigir el conteo voto por voto.
La semana pasada, Leonel Cota, presidente del PRD, pidió sin éxito al Instituto Federal Electoral (IFE) que «por el bien de la república» se contara voto por voto, ya que «está documentado que se llenaron urnas o se cancelaron votos para favorecer al candidato oficial».
El lunes, ante periodistas mexicanos y corresponsales extranjeros, López Obrador presentó un vídeo en el que se apreciaba a una persona introduciendo varias boletas en una urna. Poco después, el IFE aseguró que el procedimiento se hizo a la vista de todos los funcionarios de la mesa electoral, ya que se trataba de ordenar las boletas colocadas por los sufragantes de manera equivocada en otras urnas.
El hecho fue capitalizado por el PAN, que reiteró sus apelaciones a López Obrador a no confundir a la población presentando presuntas pruebas de fraude donde no las había.
Este martes, López Obrador presentó nuevos vídeos a la prensa.
El presidente Vicente Fox, del mismo partido que Calderón, se sumó a la polémica, y sin aclarar el nombre del destinatario comentó que el país avanza por más que haya «renegados».
Sin embargo, López Obrador insistió este martes en que el llenado de esa urna en el central estado de Guanajuato, gobernado por el PAN, fue ilegal, ya que existe un procedimiento legal para hacer esas correcciones. «No se puede actuar de manera unilateral», añadió el postulante.
El proceso electoral «está manchado, no hay transparencia», dijo.
Entre las irregularidades presentadas en la jornada electoral, López Obrador enumeró el conteo varias veces de la misma acta con votos que favorecían al candidato oficial, la anulación de sufragios para la coalición Por el Bien de Todos, la compra de votos y la alteración del programa de cómputo para registrar los resultados.
Asimismo, dijo que el Tribunal Federal ya estudia una impugnación del proceso electoral por presuntos actos que incidieron en la contienda, algunos de ellos ligados al gobierno federal, como el uso de programas sociales para favorecer al candidato oficialista.
López Obrador también recordó la estrategia encabezada por el PAN y el patronal Consejo Coordinador Empresarial, que lo definieron como un peligro para la estabilidad del país si ganaba la Presidencia.
Ante el crecimiento del clima de confrontación y polarización social, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente, hizo un llamado a esclarecer las dudas para reestablecer la confianza en los procesos electorales.
En un comunicado, De la Fuente sugirió «esclarecer, con base en la ley, las dudas generadas en torno de los resultados de los comicios federales, porque esto se convierte en un factor ineludible para robustecer la credibilidad y la confianza».
Manuel Camacho Solís, ex negociador de paz con la guerrilla indígena del suereño estado de Chiapas y actual coordinador de un movimiento de redes ciudadanas que apoyan a López Obrador, dijo a IPS que es necesario que tanto Calderón como López logren un acuerdo político para superar el ordenamiento legal que impide revisar voto por voto.
Para cualquiera de los candidatos será benéfico que el próximo presidente inicie su mandato sin ningún velo de sospecha como el que actualmente cubre el proceso electoral, añadió.
Si bien el recuento de todos los votos no está previsto en los mecanismos del IFE, el Tribunal Electoral tiene facultades para ordenarlo en los distritos en los que hallare irregularidades, e inclusive podría anular las elecciones.
Hugo Almada, de la organización no gubernamental Alianza Cívica, que actuó como observadora durante el proceso electoral, dijo a IPS que entre las irregularidades más sobresalientes, figura la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) un mecanismo de conteo rápido cuyos resultados favorecieron al candidato oficial, dijo.
El IFE ha rechazado estas críticas y ha sostenido que el PREP funcionó prueba de ataques cibernéticos.
El viernes, el IFE finalizó el conteo de actas y su titular, Luis Carlos Ugalde, se apresuró a afirmar que el triunfo correspondía a Calderón.
Poco después, los gobiernos de Estados Unidos y de España felicitaron al postulante del PAN. Pero tras el anuncio de impugnación por parte del PRD, el lunes dieron marcha atrás, aseverando que aguardarían el desenlace final para reconocer al triunfador.
México tiene una larga historia de fraudes electorales. Sin embargo, tras la reforma operada una década atrás, se adoptaron garantías para evitar un engaño generalizado.
«Sin embargo, hay suficientes problemas que ameritan un recuento completo. Algunas mesas electorales que han vuelto a contar los votos hallaron que la cantidad de sufragios estaba mal registrada en las actas. Las primeras discrepancias parecían favorecer largamente a Calderón, al que se atribuyó erróneamente al menos en un caso cientos de votos de más», dijo un artículo editorial publicado el viernes por el diario estadounidense The New York Times.
«El IFE no puede legalmente ordenar un recuento completo de los votos de la elección presidencial. Pero sí podría hacerlo el Tribunal Electoral, un cuerpo independiente creado para manejar este tipo de disputas. En comicios anteriores, ha ido inclusive más lejos, convocando a nuevas elecciones en los estados de Tabasco y Colima», sostuvo el periódico.
Mientras los candidatos de izquierda y derecha insisten en que han ganado, el Tribunal Electoral anunció que las sesiones en las que se analizarán las impugnaciones serán públicas y se difundirán por el canal de televisión de la Corte Suprema de Justicia, a fin de garantizar la imparcialidad de su trabajo.
