Organizaciones sociales y partidos políticos realizaron este jueves una marcha callejera por esta ciudad del centro-norte argentino y presentaron a los presidentes del Mercosur una serie de propuestas para construir una integración alternativa.
Trabajadores, estudiantes, ambientalistas, organizaciones de campesinos, de mujeres y de derechos humanos marcharon junto a manifestantes de partidos de izquierda, mientras comenzaban a llegar a Córdoba los primeros mandatarios para asistir a la XXX Reunión Cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur) que deliberará este viernes.
Los manifestantes esperan con especial entusiasmo el encuentro con los presidentes Evo Morales, de Bolivia, Hugo Chávez, de Venezuela, y Fidel Castro, de Cuba. "La revolución cubana, Venezuela y Bolivia señalan el camino a los pueblos de América", rezaba un cartel que portaban activistas en la marcha.
La manifestación marcó el cierre de tres jornadas de deliberaciones sobre asuntos tan diversos como el combate a la pobreza, las reivindicaciones de los pueblos originarios, la defensa de los recursos naturales, la inversión en educación, la liberalización comercial y la agenda de las mujeres.
En el documento final, las organizaciones que participaron en la III Cumbre de los Pueblos Por la Soberanía y la Integración subrayaron que "Sudamérica transita un tiempo nuevo" y por tanto, además de rechazar los tratados de libre comercio, quieren participar de la construcción de proyectos alternativos.
"No a los tratados de libre comercio y sí a la integración de los pueblos. No a la deuda externa y a la injerencia de las instituciones financieras internacionales. Sí a la independencia económica. No a la militarización, sí a la autodeterminación. No al hambre y la pobreza, sí a la distribución de la riqueza", resume la declaración.
Los participantes rechazaron una iniciativa del Senado estadounidense para crear una organización antiterrorista en la Triple Frontera —una zona limítrofe de Argentina, Brasil y Paraguay—, reclamaron el retiro de tropas latinoamericanas de Haití, y protestaron por la guerra de Estados Unidos contra Iraq y la ofensiva israelí contra Líbano y Palestina.
Como si se hubiera abierto una caja de Pandora cerrada por mucho tiempo, las reivindicaciones y reclamos no excluyeron ningún tema. Hubo demandas de carácter regional, pero también nacionales y hasta municipales.
Con carteles escritos en árabe marcharon miembros de la comunidad islámica chiita en Argentina, que protestaban por el ataque israelí de los últimos días contra Beirut, custodiados por integrantes de la agrupación izquierdista radical Quebracho que llevaban los rostros cubiertos y armados con palos.
Los organizadores, de la Central de Trabajadores Argentinos, no lograron disuadirlos de tomar parte de la marcha, y los admitieron al final de la columna.
La reunión de organizaciones sociales es la primera realizada en paralelo a la cita de presidentes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).
Además, la cancillería argentina convocó por primera vez a una reunión de organizaciones de la sociedad civil en el marco de los encuentros de la Cumbre.
Hubo así dos grandes reuniones de organizaciones sociales del bloque sudamericano. Algunas entidades tomaron parte en ambas, en sedes separadas por más de 10 kilómetros.
En ese encuentro con organizaciones no gubernamentales, el presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, el argentino Carlos Álvarez, abogó porque el bloque regional "sea un foro para mejorar la distribución del ingreso". Hay que "aprovechar los liderazgos regionales y procesos políticos afines para cambiar la matriz distributiva", dijo.
Álvarez defendió ante activistas de organizaciones de mujeres, campesinos, empresarios, cooperativistas y ambientalistas la necesidad de reunir "una masa crítica fuerte" que "permita a cada gobierno progresista (del bloque) tener más instrumentos para avanzar en el terreno social", argumentó.
Este punto de vista coincide con el color político de varios gobiernos de la región. En la Cumbre de Córdoba participan los mandatarios Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Nicanor Duarte, de Paraguay, Tabaré Vázquez, de Uruguay, y Chávez, de Venezuela.
También están presentes los gobernantes de países asociados al bloque, como el boliviano Morales y la presidenta chilena Michelle Bachelet. A última hora se sumó Castro, quien suscribirá por su país un acuerdo de complementación económica con el Mercosur, que permitirá a Cuba amortiguar en parte el bloqueo que le impone Estados Unidos.
Los participantes en la Cumbre de los Pueblos celebrarán este viernes un acto de recibimiento a Chávez, Morales y Castro, una vez finalizada la cita de los presidentes, aunque los detalles del mismo no estaban claros este jueves.
"Empieza otra etapa del Mercosur", vaticinó Chávez al arribar a Córdoba. El venezolano inauguró la participación de su país como miembro pleno del bloque, tras la firma del protocolo de adhesión de Venezuela, el 4 de julio en Caracas.
En su opinión, el bloque deberá tener un fuerte contenido social, expectativa que alientan sectores sociales y políticos que invadieron por estos días la capital cordobesa. Los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay afirman estar decididos a acompañar ese rumbo.
