A su paso por Malasia, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Condoleezza Rice, entretuvo a sus pares asiáticos tocando el piano. Frente al edificio, un coro de manifestantes daba la nota discordante al gritar «fuera Rice» y «detengan el genocidio en Líbano».
Rice, con un vestido de batik rojo, interpretó el jueves al piano obras de Johannes Brahms para los cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), bloque integrado por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Las manifestaciones continuaron el viernes fuera del centro de convenciones donde se realizó la reunión. Allí se prendió fuego a banderas de Estados Unidos y efigies de Rice y de su presidente George W. Bush, mientras la reunión daba paso al Foro Regional de la Asean, orientado a la seguridad.
Además de los miembros de la Asean, el Foro Regional incluye a Australia, Bangladesh, Canadá, China, Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Japón, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Rusia, Timor Oriental y la Unión Europea.
Tradicionalmente, los líderes y delegados de la Asean celebraban en un fin de una semana numerosas conversaciones multilaterales anuales, pero esta vez el ánimo resultó ensombrecido por los malasios indignados y pesimistas en torno a Líbano.
El año pasado, Rice dejó molestos a los líderes de la Asean al pasar por alto el Foro Regional de la Asean, pero esta vez pareció determinada a quedarse, pese a la ajustada agenda referida a Medio Oriente.
Estados Unidos dejó en claro que un acuerdo para poner fin a la crisis debería ser firmado por Israel y Líbano, y no por el movimiento islámico prosirio chiita Hezbolá, "un estado dentro de un estado".
Los críticos dicen que la crisis nunca se solucionará sin conversaciones directas entre Estados Unidos, Siria e Irán.
Con semejante telón de fondo, el primer ministro malasio Abdullah Badawi —también a cargo actualmente de la Organización de la Conferencia Islámica y de la Asean— se encuentra atrapado entre la espada y la pared.
La ira musulmana obliga a Badawi a adoptar una posición dura. En una reunión privada con Rice, Badawi reclamó que Estados Unidos dé pasos para implementar un cese del fuego inmediato en Líbano y presione para volver a la senda diplomática.
"Este es el punto de vista de todos los malasios, las naciones islámicas y el Movimiento de Países No Alineados", dijo Badawi a Rice. Malasia no tiene relaciones diplomáticas con Israel.
"Badawi también le dijo a Rice que Estados Unidos es el país que ejerce mayor influencia sobre Israel y que, por eso, puede jugar un rol en impedir que Israel ataque Líbano y Palestina", reveló el ministro de Relaciones Exteriores de Malasia, Syed Abdul Hamid Albar.
"No culpamos a nadie por la crisis, pero el derecho internacional debe ser respetado y la matanza de personas inocentes y la destrucción de propiedades deben ser frenadas", expresó.
"Badawi también le dijo a Rice que, si fracasa un alto al fuego, la situación empeorará y desatará una ola de indignación", agregó el canciller.
Badawi también exigió que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervenga y medie en un cese del fuego inmediato, y que negocie una solución a largo plazo.
"Sí, nosotros queremos ver urgentemente un cese del fuego en esta región. Creemos las condiciones que pongan fin a la violencia", dijo luego Rice a la prensa.
Muchos musulmanes malasios creen que Badawi no hace suficientes esfuerzos para ayudar a poner fin a la crisis.
Kuala Lumpur "está apaciguando a Estados Unidos, permitiendo a Condoleezza Rice asistir a la reunión de Asean y dirigirse a ella. Es una forma de legitimar el bombardeo", opinó Tian Chua, dirigente del opositor Partido Popular Nacional.
Estados Unidos sostiene que no hay posibilidades de un alto al fuego inmediato, por lo que el mundo debería apuntar a un acuerdo duradero que aborde lo que ve como la raíz de la lucha: el apoyo en armas a Hezbolá por parte de Irán y Siria.
"Washington claramente está postergando un cese del fuego para permitir a su aliado, Israel, destruir militarmente a Hezbolá", dijo a IPS S. Arulchelvam, uno de los organizadores de las manifestaciones. "Le está permitiendo a Israel destrozar Líbano con bombas. Esto es lo más penoso, es inaceptable."
Aliran, un influyente movimiento por la reforma social, expresó en una declaración escrita que la "cruda agresión" por parte de Israel y Estados Unidos es imperdonable.
"Llamamos a los malasios, independientemente de su condición étnica, religiosa y política, a unirse para protestar contra la presencia en nuestro medio del símbolo mismo de semejante injusticia e inhumanidad: Condoleezza Rice", dijo Aliran.
"La presencia de Condoleezza Rice aquí no ayuda a promover la paz mundial y especialmente la seguridad regional en Medio Oriente. Su política exterior de línea dura promovió consistentemente la confrontación en muchas partes del mundo", señaló una declaración de la Coalición Contra la Guerra.
"La Asean y la comunidad internacional no pueden tolerar la agresión unilateral de Israel y Estados Unidos y deben actuar rápidamente para impedir que el conflicto en Medio Oriente escale hasta convertirse en una auténtica guerra que amenace la seguridad regional y la paz internacional", expresó la coalición.
Malasia está bajo presión de Irán y Pakistán, integrantes de la Conferencia Islámica, organización de 57 miembros, para llamar a una reunión de emergencia con el objetivo de condenar a Israel y explorar mecanismos dirigidos a poner fin al bombardeo sobre Líbano.
Alrededor de 20 países musulmanes dijeron estar dispuestos a asistir a esa reunión, coordinada por su secretario general, Ekmeleddin Ihsanoglu.
"Los salvajes ataques del régimen sionista sobre Líbano y Palestina todavía continúan", señaló, e Irán quiere una sesión extraordinaria "al máximo nivel" para ponerles fin.
"Decenas de personas inocentes e indefensas son martirizadas y heridas, y la infraestructura económica y social de Líbano y Palestina es destruida cada día", dijo el canciller iraní Manouchehr Mottaki en una carta a Ihsanoglu, urgiendo a una cumbre de emergencia. Mottaki se encuentra en Kuala Lumpur.
El canciller Albar dijo que consideraba una reunión del consejo ejecutivo de la Conferencia Islámica.
"Es imposible conseguir que los 57 países miembro asistan a una reunión de emergencia anunciada con poco tiempo de anticipación", opinó. "Esperamos que el comité ejecutivo más unos pocos países más puedan reunirse en una 'minicumbre' a la brevedad posible".
"No es sólo que la Conferencia Islámica esté frustrada, sino que toda la comunidad internacional está frustrada porque no pudo obtener un cese del fuego a causa del veto", agregó. ***** +EEUU-MEDIO ORIENTE: Vine, vi y me fui (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38161) (FIN/IPS/traen-js-mj/bk/rdr/ap mm pi ip hd/06)
