El candidato presidencial de la izquierda mexicana Andrés Manuel López Obrador dijo este sábado ante decenas de miles de sus seguidores reunidos en el Zócalo, la plaza central de la capital, que hubo fraude en las elecciones del domingo 2.
Entre gritos de apoyo y flanqueado por múltiples carteles donde se leía "no al fraude", López Obrador anunció que sus seguidores iniciarán el miércoles 12 una marcha desde todos los puntos del país hacia la capital para exigir que se "limpie" el resultado de los comicios y se confirme que él ganó y no el oficialista Felipe Calderón, como indicó el conteo de los votos.
Además, llamó a una nueva concentración en el Zócalo el próximo domingo 16, que estará precedida de una marcha por las calles de la capital. Todas serán acciones pacíficas, prometió el candidato del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En un largo discurso, que fue varias veces interrumpido con cánticos de "no estás solo, no estás solo…", López Obrador reiteró que acudirá al Tribunal Federal Electoral para impugnar el resultado del escrutinio oficial que le dio el triunfo por estrecho margen a Calderón, candidato del oficialista y conservador Partido Acción Nacional (PAN).
También dijo que demandará a la Corte Suprema de Justicia un estudio de todo el proceso electoral, incluidas las campañas, pues a su entender hubo ilegalidades en todo el proceso.
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A la concentración asistieron unas 280.00 personas, según calculó la alcaldía de la capital.
"Que nadie se confunda, el proceso electoral no ha terminado", proclamó. En efecto, el Tribunal Electoral deberá aún analizar las impugnaciones y resolverlas con fecha límite el 30 de agosto.
Para el 6 de septiembre como máximo, ese cuerpo de juristas deberá declarar oficialmente quién es el presidente electo.
En contraposición a la opinión de la mayoría de observadores locales e internacionales que consideraron los comicios limpios, transparentes y sin asomos de fraude, el izquierdista afirmó que probaría ante los jueces que hubo irregularidades, entre ellas una manipulación cibernética para impedir que se contaran todos los votos a su favor.
El presidente del Tribunal Electoral, Eloy Fuentes Cerda, dijo a la revista Proceso que "si la elección presidencial es impugnable, es anulable, y estamos frente a una situación donde los partidos políticos podrían hacer valer una situación de este tipo".
Los resultados de la elección, presentados el jueves tras el conteo que hicieron ciudadanos independientes acompañados por observadores y delegados de los partidos políticos, indicaron que Calderón obtuvo 15 millones de votos y López Obrador 14,7 millones.
Tales cifras coincidieron con un conteo preliminar oficial realizado al terminar la elección y encuestas a boca de urna.
Numerosos sondeos previos preveían que la competencia entre los candidatos punteros sería extremadamente cerrada, pero daban una pequeña ventaja a López Obrador.
Según el candidato izquierdista, los "poderosos" le quieren robar su triunfo, pues su objetivo político es "hacer el cambio verdadero" de las estructuras económicas del país para instaurar la justicia.
Antes del discurso, sus colaboradores presentaron transcripciones y grabaciones de supuestas conversaciones telefónicas entre funcionarios y amigos del gobierno del presidente Vicente Fox con gobernadores de diversos estados, registradas el mismo día de las elecciones.
En esas charlas, los interlocutores se comprometían a trabajar juntos para impulsar el triunfo de Calderón.
"Si les permitimos (a las fuerzas del Estado) que se impongan mediante el fraude" va a darse una regresión en la democracia, expuso el candidato del PRD.
Semanas antes de las elecciones, personajes como el historiador Enrique Krauze, el columnista del diario Reforma, Jaime Sánchez, y algunos seguidores del PAN, habían señalado que si López Obrador no ganaba la elección, desconocería los resultados y haría movilizaciones.
En los años 90 López Obrador desconoció el resultado de unos comicios de gobernador del estado de Tabasco en los que compitió.
Las cortes "no pueden estar por encima de la soberanía del pueblo", "ley que no es justa no sirve", declaró en 2003, cuando como alcalde de la capital, cargo que ejerció de 2001 a 2005, los jueces le ordenaron pagar a un particular por la expropiación irregular de un terrero.
López Obrador y sus seguidores demandan ahora que se vuelvan a contar los votos, sobre todo en los distritos donde denunciaron irregularidades.
El Tribunal Federal, que es la última instancia que valida las elecciones, deberá decidir si acepta tal pedido.
"Más allá de argumentos técnicos y fundamentaciones legaloides (sic) está la estabilidad y la paz del país", declaró en referencia a las opiniones de juristas que indican que, con base a la jurisdicción local, no pueden abrirse todas casillas de votación para contar nuevamente los votos.
"Si contamos voto por voto, se puede revertir el resultado (que favoreció a Calderón)", señaló.
De forma paralela a la impugnación legal, el PRD y los pequeños Partido del Trabajo y Convergencia que apoyaron a su candidato, indicaron que preparan comités de acción y propaganda en todo el país para denunciar lo que consideran un fraude.
"Esto apenas comienza", advirtió López Obrador horas ante de la concentración pública de este sábado, cuando celebró una reunión con corresponsales extranjeros.
Entre jueves y viernes, observadores de la Unión Europea y de organizaciones locales, avalaron la limpieza de las elecciones y señalaron su certeza de que cualquier impugnación se resolvería por vías institucionales.
Calderón ya recibió llamadas de felicitación del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, del presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y del mandatario de Colombia, Álvaro Uribe.