El gobierno de Vicente Fox advirtió que no habrá salida negociada a la disputa por la presidencia de México entre su candidato, Felipe Calderón, y el opositor Andrés López Obrador, quien prepara otra marcha para presionar al tribunal electoral y a su adversario para que acepten el conteo voto por voto.
Calderón, del gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), obtuvo una ventaja de 0,58 por ciento de los votos en el recuento de las elecciones del 2 de julio, resultado que es impugnado por López Obrador, candidato de la coalición izquierdista liderada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
López Obrador acusa a Fox de hacer campaña en favor de Calderón y al Instituto Federal Electoral (IFE) de parcialidad ante ese tipo de ayuda gubernamental y también del independiente Consejo Coordinador Empresarial. Además argumenta errores aritméticos en las actas de 60 por ciento de las urnas.
Rubén Aguilar, portavoz de la presidencia de México, anticipó que el Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial aplicará la ley y que, por lo tanto, no habrá una salida política.
La declaración de Aguilar se produjo después de que López Obrador dijera el fin de semana que buscaría un acuerdo político con Calderón para el conteo de los votos de todas las urnas.
"Si estamos de acuerdo nosotros que somos los candidatos, será más fácil para el tribunal electoral tomar una decisión", expresó el contendiente del PRD.
A su vez, César Nava, portavoz del PAN, expresó que su agrupación no le teme al conteo voto por voto, pero reiteró que esa demanda es inviable y confió en que el tribunal electoral la deseche, debido a que carece de sustento legal.
Agregó que ya se hizo el recuento de los votos el mismo día de los comicios y durante el cómputo de las actas los días 5 y 6 de este mes.
Ricardo Monreal, coordinador de redes ciudadanas y miembro de la coalición de izquierda Por el Bien de Todos, que encabezada el PRD, desmintió que la oposición esté exigiendo la anulación del proceso electoral.
El dirigente explicó que la exigencia de López Obrador es que se limpien las elecciones a través de un nuevo recuento de sufragios.
Monreal aseguró que, si ese conteo se lleva a cabo, habrá desmovilización social inmediata y se aceptará el fallo del tribunal sea cual sea el resultado. "No buscamos que esta crisis nos lleve a un interinato, sino que queremos que se legitime al próximo presidente y que el ciudadano tenga certeza de que su voto se respetó", apuntó.
En la coalición "no estamos hablando, ni autorizando, ni pensando, ni promoviendo, ni auspiciando, ni encubriendo ningún interinato", aclaró.
Sin embargo, Arturo Núñez, el senador electo por la coalición izquierdista y miembro del equipo de defensa jurídica ante el tribunal electoral, no descartó la eventual anulación del proceso ante "el cúmulo de irregularidades".
Paralelamente, las dos fuerzas políticas en pugna por la presidencia de México han entrado en una nueva etapa de contracampañas y acusaciones.
Mientras la coalición que respalda a López Obrador pronostican que movilizarán a más de dos millones de personas el domingo próximo en la capital de México para exigir la limpieza de las elecciones, adherentes al PAN salieron en la víspera a las calles de esta ciudad asegurando a los transeúntes que el proceso fue diáfano y que lo ganó Calderón.
También los militantes del PAN repartieron moños blancos, que según ellos simboliza la paz y la legalidad.
Por su parte, Josefina Vázquez, ex ministra de Desarrollo Social del gobierno de Fox y que en enero dejó el cargo para coordinar la campaña de Calderón, expresó que insistirá en dialogar con "los moderados" del PRD para avanzar en la transición de gobierno del PAN.
En tanto que López Obrador anunció este lunes que enviará una carta a Calderón en la que, según responsables de prensa del líder izquierdista consultados por IPS, le pedirá que dé muestras claras de querer un proceso limpio que evite la confrontación social y la inestabilidad en el país.
En dicha misiva, añadieron, le reiterará que es necesario un recuento voto por voto , ya que nadie podrá gobernar si el triunfo está empañado por la sospecha de que se cometió fraude.
Por su parte, Luis Carlos Ugalde, presidente consejero del IFE, hizo este lunes un llamado a la ciudadanía para que defienda a esa institución, de la que dijo, organizó y realizó un proceso electoral limpio. Además, rechazó las imputaciones que le hace la coalición de izquierda.
Expresó que el IFE cumplió con su responsabilidad, y que ahora es víctima de un uso político por parte de los partidos políticos que integran la coalición (PRD, del Trabajo y Convergencia).
Ugalde admitió que el IFE cometió un error al no difundir el 2 de julio el hecho de que no habían sido computados los votos de unas 3.000 urnas, debido a que contenían irregularidades y no era legal su contabilización entonces.
El PRD denunció que esas urnas no fueron tomadas en cuenta porque, según ellos, contenían votos que favorecían a su candidato y no al del partido en el gobierno.