EEUU-INDIA: Conflictivo pacto nuclear

El acuerdo de cooperación nuclear entre Estados Unidos e India recibió un importante impulso en el Congreso legislativo en Washington, pero continúa afrontando críticas en el parlamento de India.

La Cámara de Representantes estadounidense aprobó este jueves, por 359 votos a 68, un proyecto de ley previsto en la negociación del tratado y que facilita la reanudación del comercio nuclear civil con India, aunque este país ha hecho pruebas y posee armas nucleares.

Es probable que el Senado apruebe un proyecto similar antes de septiembre, cuando se reanuden las sesiones del Congreso tras el receso legislativo.

Antes, los comités de relaciones exteriores de ambas cámaras habían negociado legislaciones para enmendar ciertas secciones de la ley de energía atómica de Estados Unidos, de 1954, confiriéndole al presidente facultades especiales para dejar de lado algunas disposiciones que restringirían el alcance del acuerdo.

Pero como los dos proyectos formulan condiciones para conceder tal exoneración, desataron una ola de oposición en India, tanto desde la izquierda como desde la derecha del espectro político. Nueva Delhi y Washington tendrán que esforzarse mucho para conciliar las diferencias con los críticos del proyecto y tal vez enmendar su texto.
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Mientras, aparecieron señales ominosas de una probable aceleración de la carrera armamentista nuclear en el subcontinente, tras un informe publicado en The Washington Post el 24 de julio.

El mismo señaló que Pakistán está construyendo un gran reactor de producción de plutonio, que le permitirá fabricar entre 40 y 50 bombas nucleares del tipo de la lanzada en 1945 sobre la meridional ciudad japonesa de Nagasaki, de ahí que se estreche el abismo con India en materia de ojivas nucleares.

El acuerdo nuclear Estados Unidos-India, firmado hace un año entre el presidente George W. Bush y el primer ministro Manmohan Singh en Washington, fue considerado un "cambio de corriente histórico" en las relaciones bilaterales, y como "la más importante iniciativa de política exterior" del actual gobierno.

El gobierno de Bush, al que se unieron poderosos grupos de presión indoestadounidenses y proisraelíes, así como agencias de relaciones públicas comprometidas por Nueva Delhi, invirtió un importante esfuerzo en promover el acuerdo.

La intención de Washington es reclutar a India, otrora no alineada, como "socia estratégica", con el objetivo de "contener" la influencia de China como potencia emergente en Asia.

El esfuerzo del gobierno redujo buena parte de la oposición al acuerdo por parte de los legisladores estadounidense que se resisten a hacer una excepción con India en el orden nuclear global.

La excepción es necesaria para permitir la cooperación nuclear civil con India a pesar de que ese país no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1970.

Sin embargo, el gobierno de Bush debió pagar un alto precio por un consenso que para el acuerdo, con negociaciones y concesiones que tienen en cuenta las preocupaciones de los críticos y alteran los proyectos originalmente presentados a las dos cámaras del Congreso.

Estas alteraciones cambian la secuencia de pasos que India debe tomar antes que el Congreso de Estados Unidos ratifique el acuerdo. Lo que es más importante, imponen condiciones tales como la certificación anual de las actividades nucleares de India por parte del presidente de Estados Unidos.

Estas iniciativas no integran acuerdo original Bush-Singh firmado el año pasado, ni el plan para separar las instalaciones civiles y las militares en India acordadas con Bush en marzo.

Lo que molesta a la oposición india son las divergencias entre los proyectos y las declaraciones formuladas por Singh al parlamento el 29 de julio de 2005 y el 7 de marzo de este año.

Algunos partidos opositores están presionando para lograr resoluciones legislativas que registren sus diferencias con los proyectos del Congreso de Estados Unidos.

El gobierno de Singh advirtió que esas resoluciones podrían conducir a la caída de la coalición gobernante, de tono centrista aunque apoyada por la izquierda desde afuera para impedir el retorno del partido conservador hinduista y nacionalista Bharatiya Janata.

El miércoles, Singh intentó tranquilizar personalmente al parlamento en cuanto a que no apoyaría ningún apartamiento de los compromisos asumidos en los acuerdos pasados con Bush.

Pero esto no satisfizo a los partidos de oposición, que ven a los proyectos estadounidenses como interferencias con la soberanía y las decisiones estratégicas independientes de India.

Las partes plantearon fuertes preocupaciones en torno al informe de The Washington Post en cuanto a que Pakistán está construyendo un reactor de producción de plutonio, y reclamó saber qué está haciendo India como respuesta.

Esta revelación fue subrayada por primera vez por el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, con sede en Washington, que publicó imágenes satelitales de las instalaciones que se construyen en Khushab, en la oriental provincia de Punjab.

Según el Instituto, el reactor tiene una capacidad de 1.000 megavatios y puede producir 200 kilogramos de plutonio anuales, suficientes para fabricar entre 40 y 50 bombas. El reactor se está construyendo desde 2000, pero está lejos de completarse.

En lo que se conoce como la "comunidad estratégica" de India, se especula si Pakistán tiene capacidad para diseñar y construir un reactor de este tamaño, y también elaborar ingredientes cruciales para el mismo, como agua pesada.

La experiencia de Pakistán con esta tecnología hasta ahora está limitada a un pequeño reactor de plutonio (de entre 40 y 70 megavatios termales), y una planta de agua pesada que solamente produce cantidades diminutas de unas 10 a 15 toneladas.

No se sabe si este pequeño reactor produjo exitosamente material para armas ni en qué cantidades.

"Pero lo que es mucho más interesante es que el gobierno de Estados Unidos dice que supo de la existencia del reactor durante mucho tiempo", señaló M.V. Ramana, experto independiente en cuestiones nucleares que trabaja en el Centro para los Estudios Interdisciplinarios sobre Ambiente y Desarrollo en la meridional ciudad india de Bangalore.

"Ahora, dependiendo de cuánto tiempo haya sabido esto, o bien consintió silenciosamente el programa de producción de plutonio de Pakistán o sutilmente sugirió que tal reactor podría 'compensar' a Pakistán por la desventaja que probablemente sea causada por el tratado nuclear Bush-Singh", agregó.

En cualquier caso, es probable que India acelere su propia producción y almacenamiento de combustible para armas nucleares como para negarle un margen a Pakistán.

A cambio, esto podría alentar a Pakistán a expandir más su capacidad en materia de armas nucleares y su destreza con misiles, y por lo tanto acelerar la carrera armamentista nuclear entre los dos vecinos.

Sea cual sea la forma que finalmente adopte el tratado nuclear entre India y Estados Unidos, es seguro que influirá sobre las rivalidades en Asia meridional.

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