El rechazo del gobierno cubano a los fondos de la Unión Europea (UE) para proyectos de cooperación y los nuevos requisitos para la búsqueda de recursos internacionales amenazan la continuidad del trabajo de organizaciones no gubernamentales europeas en esta isla.
La resolución 15 del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, vigente desde mayo, estipula que las autoridades no aceptarán condicionamientos de tipo alguno "que conlleven una injerencia en los asuntos internos o contra los principios de la revolución".
La norma establece que la cooperación debe encaminarse a "las prioridades establecidas por el gobierno" y que no debe ir dirigida a "la creación de sistemas de servicios sociales o de distribución" paralelos a los del Estado, al tiempo que condiciona la búsqueda de fuentes de financiamiento a la aprobación gubernamental.
El desencuentro entre la UE y Cuba se remonta a 1996 cuando ese bloque adoptó la llamada "posición común" en su política exterior hacia La Habana, de reclamo de cambios democráticos y de respeto a los derechos humanos.
En el año 2003 el diferendo subió de tono debido a que, a raíz del encarcelamiento de 75 opositores al gobierno y el fusilamiento de tres personas que secuestraron una embarcación, la UE adoptó sanciones políticas contra la nación caribeña.
Como respuesta, el gobierno cubano, mediante nota verbal del 27 de agosto de ese año, comunicó a la UE su rechazo a toda ayuda oficial directamente administrada por ese bloque o por las agencias europeas de cooperación.
En enero de 2005, la UE suspendió temporalmente las sanciones para dar paso a un "diálogo constructivo", pero la cuestión de la democracia y los derechos humanos sigue siendo objeto de discordias.
Según afirmó a IPS Marco Terreni, uno de los directores del proyecto italiano de desarrollo sostenible Habana Ecópolis, la "política actual" del gobierno cubano de "no aceptar fondos" oficiales europeos "afecta" el trabajo que desarrolla en la isla.
"Para nosotros (la UE) es nuestra primera fuente de financiamiento, no solamente en Cuba, sino en todos los países", debido a lo cual ahora "estamos tratando de fortalecer la cooperación descentralizada", es decir recursos provenientes de "pequeñas organizaciones, asociaciones, alcaldías, regiones" de Europa. Sin embargo, los fondos que se obtienen son "menores y aislados", lo cual "nos pone en dificultades", dijo enfático.
Habana Ecópolis es un consorcio de organizaciones no gubernamentales (ONG) italianas, que desde el año 2000 adelanta diversos proyectos de colaboración que abarcan desde el ámbito sociocultural hasta el del saneamiento ambiental urbano y de protección ecológica, en cinco municipios de la capital cubana.
Terreni recordó que hace 10 años, cuando consideraron brindar cooperación a proyectos en la isla, realizaron un estudio "según las necesidades del 'período especial' y en un momento de descentralización administrativa".
En los inicios de la década de los 90, luego de la desaparición del bloque socialista, Cuba cayó en una severa crisis económica llamada por el gobierno "período especial", y se adoptó entonces una cautelosa apertura económica.
Fue el momento en que el país recurrió a donativos de organizaciones de solidaridad, y permitió la presencia de ONG, así como la llegada de ayuda humanitaria de la UE para paliar diferentes tipos de carencias materiales de la población.
En estas circunstancias, el grupo de cooperación italiana se concibió con espíritu autogestionario y con perspectivas de ser sostenible.
Habana Ecópolis ha realizado pequeños proyectos en municipios cubanos, con el fin de "sembrar una semilla y demostrar que se puede trabajar de forma distinta" a la del Estado, explicó Terreni.
Entre los logros conseguidos se destaca la creación de centros comunitarios, que cuentan con programas para ancianos y clubes juveniles de capacitación y entretenimiento, así como el saneamiento ambiental de un barrio insalubre de la capital, el equipamiento parcial de un museo literario y la recuperación del ecosistema costero del este La Habana.
Terreni lamentó que desde 2000 a la fecha, las condiciones para desarrollar los proyectos se hayan complicado. "Ha habido un cambio radical" hacia la centralización económica en el país, puntualizó.
El interés actual del gobierno está puesto en Venezuela y China, países con los que suscribió sendos acuerdos al final de 2004 para desarrollar varias líneas de cooperación y negocios conjuntos en áreas estratégicas como las industrias del petróleo y el níquel.
Terreni consideró que si Habana Ecópolis y otros proyectos de ONG europeas se retiran de la isla, posiblemente la estructura hasta ahora desarrollada va "lamentablemente a desaparecer", pues la asistencia se brinda en "municipios cubanos que tienen sus límites económicos".
Coincidió con esta aseveración María Elena Ortiz, la contraparte gubernamental de Habana Ecópolis. "Hoy todavía no es sustentable" el proyecto sin la colaboración italiana, reconoció Ortiz a IPS.
El giro económico centralista de las autoridades de la isla a partir de 2003, sumado a los condicionamientos que impone la reciente norma sobre donativos internacionales, provocará que "mucha cooperación desaparezca", pronosticó Terreni.
"Muchos compañeros (de otras ONG) de diferentes países se van de Cuba, porque no les queda alternativa ya que no disponen de cooperación descentralizada".
Personal de la oficina de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) en esta capital consultado por IPS respecto de la cantidad de ONG que aún permanecen en la isla dijo no disponer de datos confirmados.
Terreni recordó que hay "alemanes, suecos, franceses" y también, organizaciones europeas que "tienen otra forma de trabajar", como la "cooperación española que tiene otras ventajas".
"Para ellos (los españoles) es más fácil" porque obtienen "fondos de los ayuntamientos autónomos, que aunque son gubernamentales tienen otra fachada", agregó el italiano.
En tanto que para Habana Ecópolis, que concluyó con financiamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano la fase de 2002 al año pasado, "la variante es más complicada", agregó.
Terreni aseguró que "no se pone del lado de ningún gobierno, sino de las necesidades de las personas", y dado que "las dificultades de la gente" se mantienen vigentes "pretendemos seguir" ayudando.
Habana Ecópolis continuará "adelante con la esperanza de superar la etapa de crisis y lograr mañana una perspectiva mejor. Nuestra idea es mantener activa la colaboración en Cuba por muchos valores, entre ellos por la solidaridad", concluyó Terreni.
*/Atención editores: este despacho corrige los párrafos 23,24 y 25 de la nota transmitida a la hora 08.33 GMT/