A sus 11 años, Camila sólo sueña con ser cantante y seguir los pasos de sus ídolos, los integrantes del programa de la televisión chilena «Rojo, fama contra fama», protagonistas de un filme musical que acaba de ser estrenado con gran éxito en salas de distintas partes del país.
Pero no todo es canto y baile en "Rojo, la película". Antes de su estreno este mes, la cinta ya había generado más de un debate entre los críticos sobre el mensaje que entregaba a sus espectadores: principalmente niños, niñas y jóvenes seguidores de este programa "busca talentos" que transmite la estatal Televisión Nacional de Chile (TVN) desde hace cuatro años.
Precisamente, Camila fue a ver el musical junto a su madre, Fabiola, y a sus dos hermanas menores que ella, una de las cuales también anhela ingresar al luminoso mundo del espectáculo como bailarina. Ellas fueron parte de los 8.800 espectadores que poblaron los cines en el primer día de exhibición de la película realizada por TVN y la productora Imagen Films.
Así, el lanzamiento fue el más exitoso entre los estrenos cinematográficos ya destacados de producciones chilenas de los últimos años, como "Sexo con Amor", que recogió en su primer día de exhibición 6.827 espectadores, "Sub-Terra" con 6.047 y Machuca con 6.814.
La cinta cuenta la historia de un grupo de jóvenes que se postulan al programa "Rojo, fama contra fama", para concursar en las categorías de canto y baile y de esta manera cumplir su sueño de ser artistas. Además de mostrar sus talentos, los participantes sienten que entrando a la televisión pueden dejar atrás el entorno de pobreza y sacrificio que había marcado sus vidas.
Pero en el transcurso de la película, los concursantes, que son interpretados por algunos de los artistas más populares nacidos en el espacio, se dan cuenta de los peligros que entraña la fama, enfrentándose a problemas como la drogadicción, situación que se vivió en el propio programa de televisión con un cantante que actualmente está en rehabilitación.
A pesar de que "Rojo, fama contra fama" está orientado a la familia, la película fue catalogada por el Consejo de Calificación Cinematográfica sólo para mayores de 14 años, con la opción de que los menores de esa edad puedan asistir junto a sus padres.
Irene Magaña, miembro de la entidad calificadora, afirmó que la película trata de forma liviana el tema de la fama y sus consecuencias. "Se presenta una idea desvirtuada de la vida, de la sociedad, de que todo se revierte con el éxito fácil", apuntó.
Además, Magaña, sicóloga de la Universidad de Santiago, criticó la forma en que se muestra el "cambio de vida" en la película, ya que a su juicio queda la idea de que, "a la que le va bien en Rojo, le va bien en la vida".
Según el director de la película, Nicolás Acuñan, la idea central de la cinta —y de alguna forma también del programa— no es la fama en sí misma, sino la lucha que dan los jóvenes por dedicarse a la actividad que más los apasiona.
Hasta ahora, centenares de jóvenes han probado suerte en el espacio televisivo. Cada año, nuevas generaciones de cantantes y bailarines, ya sean principiantes o con estudios profesionales, que participan en intensas competencias y de varios meses, donde pueden obtener suculentos premios como departamentos, automóviles y viajes dentro de Chile y en el exterior.
Desde su inicio, "Rojo, fama contra fama" no tardó en transformarse en un fenómeno social, atrayendo cada día a más aspirantes a famosos, principalmente de sectores medios y pobres, que no dudan en contar sus historias más íntimas a través de la pantalla, en las cuales se mezclan la marginación, la drogadicción, el abandono, el embarazo adolescente y la violencia doméstica.
De igual forma, el espacio ya traspasó las fronteras del país, gracias a su exhibición en la señal internacional de TVN. El año pasado se realizaron dos competencias con participantes llegados de distintos países, entre ellos, Argentina, Paraguay, Cuba, México, Estados Unidos, Venezuela, Bolivia y Colombia.
Tanto es así, que el formato ya fue exportado con gran éxito a Paraguay y se está negociando con canales de Ecuador y México. Considerando el público cautivo que tiene el programa en otros países de la región, ya se está analizando la posibilidad de exportar la película hacia el resto de América Latina.
El director ejecutivo de la señal estatal, Daniel Fernández, incluso se atreve a asegurar que se trata del "formato de programa familiar-juvenil (transmitido) por cable (televisión para abonados) más visto de Latinoamérica".
El crítico de cine Ítalo Pasalacqua comentó a IPS que la película tiene una fotografía y un guión débil, graves problemas de audición e insuficientes coreografías para ser un musical.
No obstante, reconoció que algunos de los cantantes y bailarines que actúan en los roles protagónicos demostraron el gran talento que poseen, especialmente María José Quintanilla, una adolescente de 16 años que llegó al espacio cuando tenía sólo 13 y que se hizo famosa cantando rancheras.
Quintanilla es uno de los emblemas del programa, ya que a su corta edad ha lanzado dos exitosos discos al mercado y fue invitada en 2004 al Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el evento musical más importante de Chile, que se realiza todos los años en esa costera ciudad de la quinta región de Valparaíso.
Pero al igual que otros participantes, no tardó en sufrir los costos del exceso de trabajo y la exposición pública, ya que el año pasado estuvo internada cerca de un mes en una clínica, tratándose una depresión.
Pero uno de los casos que causó mayor polémica fue el protagonizado por Cristell, de cinco años, que participó en un concurso de dobles de Quintanilla durante una de las galas del programa. Gracias a su carisma y afinación, la pequeña cautivó al público y de un día para otro se transformó en una nueva estrella, lanzando al mercado dos discos con canciones infantiles.
A pesar de que todavía no sabía leer ni escribir, empezó a viajar junto a sus padres por todo el país para cantar en espectáculos particulares. En uno de ellos, la niña se sintió mal y fue obligada a subirse al escenario, siendo la escena registrada por una cámara de televisión. Ello motivó una investigación del gubernamental Servicio Nacional de Menores (Sename). La sicóloga Vanetza Quezada aseguró a IPS que "los personajes del programa son modelos simbólicos", que los niños y adolescentes tienden a imitar. A su juicio, en el espacio hay un culto a la imagen muy importante. "Las niñas se van transformando a través de cirugías, mostrando una imagen que no es real", puntualizó.
"El éxito en la vida es visualizado cómo alcanzar la fama. Ese parece ser el motivo fundamental por el cual estos participantes se sobrexponen, usando su intimidad", añadió la profesional, coincidiendo con el diagnóstico inicial de Magaña.
Pero no todos tienen una opinión negativa del espacio, dado que el equipo siempre está participando en actividades benéficas, de ayuda a la comunidad. Por ejemplo, el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace) lo premió el año pasado por su apoyo a las campañas de prevención del uso de drogas.
"Rojo, fama contra fama" tiene similitudes con algunos programas españoles como "Operación Triunfo" y la serie de televisión "Un paso adelante", protagonizada por la actriz Mónica Cruz, hermana de Penélope Cruz.
Antecedentes más antiguos se pueden encontrar en la aclamada película Fama, estrenada en 1980 por el director Alan Parker, que cuenta la historia de un grupo de alumnos de una escuela de arte de Nueva York. Luego también arribó a la pantalla chica.