BALCANES: Milosevic era culpable

La Corte Suprema de Justicia de Serbia dictaminó finalmente que el ex presidente Slobodan Milosevic (1941-2006) ordenó la ejecución de opositores políticos. Lo que se supo durante años ahora es oficial.

El veredicto sobre Milosevic se emitió el miércoles 28 de junio, mientras la Corte confirmaba largas sentencias de prisión contra ocho policías del servicio secreto por el secuestro y asesinato, hace seis años, del antecesor de Milosevic en la Presidencia de Serbia, Ivan Stambolic, quien fue además su amigo de juventud, su camarada y su mentor.

Los mismos ocho también fueron condenados por un tribunal de distrito por el intento de asesinato, en 2000, contra el actual ministro de Relaciones Exteriores, Vuk Draskovic, quien entonces era líder de la oposición. Ahora el juicio busca sentencias más duras en este caso.

"Esta es la última palabra sobre el terrorismo patrocinado por el Estado", dijo Draskovic tras el veredicto de la Suprema Corte. "Serbia merece saber que su líder ordenó esos crímenes truculentos y enfrentar el pasado".

Pero Serbia está profundamente dividida sobre las guerras de los años 90 y el rol de Milosevic, quien gobernó desde 1989, fue derrocado el 5 de octubre de 2000 y falleció el 11 de marzo de este año.
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Para muchos fue un héroe nacional que luchó por los derechos de los serbios y no les hizo ningún mal a los bosnios musulmanes, a los croatas o a los albaneses. Para otros, es el hombre que manchó irrevocablemente el nombre de Serbia y a sus ciudadanos al tomar parte en las guerras de los años 90 que condujeron a la desintegración de la ex Yugoslavia.

"Esta última palabra (de la Suprema Corte) es una oportunidad para desmitificar de una vez por todas el papel de los servicios de seguridad bajo el gobierno de Milosevic y el rol vergonzoso del ejército, ambos debidos a los abusos que él ejerció", dijo a IPS el abogado Bozo Prelevic, primero que ejerció como ministro del Interior luego del régimen del ex mandatario.

Entre los ocho señalados como culpables por la Suprema Corte se encuentra Milorad Ulemek (de 36 años) y Branislav Bercek (de 28), condenados a la pena máxima, de 40 años de prisión. Ambos eran miembros de la Unidad de Operaciones Especiales de la policía secreta de Serbia en la era Milosevic.

Su jefe, el ex director de la policía secreta Rade Markovic (de 60 años), fue sentenciado a 15 años de prisión por transmitir órdenes de Milosevic a Ulemek, quien planificó el secuestro de Stambolic cuando éste trotaba por un parque de Belgrado, el 25 de agosto de 2000.

Bercek mató a Stambolic el mismo día. Le disparó a quemarropa mientras se encontraba arrodillado ante un pozo cavado en una montaña 80 kilómetros al norte de Belgrado. Milosevic veía a Stambolic como un potencial rival ante las elecciones presidenciales de septiembre de 2000.

La organización detrás de esta matanza fue claramente el escuadrón del régimen de Milosevic. Ulemek organizó un intento de asesinato contra Draskovic en el costero pueblo montenegrino de Budva en junio de 2000.

El ejército le proporcionó transporte en helicóptero a él, a Bercek y a otros que trabajaban bajo las órdenes de Milosevic, según el tribunal. Bercek disparó varias veces contra Draskovic, pero falló. Volvieron a Serbia en el helicóptero del ejército.

El entonces comandante del ejército, Nebojsa Pavkovic, enfrenta ahora un juicio separado por este intento de asesinato.

Los integrantes de la Unidad de Operaciones Especiales, incluyendo a Ulemek, también están en juicio por otro intento anterior de asesinato contra Draskovic en octubre de 1999. Bajo órdenes de Milosevic montaron un accidente automovilístico cerca de Belgrado en el que fallecieron cuatro de los asistentes de Draskovic. Él escapó milagrosamente.

Ulemek y varios miembros de la Unidad son sometidos a un juicio separado por el asesinato del primer ministro Zoran Djindjic, en 2003.

"La pirámide del mal fue indiscutiblemente establecida y demostrada por tribunales serbios", dijo Prelevic. "Va desde el jefe de Estado previo a 2000 hasta el director de la policía secreta (Markovic) y sus ejecutores (Ulemek y la Unidad). Pero esto exige otros exámenes más profundos. Primero, del rol del todopoderoso Partido Socialista de Milosevic".

En el curso de las investigaciones de los casos de Stambolic y Budva, se estableció que las matanzas fueran discutidas en reuniones oficiales del gobernante Partido Socialista de Milosevic.

Milosevic murió hace cuatro meses, mientras se encontraba detenido bajo jurisdicción del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, en la ciudad holandesa de La Haya.

"Para muchos, este es el final de la historia", dijo Prelevic. "Pero eso no debería cerrar el libro".

La historia de los Milosevic llegó a otra clase de final en Serbia la semana pasada, cuando los últimos dos miembros de la familia que todavía estaban allí —su nuera Milica y su nieto Marko— partieron hacia Rusia.

Allí se reunirán con la viuda de Milosevic, Mira Markovic, y su hijo Marko. El hermano de Milosevic, Bora, otrora embajador serbio en Rusia, también vive en Moscú. Su hija Marija se mudó a Montenegro en 2001.

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