TRABAJO-JAPÓN: Tradición versus competitividad

Hiroo Nishimura, jefe de comedor en una gran cadena de restaurantes, se opone la fijación de los salarios sobre la base del desempeño laboral y no de la antigüedad, el mecanismo habitual en Japón.

"Empecé a trabajar como mozo por un sueldo pequeño y durante 27 años trabajé duro hasta alcanzar el cargo que tengo ahora. De ninguna manera voy a permitir que empleados más jóvenes ganen más que yo", dijo Nishimura, hoy de 57 años.

Nishimura es una de las muchas personas en Japón que desaprueban la adopción del estilo estadounidense de establecimiento de salarios en función del rendimiento en el trabajo y que está reemplazando al modelo tradicional de este país asiático.

El sistema predominante se basa sobre la antigüedad, y se le ha vinculado con la seguridad laboral en las compañías japonesas.

El cambio de política salarial en numerosas compañías, en su afán por ganar competitividad y reducir costos, originó altos porcentajes de desempleo en hombres de mediana edad, que constituyen más de 10 por ciento de la población activa.

"Los trabajadores japoneses no están preparados para luchar por un ascenso que dependa del rendimiento. El peligro es que la dependencia del desempeño profundice la brecha entre empleados y gerentes, además de amenazar las ganancias corporativas", según el responsable de política salarial del sindicato Rengo, Toru Nishida.

"Nuestra posición es que no se debe juzgar a los empleados únicamente por su desempeño. Al contrario, los gerentes deben aplicar políticas de recursos humanos que desarrollen una relación de confianza con el trabajador en beneficio de ambas partes", explicó Nishida, cuyo sindicato es el mayor de Japón.

Durante décadas, Japón se rigió por un modelo de gestión corporativa según el cual el interés de los accionistas se equilibraba con el de los empleados y otras personas involucradas en la compañía, a diferencia de Estados Unidos, donde los accionistas tienen la última palabra.

Las empresas japonesas invertían en sus empleados, les ofrecían capacitación y otras oportunidades de mejorar, además de un empleo de por vida.

Con el tiempo, esas prácticas laborales fueron cediendo terreno al modelo estadounidense de relación laboral.

Nishida mencionó un estudio según el cual 60 por ciento de las compañías japonesas con un sistema salarial dependiente del rendimiento —adoptado para mejorar la competitividad y el ánimo de sus trabajadores— registraron resultados disímiles.

Según los sondeos, las compañías advierten que el mejor modo de ganar competitividad es el reclutamiento y mantenimiento en la plantilla de empleados eficientes, esto puede implicar la creación de un estilo de administración especial para Japón que incluya la tradicional seguridad laboral y la competitividad global.

Una de las figuras más destacadas en la búsqueda de una estrategia de recursos humanos efectiva que refleje ese objetivo es Fujio Mitarai, director de Canon, el conocido fabricante de cámaras fotográficas, fotocopiadoras e instrumentos de precisión, y ahora también presidente de la Federación Empresarial Japonesa.

Desde que asumió su cargo en mayo, Mitarai encabeza una campaña en favor del empleo de por vida. En ese sentido, ha advertido que un cuadro empresarial que despide empleados para recortar costos es un incompetente.

Mitarai y su predecesor, Hiroshi Okuda (presidente saliente de Toyota), promueven reformas en la gestión empresarial que no utilicen sistemas rígidos de aumento salarial por edad y que subrayen la unidad entre la gerencia y el personal.

"El modelo de administración empresarial que surge se orienta claramente al mercado, pues parte de la base que una compañía no puede sobrevivir sin el respaldo del consumidor, el capital y el mercado laboral", sostuvo en marzo el diario empresarial Nikkei.

A medida que Japón se enfrenta a una creciente competencia en el mercado global, habrá cambios pronunciados en el sistema de contratación basado sobre el rendimiento, pues las compañías deben luchar por mantenerse a flote, sostuvo el analista de la Universidad de Toin, Koichi Ishiyama, en la oriental ciudad japonesa de Yokohama.

"En Japón se valora mucho el trabajo en equipo, pero será muy difícil de mantener en las compañías cuya prioridad es obtener ganancias. En este contexto, es hora de implementar un sistema empresarial que también permita que las personas con iniciativa ganen más que otras, aun si trabajan en equipo", señaló..

De hecho, las encuestas realizadas por el Centro de Productividad de Japón sobre las nuevas contrataciones realizadas en mayo, fecha de inicio del año fiscal 2006, muestran que los jóvenes tienen mayor inclinación por el trabajo en equipo que sus predecesores.

Más de 70 por ciento de los encuestados respondieron que querían trabajar en un lugar donde los logros se compartieran con todos los miembros del equipo, el mayor porcentaje registrado desde 1997.

El portavoz del prestigioso Instituto de Investigación Hakuhodo, Hideharu Sekizwa, explicó que los jóvenes japoneses desean tener empleos que satisfagan sus ambiciones y les provean cierta seguridad.

"Hay un sentimiento creciente de que Japón debe mirar más de cerca el modelo europeo, que no recorta los puestos de trabajo como en Estados Unidos", sostuvo.

"En este país que tiene algunos problemas internos como la baja tasa de natalidad y la brecha emergente por diferencias de ingreso, se busca una solución que respete el tradicional énfasis puesto en el trabajo en equipo pero que, hasta cierto punto, también fomente el individualismo", añadió. (

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