Las elecciones del 2 de julio en México se efectuarán con tranquilidad y el ganador se conocerá ese mismo día, aseguran las autoridades y observadores, a quienes no les quitan el sueño los conflictos sociales en marcha ni la guerra política desatada.
Las instituciones electorales mexicanas están "entre las más seguras y viables del mundo", dijo José Salafranca, diputado del Parlamento Europeo que lidera una misión de observación de ese bloque para los comicios generales, al igual que otros 356 extranjeros de diferentes organizaciones internacionales.
El presidente del estatal pero independiente Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, declaró en la víspera que el proceso en marcha está vacunado contra cualquier problema y es altamente confiable.
Ugalde aseguró que la misma noche del 2 de julio los mexicanos conocerán con certeza al triunfador y, por tanto sucesor a partir de diciembre del presidente Vicente Fox para un período que terminará en igual mes de 2012.
Las encuestas que miden la intención de voto indican que los candidatos con mayores chances de llegar a la presidencia son Felipe Calderón, del gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), y Andrés López Obrador, del opositor e izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes recogen alrededor de 35 por ciento de las preferencias cada uno.
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Pero diversos conflictos sociales y el crispado ambiente electoral inquieta a muchos observadores y ciudadanos, que incluso temen que las elecciones generales estén en riesgo.
"En México nos asustamos por el ambiente de tensión que viene antecediendo a las elecciones, pero todo esto es entendible en un proceso tan cerrado y competitivo", comentó a IPS José Luis Ramírez, politólogo de la Universidad de la Salle.
Portavoces de la campaña López Obrador denunciaron que habría irregularidades en el padrón electoral y que el gobierno de Fox está metiendo las manos en el proceso para favorecer al postulante del oficialismo.
El PRD sostiene que Diego Zavala, directivo de una empresa informática y cuñado de Calderón, tuvo injerencia en las listas electorales de poco más de 70 millones de ciudadanos, y en otras instancias del gobierno.
Mientras, sindicatos amenazan con convocar cuatro días antes de las elecciones una huelga nacional en demanda de mejores salarios y en rechazo a supuestas injerencias del gobierno en las organizaciones de los trabajadores de la minería.
Seguidores del insurgente Ejército Zapatista de Liberación Nacional, asentado en el meridional estado de Chiapas, indican que el mismo día de las elecciones se movilizarán en la capital mexicana para pedir la libertad de campesinos presos acusados de secuestros y de atacar a la policía.
En el sureño estado de Oaxaca, unos 70.000 profesores mantienen desde fines de mayo una huelga en demanda de mejores salarios y anuncian que podrían boicotear los comicios.
No obstante este crispado clima, al que se suman las continuas descalificaciones, insultos y amenazas entre los candidatos, observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideraron que el proceso electoral mexicano está blindado y es altamente confiable.
"Existe fe en los trabajos que han venido realizando tanto el IFE como el Tribunal Electoral (instancia donde se podrían presentar impugnaciones y quejas) para sustentar este proceso", afirmó Ray Kennedy, coordinador adjunto del Proyecto de Apoyo a la Observación Electoral de la ONU.
Kennedy consideró "normales" las suspicacias que puede generar el proceso, y aseguró que eso ocurre en todos los países, independientemente de su experiencia democrática.
El experto descalificó las aseveraciones de que el padrón electoral mexicano haya sido vulnerado o alterado, como lo denunció el PRD. Se trata de una lista altamente confiable, señaló.
El eurodiputado Salafranca declaró que México cuenta con un sistema electoral de alta calidad, lo que lo coloca entre los más seguros y confiables del mundo.
El presidente del IFE garantizó por su parte que cada voto de los ciudadanos contará y que "absolutamente nada" del proceso en marcha le preocupa.
Durante los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ejercieron el poder sin interrupciones entre 1929 y 2000, las elecciones en México fueron cuestionadas y en más de una ocasión se denunciaron fraudes. En aquel período, el ahora IFE era comandado por autoridades del Poder Ejecutivo.
A comienzos de los años 90, los partidos políticos negociaron nuevas normas electorales que independizaron al IFE y que alcanzaron su madurez en 2000, cuando Fox ganó la presidencia y terminó con los gobiernos del PRI.
Desde entonces, el IFE es unas de las instituciones más respetadas por los mexicanos, según diversas encuestas. Además, el organismo tiene un alto prestigio internacional, que lo llevó en 2004 a capacitar a autoridades electorales de la invadida Iraq a pedido de la ONU.
"Acusar al IFE de parcialidad o decir que las elecciones peligran es parte de la inmadurez democrática y resultado de la calentura declarativa que genera una cerrada competencia como la que vemos ahora", señaló Ramírez de la Universidad de la Salle.
Los candidatos presidenciales del PAN y PRD son quienes tienen las mayores posibilidades de suceder a Fox. Pero también, aunque con escasas chances, compiten Roberto Madrazo, del histórico PRI, Patricia Mercado, de Alternativa, y Roberto Campa, de Nueva Alianza.
Además de presidente, en las elecciones del 2 de julio los mexicanos escogerán a 300 diputados, 128 senadores y a docenas de autoridades locales.