EDUCACIÓN: Leer, escribir, ¿y después qué?

La mexicana María del Carmen Cervantes ya aprendió el misterio de las letras que antes no podía descifrar, pero ahora quiere «seguir estudiando y leyendo», algo que no siempre logran los adultos recién alfabetizados, por falencias de los programas que se aplican en América Latina.

Cervantes figura entre las primeras iletradas beneficiadas con la campaña de alfabetización que, con el método cubano "Yo sí puedo", se desarrolla en Michoacán, el sudoccidental estado mexicano con 3,9 millones de habitantes y una tasa de analfabetismo de 12,6 por ciento.

"En México estamos alfabetizando desde los años 40, pero seguimos produciendo analfabetos, porque se enseña a leer y escribir y eso es todo, ahí nos quedamos", comentó a IPS el profesor Ángel Heredia Mena, del Instituto de Ciencias de la Educación José María Morelos de Michoacán.

Heredia Mena señaló que el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) de su país acoge a los alfabetizados que desean continuar la enseñanza primaria y hasta la secundaria. "Pero muchos no pueden llegar hasta ahí y se quedan en el camino, a riesgo de olvidar lo que aprendieron", indicó.

María de Jesús Morales, regidora de educación del municipio michoacano de Peribán de Ramos, donde hasta el momento suman 1.689 los alfabetizados, admitió que "el INEA no tiene todo el personal para atender el alumnado que se le entrega".
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"Por eso estamos tratando de crear condiciones para que esas personas no retrocedan y puedan hacer su enseñanza primaria. También estamos involucrando gente para la secundaria", aseguró Morales a IPS.

El asunto fue tema de debate en un seminario internacional sobre políticas y programas de alfabetización y posalfabetización desarrollado del 5 al 9 de este mes en La Habana, organizado por el Ministerio de Educación de Cuba y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), entre otras instituciones.

"No hay solución milagrosa y hay que explorar caminos según el contexto de cada país y de acuerdo a las ofertas de cada uno", dijo, al responder a la preocupación sobre la continuidad de la enseñanza de las primeras letras, la especialista en alfabetización de la Unesco, María Luisa Jáuregui…

A juicio de la experta, el seguimiento de los programas de alfabetización es un problema que "está en todas partes", no sólo en México, aunque existen diferentes alternativas, entre otras, la posibilidad de entrar en los programas de educación de adultos de otros países.

De ahí que uno de los focos estratégicos del Proyecto Regional de Educación en América Latina y el Caribe (Prelac) apunte a "flexibilizar los sistemas educativos formales", para que las personas que se alfabetizan puedan insertarse, por ejemplo, en los sistemas de educación nocturna de primaria y secundaria, indicó.

"Con nuestros alumnos del servicio social estamos alfabetizando, pero mi propuesta va más lejos e intenta fomentar los hábitos de lectura llevando bibliotecas ambulantes a las comunidades rurales. Luego, hacer tertulias cada mes para que se comente lo leído", dijo Heredia, jefe del departamento de difusión cultural y extensión educativa del centro michoacano.

Hasta ahora, sólo Venezuela exhibe un vasto programa de seguimiento a una campaña masiva de alfabetización que benefició a 1.482.000 adultos. Expertos de ese país dijeron que mediante la llamada "Misión Robinson 2", más de un millón de personas podrán terminar su enseñanza primaria en meses próximos.

A fines de 2005, la Unesco admitió en su Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, que solamente 80 por ciento de los alumnos que ingresan a la educación primaria llegan hasta el último grado en ese nivel, en tanto la quinta parte de la población adulta del planeta continúa privada del derecho a leer y a escribir.

A su vez, el director de la oficina de Unesco en Cuba, Herman van Hooff, alertó durante el seminario que en 2004, el número estimado de adultos analfabetos fue de más de 771 millones, 64 por ciento eran mujeres, y se pronostica que para 2015 quedarán aún 764,4 personas sin saber leer ni escribir. De este total, 63 por ciento, serán mujeres.

En América Latina, con 39 millones de analfabetos, las brechas de equidad empeoran los problemas en determinados sectores, en tanto países como Belice, El Salvador, Guatemala, Haití y Nicaragua, donde el promedio de alfabetismo adulto es inferior a 80 por ciento, tendrán las mayores dificultades para alcanzar las metas de "educación para todos" en 2015.

Esas metas, adoptadas en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos, en 1990 en Indonesia, y ampliadas en el Foro Mundial sobre la Ecuación, celebrado en Senegal en 2000, incluyen la universalización de la educación primaria, elevar en 50 por ciento la alfabetización de adultos y suprimir la desigualdad de géneros en la enseñanza básica y secundaria entre 2005 y 2015, entre otros puntos.

Con el mismo plazo, los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio suscritos por la comunidad internacional en 2000, adoptaron los dos últimos puntos.

Pero los planes masivos de enseñanza no resuelven por sí solos el problema, si no están acompañados de la calidad de los sistemas educativos, cuestión que también se está discutiendo a en el ámbito de la región, según informó César Guadalupe, asesor regional del Instituto de Estadísticas de la Unesco.

Según el experto, la discusión se orienta con un enfoque nuevo, en que debe evaluarse si los sistemas educativos son relevantes para el mundo contemporáneo, pertinentes a las condiciones de vida de las personas y eficaces tanto en la meta que se proponen como en el uso de los recursos públicos.

"No es accidente que los problemas de analfabetismo sean más agudos en países como Guatemala, Honduras o Nicaragua, donde menos de 80 por ciento de las personas de 15 o 19 años termina primaria y en algunos casos menos de 70", indicó el especialista.

En su opinión, tampoco es "accidental que esto no sea un problema en Cuba, donde todos los chicos (niños) terminan la primaria y el sistema educativo no sigue produciendo analfabetos", como en países en que las tasas bajan, pero el sistema sigue produciendo nuevos iletrados jóvenes, porque no les asegura educación.

Además, "un sistema es de calidad sólo si es equitativo, no puede ser de otro modo. La equidad es fundamental a lo que hacemos y hay que preguntarse si todos (los alumnos) terminan por igual o hay problemas entre la población urbana o rural, entre la población pobre o no pobre, indígena o no indígena", agregó Guadalupe.

Datos de la Unesco indican que en Bolivia, por ejemplo, el alfabetismo urbano es de 91 por ciento, mientras el rural es de 75 por ciento, y en Ecuador, que tiene un promedio nacional de alfabetización de adultos de 91 por ciento, éste cae a 72 por ciento entre las comunidades indígenas.

El método cubano de alfabetización, con el cual las personas pueden aprender a leer y escribir en sólo tres meses, establece como principio que éstas continúen estudiando al menos hasta concluir la enseñanza primaria.

Bolivia inició este año una campaña masiva con la que espera alfabetizar a más de un millón de personas con el "Yo sí puedo", aplicado con éxito en más de una decena de países y puesto a disposición de la Unesco por las autoridades cubanas.

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