La selección de un candidato propio en representación del movimiento indígena ecuatoriano para los comicios de octubre podría interpretarse como una señal de unidad y fuerza, pero una mirada más profunda parece revelar otra lectura.
Luis Macas, actual presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, Conaie, fue elegido la última semana de mayo como candidato a la Presidencia por la asamblea de la entidad política creada por la misma organización, el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País.
Macas, quien es del pueblo saraguro y de la nacionalidad kichwa, fue uno de los ideólogos y fundadores de la Conaie en 1986. Esta es la organización indígena más grande del Ecuador, que según sus portavoces representa a 70 por ciento de la población nativa de este país.
En Ecuador hay más de 12 nacionalidades y 17 grupos étnicos, que unidos representan entre ocho y 23 por ciento de la población total ecuatoriana —de 13,5 millones— según estimaciones del gobierno o de la Conaie.
Macas, quien fue elegido como diputado nacional en 1996 por el movimiento político Pachakutik, fue ministro de Agricultura durante el gobierno de Lucio Gutiérrez (2002-2005), al cual acusa de intentar "acabar con la Conaie".
La confederación surgió a partir de las organizaciones comunitarias y tuvo en su fundación participación de todas las nacionalidades. Sus propósitos principales fueron: propender a la creación de un Estado plurinacional, defender los territorios indígenas ancestrales, fortalecer las lenguas y culturas nativas y proponer un plan de desarrollo sustentable de largo aliento.
Según Luis Montaluisa, educador y cofundador de la Conaie, Macas, junto con el líder indígena de la Amazonia, Valerio Grefa, en una asamblea de la Conaie de 1996 reorientaron el foco de acción de la confederación. "Decidieron abandonar las ideas iniciales y adoptaron la idea de la participación con candidatos a elecciones", afirmó.
"Desde entonces han existido concejales, ministros de Estado, prefectos, pero la gran mayoría indígena está en peor situación que antes de la participación electoral. Las ideas de la promoción de la cultura, de la defensa de los territorios indígenas, etcétera, han sido dejadas de lado", aseveró Montaluisa.
El anuncio del candidato de la Conaie se suma a la ya fragmentada participación de la izquierda en las próximas elecciones presidenciales. León Roldós se presentará a los comicios con el apoyo de la Izquierda Democrática, y Rafael Correa se postulará por Alianza País, coalición que contaba con el apoyo de los movimientos indígena y social que acompañaron la caída de Gutiérrez en abril de 2005.
Macas dijo a IPS que defenderá alianzas con varias organizaciones sociales y otros partidos de izquierda para "generar una gran unidad del pueblo".
Para el antropólogo Fernando García, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, al movimiento indígena le tocó pagar un precio por sus alianzas con políticos que no pertenecían al movimiento, pero también sacó lecciones, una de las cuales es precisamente la de presentar candidato propio.
García insiste en que "la perspectiva a futuro sigue siendo la de las alianzas, pero no con los partidos políticos conocidos, sino con todas aquellas organizaciones de la sociedad civil que quieran reconstruir la fuerza de la izquierda y se adscriban al proyecto político planteado por el movimiento".
La Conaie ha apoyado a diversos sectores políticos en el pasado reciente. Se adhirió al grupo militar que derrocó al presidente democristiano Jamil Mahuad en 2000 y luego hizo alianza con Sociedad Patriótica 21 de Enero, el partido que llevó al militar Gutiérrez a la Presidencia en 2002.
Tras una fallida participación de algunos meses en esa administración, el movimiento indígena se distanció del gobierno de Gutiérrez —derrocado en 2005—, pero con pérdidas en materia de convocatoria, según analistas.
Macas hizo pública su propuesta organizativa de elecciones primarias dentro de la izquierda, con la cual pretende iniciar un frente con otras organizaciones sociales, políticas y culturales.
Javier Ponce, analista del diario ecuatoriano El Universo, dijo a IPS que la candidatura presidencial de Macas "nace débil y dubitativa" y el movimiento indígena no se ha repuesto como debiera de la experiencia frustrada en el gobierno de Gutiérrez. "No lo ha hecho con el suficiente espíritu crítico", que para Ponce hubiera significado marginarse de la contienda electoral. "No se trata de una duda electoral, se trata de una ausencia, por el momento, de horizonte en el movimiento indígena", afirmó.
La participación electoral aparentemente habría influido en la "pérdida de horizonte" según estimaciones del líder indígena Montaluisa. "Fuera del Ecuador se ve al movimiento indígena como con mucha fuerza. Pero en las comunidades indígenas lo que se ve son disputas por cargos. Muchos dirigentes jóvenes ven en la participación electoral y en la distribución de cargos un modo de tener prestigio y dinero fácil", opinó.
Sin embargo, Montaluisa considera que existe la esperanza de que los líderes jóvenes reconstruyan el movimiento basados en los principios originales, y entendiendo que la participación electoral debe contar con un plan acordado entre las bases y los candidatos.
Precisamente la formación de líderes entre la población joven es el propósito del programa conjunto de la Conaie y la fundación Esquel, una organización no gubernamental ecuatoriana que forma parte de la red internacional Civicus, denominado Escuela de Gobierno Antonio Ante.
El programa de liderazgo, en el que por ahora participan 40 jóvenes del norte, rescatando la importancia de la "interculturalidad"en el país, es decir el conjunto de derechos de las culturas autóctonas.
Precisamente esos derechos, uno de los conceptos fundacionales de la Conaie, son ahora reclamados por las voces críticas del movimiento indígena, que esperan vuelva a constituirse como la bandera de las movilizaciones y el foco de la agenda política del movimiento nativo.
*Con aporte de Milagros Aguirre (Ecuador).