BIRMANIA: Jóvenes generales se preparan para asumir el poder

La junta militar que gobierna Birmania con mano de hierro se sometió a una amplia reestructura, en el marco de un proceso de reorganización del ejército que llevará al poder a una nueva generación de generales, según diplomáticos en Rangún.

El relevo de ocho subsecretarios y un miembro de la Corte Suprema es, de acuerdo con las fuentes, parte de un impulso reformista que incluye la reorganización del todopoderoso ejército.

Los informantes prevén otros cambios en el gabinete, incluida la renuncia del líder máximo de la junta militar, el veterano general Than Shwe, con la que cederá parte de su poder a la siguiente generación de generales.

Observadores optimistas vislumbran en esos cambios la antesala de la transformación del gobierno militar de Birmania en uno civil, mientras continúa un controvertido proceso de reforma constitucional con escasísima presencia opositora y debates restringidos.

Than Shwe también prevé un nuevo programa de liberalización económica y de fortalecimiento del sector privado, para reforzar las posibilidades de supervivencia del régimen.
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Las reformas coinciden con una nueva ofensiva contra la corrupción. Varios altos funcionarios fueron detenidos por esa causa, y los procedimientos judiciales comenzarán en breve.

Las investigaciones siguen adelante e incluso se han ampliado para implicar a ministros y altos funcionarios del Banco Central, según las fuentes diplomáticas.

En la reorganización del gabinete, comunicada en mayo, dos subsecretarios fueron retirados de sus cargos y otros más pasaron a retiro.

Resta conocer los nombres de sus sustitutos, aunque, de acuerdo con los informantes, serían elegidos entre recién graduados del Colegio de Defensa Nacional.

"Se espera que algunos de los nuevos ministros sean leales al segundo al mando del ejército, Maung Aye", dijo a IPS el analista independiente birmano Win Min, residente en la septentrional ciudad tailandesa de Chiang Mai.

Esa puede ser la forma que encontraron altos generales para mantener a Maung Aye dentro del sistema, aunque reduciendo su influencia, de acuerdo con un experimentado diplomático asiático quien conoce muy bien a los militares gobernantes.

La reorganización del gobierno prevista por Than Shwe pretende contribuir a preparar la próxima fase de transición política, a la vez que reduce la autoridad de Maung Aye.

Muchos de los comandantes regionales fueron desplazados tras la última reunión trimestral del Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo (nombre que se ha dado a sí misma la junta militar).

El encuentro se llevó a cabo en la nueva capital Pyinmana. Ahora que concluyó la mudanza del Ministerio de guerra y de la sede del gobierno, la cúpula militar concentra su atención en el futuro político del país.

El proceso de reconciliación nacional, como el régimen llama a la reestructura, se ha retrasado sustancialmente, por un lado, debido a la mudanza de la capital, y por otro, a causa de la detención del ex jefe de inteligencia y primer ministro, general Khin Nyunt, hace más de 18 meses.

Cientos de sus seguidores también fueron arrestados y muchos de ellos sentenciados a cientos de años de prisión.

Desde entonces, el líder del régimen se ha preocupado por consolidar su poder en el ejército y en el gobierno de ese país. Than Shwe se siente ahora más cómodo para proseguir sus planes.

La Convención Nacional que prepara el borrador de la nueva constitución prevé reanudar sus deliberaciones en la segunda mitad del año. El ministro de Relaciones Exteriores, Nyan Win, dijo a sus pares de Asia sudoriental en abril que la constitución llevaría dos años más de preparación.

La redacción de una nueva carta política es el primer paso dentro de la planificación del gobierno hacia, supuestamente, un proceso democrático. El gobierno planea someterla a referéndum y posteriormente realizar elecciones.

Ahora que Than Shwe quiere reiniciar el proceso de reconciliación nacional, la principal preocupación del régimen es allanar el terreno para las próximas etapas.

Eso implica la inmovilización o eliminación de toda posible oposición, incluyendo los partidos democráticos y organizaciones rebeldes de las minorías étnicas, la mayoría de las cuales tienen acuerdos de alto el fuego con Rangún.

Empero, la primera tarea de Than Shwe es reformar la cúpula del ejército y transformar el gobierno. Actualmente, esos cambios están previstos y son los más radicales desde que los militares tomaron el poder hace casi 18 años.

De acuerdo a varias versiones que circulan desde hace un tiempo, el líder de la junta militar renunciaría, al menos, a uno de los tres cargos que ejerce (la presidencia del Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo, el comando supremo del ejército y la titularidad del Ministerio de Defensa).

"Esperamos que Than Shwe renuncie a su cargo de ministro de Defensa en el marco de la reestructura", señaló un diplomático asiático en Rangún.

También se espera que Than Shwe abandone el cargo de comandante en jefe del ejército para fin de año. El tercer militar al mando, general Thura Shwe Mann, tomaría las riendas de la maquinaria castrense de Birmania.

"Probablemente, el general Maung Aye permanezca como vicepresidente del Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo, un cargo meramente figurativo, pero renuncie al de subcomandante en jefe del ejército", informó una alta fuente gubernamental.

Se prevé incluso que el Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo cambie de nombre a Consejo Estatal para la Democracia y el Desarrollo, en los próximos meses, con ambos generales al mando del nuevo órgano de gobierno.

Desde que el ejército asumió el poder, los gobernantes militares han cambiado varias veces el nombre formal de la junta. El entonces Consejo Estatal para la Ley y el Orden se transformó en 1997 en Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo.

No sería sorprendente que nueve años después cambiara otra vez de nombre, porque ese número tiene un significado especial en la astrología birmana.

La idea sería que un consejo de gobierno permanezca como la más alta autoridad política supervisando un consejo militar y un gabinete civil.

El comando militar sería reemplazado por un consejo castrense conducido por el general Thura Swe Mann, pero integrado por Than Shwe.

"La idea seguramente haya sido copiada de los chinos. Than Shwe pretende seguir los pasos dados por Deng Xiaoping tras su renuncia a su cargo en el gobierno y en el partido", señaló el analista Win Min.

Actualmente, el gabinete está siendo reemplazado totalmente por civiles, los ministros militares pierden su rango al asumir un cargo de gobierno. El primer ministro, Soe Win, tuvo que renunciar a su cargo y grado militar.

Beijing cree que este año Than Shwe se retirará para poder convertirse en el presidente civil, de acuerdo con la nueva constitución. "Quiere ser presidente de por vida", reveló un alta fuente militar cercana a él.

La nueva generación de generales podrá tener la responsabilidad diaria de conducir el país y seguir con las siete etapas previstas para instalar la democracia, pero Than Shwe seguirá detentando el poder detrás del trono.

"Está repitiendo su costumbre de enfrentar a sus posibles rivales jóvenes entre sí para equilibrar el poder", sostuvo Win Min.

"Esta es la nueva generación de líderes militares preparados para gobernar", sostuvo un experimentado diplomático indio que negocia con Birmania. También alertó que esta generación de generales carece de los modales y la sofisticación de sus superiores.

"Estos hombres son toscos y sin educación, sólo saben cómo ladrar órdenes", señaló otro diplomático indio que cumplió funciones en Rangún, y conoce muy bien a los nuevos generales.

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