Tras la decisión estadounidense de no venderle más armas ni equipo militar, el gobierno de Venezuela amenaza con renovar y ampliar las compra de esos materiales con otros proveedores.
"No tenemos ningún plan de comprarle armas a Estados Unidos. Ellos pretenden que nos quedemos sin armamento, desarmar a Venezuela", replicó desde Libia el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. "Pero en estos momentos van rumbo al país 30.000 fusiles Kalashnikov de Rusia y ya recibimos los primeros helicópteros" de ese país", agregó.
Venezuela pretende comprar hasta 40 helicópteros rusos MI-17 y MI-35, de los que ya llegaron tres, mientras que para los 80.000 efectivos de su Fuerza Armada se compraron 100.000 fusiles AK-103, la última generación de Kalashnikov, por 400 millones de dólares.
También encargó a España 10 aviones de transporte C-295, dos de vigilancia CN-235, cuatro barcos patrulleros costeros y cuatro de navegación oceánica, por un total de 2.000 millones de dólares. En tanto se propone adquirir en Brasil una veintena de aviones Super-Tucanos, para entrenamiento militar y vigilancia fronteriza.
Washington anunció esta semana, mientras Chávez viajaba por el norte de África, que no vendería más armas o equipos militares a Venezuela, debido a que este país "no coopera suficientemente en la lucha contra el terrorismo".
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Ya en enero, en el marco del enfrentamiento político y diplomático entre ambos países que se arrastra al menos desde hace más de dos años, el gobierno estadounidense de George W. Bush objetó que tecnología de ese país se emplease en naves españolas o brasileñas con destino a Venezuela.
"El imperio nos muestra los dientes. Es otro mensaje a Venezuela y a los demás estados del mundo en el sentido de que Washington empleará la fuerza, incluso preventivamente, contra todo estado que eventualmente considere como amenaza a sus intereses", dijo a IPS el general del ejército Alberto Muller.
Este general de 70 años, reincorporado al servicio activo por Chávez para coordinar su Estado Mayor, propuso "vender a Irán, Chile u otro país interesado los cazas F-16", de fabricación estadounidense y que Venezuela compró hace 20 años.
La réplica de Washington no se hizo esperar y estuvo a cargo del portavoz del Departamento de Estado (cancillería), Sean McCormack. "Sin el consentimiento escrito de Estados Unidos no se pueden transferir estos artículos de defensa, y en este caso los F-16, a un tercer país, y aunque este pedido fuera hecho, no tendría eco en el gobierno estadounidense", advirtió.
También alertó a Rusia sobre las armas que pueda vender a Venezuela. McCormack dijo que Estados Unidos pedirá a Moscú que, antes de decidir al respecto, se informe sobre el destino que Caracas le dará a los pertrechos militares que compra.
McCormack sostuvo, empero, que la decisión de Washington de no vender más armas o equipos a Venezuela "no afectará las licencias autorizadas previamente para repuestos o mantenimiento" de los pertrechos como los aviones F-16.
En cambio, para el ministro venezolano de Defensa, almirante Orlando Maniglia, el gobierno de Estados Unidos "incumple contratos al negarse a suministrar repuestos y mantenimiento" para los F-16, originalmente una flotilla de 24 aparatos, pero que según trascendidos apenas una docena estarían operativos debido a los accidentes sufridos y a la falta de mantenimiento.
El vicealmirante retirado Rafael Huizi, opositor a Chávez, confirmó que "desde hace varios años hay problemas para que lleguen al país componentes y materiales militares estadounidenses", lo cual "ha afectado la capacidad y el apresto operacional de la Fuerza Armada, que ahora tendrá que ir a otros mercados".
Muller recordó a IPS que Irán "tuvo capacidad para convertir y emplear en la guerra contra Iraq sus cazas F-14, después que Estados Unidos rompió con la revolución islámica tras la caída del sha Reza Pahlavi (1979) y podrían usar los F-16 que para nosotros, en caso de una agresión estadounidense, resultarían inútiles".
Su propuesta es continuar las compras de material "defensivo", incluyendo "la oferta rusa de vendernos el avión Sukhoi 35, que es el mejor caza del mundo". Por lo demás, precisó, Venezuela siempre se esforzó por no depender de un solo proveedor y tiene fusiles belgas, fragatas italianas, tanques y aviones de guerra Mirage franceses, y baterías de artillería israelíes.
El general Fernando Ochoa, ex ministro de la Defensa y opositor a Chávez, observó que "se necesitaría una gran inversión en armamento nuevo, pues además de los F-16 tenemos otros equipos y tecnología estadounidenses". "Además, otros proveedores son aliados de Washington y por tal requerirán su permiso para podernos vender", añadió.
Alfredo Ruiz, de la organización no gubernamental Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, comentó a IPS que "todo estado tiene derecho a tener el armamento que necesita para su defensa, control del orden interno y vigilancia de las fronteras, pero nos oponemos a la compra de material ofensivo, como por ejemplo misiles o bombarderos".
"La acusación estadounidense sobre falta de cooperación contra el terrorismo no es nueva y a nuestro modo de ver carece de fundamento", apuntó Ruiz. "Aunque sí debemos alertar que, en aras de la paz ciudadana en Venezuela, las armas que se reemplacen, como por ejemplo fusiles, deben permanecer en los cuarteles y no entregarse a la población", advirtió.
Huizi y Ochoa coincidieron en que "lo que está ocurriendo es una reacción de Estados Unidos al discurso y la política internacional del presidente, según la cual los que antes eran aliados ahora son enemigos, y viceversa".
El veto de Washington a la venta de armas "fue una provocación calculada para medir la capacidad de respuesta del presidente Chávez y el alcance de sus amenazas, principalmente en materia petrolera", estimó Raúl Arrieta, director del postgrado en Derecho Internacional de la Universidad Central de Venezuela.
Chávez ha descartado cesar las ventas de crudo a Washington a causa de la escalada verbal, política y diplomática, pero asegura que si Washington ataca directamente a su país "no saldrá ni una gota" de petróleo de los puertos venezolanos.
En tanto, el mandatario informó que estudia "la compra de aviones de combate de los más modernos del mundo, que son rusos", y aseguró que intensificará su búsqueda de cooperación militar con China.