Crece el apoyo a la idea de que el nuevo secretario general de la ONU proceda de Asia, y hay posibilidades de que varios postulantes se unan a la carrera, quizás de India, Indonesia, Timor Oriental y hasta de Japón.
El Movimiento de No Alineados (Noal), que con 114 países es la coalición política más grande de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), integró la opinión del Grupo Asiático, de 54 miembros, y del Grupo Africano, de 53, al declarar su respaldo público a la idea de que el nuevo jefe administrativo del foro mundial, que deberá asumir en enero de 2007, sea asiático.
El actual presidente del Noal, el embajador malasio Hamidon Ali, señaló la semana pasada que el grupo "ha decidido que el octavo secretario general de las Naciones Unidas, quien suceda a Kofi Annan, de Ghana, debe ser elegido de un Estado miembro de la región asiática".
Los tres candidatos asiáticos son hasta ahora el ex subsecretario general para Asuntos de Desarme, Jayantha Dhanapala, de Sri Lanka, el viceprimer ministro de Tailandia, Surakiart Sathiratha, y el canciller de Corea del Sur, Ban Ki-moon.
Corea del Sur es parte del Grupo Asiático de la ONU, pero no integra el Noal, por lo que ese movimiento no respalda la candidatura de Ki-moon.
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Mientras, la elección del nuevo secretario general podría estar indirectamente vinculada a una carrera quizás aun más frenética por otro codiciado precio en la ONU: un asiento permanente en el Consejo de Seguridad.
Alemania, Brasil, India y Japón, conocidos como el Grupo de los Cuatro, golpean la puerta de ese organismo para que se permita la creación de más puestos permanentes.
Actualmente, los cinco miembros permanentes y con poder de veto en el Consejo de Seguridad son Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China y Rusia.
Pero esos asientos parecen bastante esquivos, sobre todo debido a la gran división entre los 191 Estados miembros. La propuesta para expandir el Consejo de Seguridad entró en un callejón sin salida.
Los dos contendientes asiáticos para un asiento, India y Japón, ahora también compiten por el cargo del secretario general.
Públicamente, Tokio dice no estar interesado en el puesto, a pesar de que el reclamo asiático cosecha apoyo en la ONU.
A menos que Estados Unidos siga presionando por un candidato de Europa oriental, el próximo secretario general será de Asia, una idea también avalada por China.
"Los japoneses todavía están concentrados en un asiento permanente en el Consejo de Seguridad y tienen la esperanza de que pueden alcanzarlo, si no en la compañía de India, Alemania y Brasil, sí por sus propios medios", dijo un diplomático de Asia.
Pero si Japón renuncia a su esperanza de un asiento en el Consejo de Seguridad antes de fines de este año, ¿apostará todo a obtener el cargo de secretario general?
Existe una tradición, aunque no reflejada en la Carta de la ONU, de que ese puesto no debe ser ocupado por ninguna de las mayores potencias políticas y económicas, como Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón y Rusia.
Los anteriores secretarios generales fueron Trygve Lie, de Noruega, Dag Hammarskjold, de Suecia, U. Thant, de Birmania, Kurt Waldheim, de Austria, Javier Pérez de Cuellar, de Perú, Boutros Boutros-Ghali, de Egipto, y Annan, de Ghana.
Pero la tradición puede romperse, pues no está escrita en piedra. Japón, el segundo mayor contribuyente al presupuesto de la ONU, con 20 por ciento del total, ha sido excepcionalmente agresivo en su campaña para obtener puestos de alto nivel en el foro mundial.
No obstante, los japoneses son conscientes de que si China amenaza con vetar la membresía permanente de Japón en el Consejo de Seguridad, podría hacer lo mismo en el caso del secretario general. Si Japón es descartado, ¿qué pasaría con India?
El primer tiro lo dio el mes pasado un ex diplomático indio quien trabajó tanto en Washington como en Nueva York. En un artículo para un periódico indio, el ex embajador T.P. Sreenivasan trazó un posible escenario, quizás reflejando la postura de los altos mandos de la diplomacia india.
Sreenivasan sostuvo que el actual subsecretario general para Información Pública, Shashi Tharoor, el indio con cargo más alto en la ONU, podría ser un candidato.
Hasta ahora, India no ha manifestado apoyo oficial a ninguno de los tres candidatos asiáticos declarados.
"El dilema para India no es sobre encontrar un candidato adecuado, sino sobre la incompatibilidad entre buscar un candidato y aspirar a convertirse en un miembro permanente", escribió Sreenivasan.
En su carrera por un lugar en el Consejo de Seguridad, el mayor problema de India es ganar el apoyo de una mayoría de dos tercios en la Asamblea General, de 191 miembros.
"Pero, como eso no está entre las posibilidades, no debemos renunciar a la opción de presentar un candidato para el puesto de secretario general", afirmó Sreenivasan.
Pero el factor desconocido es el veto chino. A pesar de que Beijing constantemente reafirmó su apoyo a que el nuevo secretario general fuera asiático, podría pensar dos veces la idea de un indio, sobre todo en momentos en que Washington fortalece sus relaciones con Nueva Delhi como contrapeso político y militar de China.
El vicerrector de la Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Tokio, Ramesh Thakur, señaló que no había ninguna garantía de que el puesto fuera para un asiático, a pesar del sentimiento general favorable en los círculos de la ONU.
"China indicó su fuerte apoyo a la idea, y por supuesto podría vetar cualquier candidato no asiático", dijo Thakur a un periódico local el mes pasado. Pero no será suficiente si los asiáticos no pueden unirse detrás de un único nombre o al menos acuerdan una estrategia común, añadió.