Durante el gobierno de Vicente Fox naufragaron las iniciativas para que actores políticos acuerden reformas a las estructuras económicas y sociales de México. Ahora, en medio de una agresiva campaña electoral, surge otra propuesta que usa de anzuelo los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Mileno.
La representación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en México entrevistó entre octubre y febrero a 152 líderes de diversos ámbitos de la vida nacional para difundir las también llamadas metas del milenio y evaluar la posibilidad de que en torno a ellas se realice un "diálogo para el desarrollo".
"Descubrimos que los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) ofrecen un pegamento potencial entre los actores del país. Nuestro trabajo puede representar la primera etapa para un diálogo nacional", dijo a IPS Thierry Lemaresquier, coordinador residente de las agencias de la ONU en México.
En la denominada Consulta Nacional sobres los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyos resultados se difundieron este mes, la mayoría de los entrevistados señalaron que las metas generan consenso y podrían ser el punto de partida de un acuerdo nacional que defina cambios de gran envergadura para su país.
La Asamblea General de la ONU aprobó en septiembre de 2000 cumplir para 2015 ocho grandes objetivos con sus 18 metas concretas. Los compromisos incluyen reducir a la mitad, respecto de 1990, la proporción de personas en la indigencia y con hambre, lograr la educación primaria universal, además de reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos.
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La lista se completa con los objetivos de promover la igualdad de género, combatir la propagación del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, la malaria y otros males, asegurar la sustentabilidad ambiental y crear una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
En México nadie objetó la firma de tales compromisos. No obstante, hay dificultades evidentes para negociar acuerdos específicos que potencien el desarrollo del país, se indica en las secciones introductorias del documento de consulta que realizó la ONU.
La delegación del foro mundial atribuye ese hecho al diseño institucional de la democracia mexicana, a "una cultura política poco democrática" y a la ausencia de espacio de "diálogos plurales e incluyentes que garanticen la participación de la sociedad civil", entre otros elementos.
"Si bien no se percibe un contexto de conflicto abierto, sí se percibe una excesiva politización de la vida nacional, donde la lógica de los intereses particulares (económicos y políticos) prevalece por encima del interés colectivo. Ello, pese las grandes coincidencias que subyacen bajo las posiciones aparentemente contradictoria de los distintos actores", agrega.
Según Lemaresquier, "los ODM, más allá de estar en un ámbito un poquito tecnocrático, podrían convertirse en metas-país desde la ciudadanía".
"Sabemos que las contiendas electorales no son un momento muy adecuado para construir consensos", reconoció.
Sin embargo, indicó que, de las entrevistas realizadas en México, quedó al descubierto que los Objetivos podrían servir para reunir a los distintos protagonistas y generar acuerdos después de las próximas elecciones presidenciales. Pero que eso suceda "dependerá de los actores, pues la ONU sólo haría el papel de facilitador, aclaró.
La Consulta Nacional sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio fue elaborada por encuestadores y funcionarios del foro mundial, quienes entrevistaron personalmente, con un guión establecido, a cada unos de los actores que aceptaron participar.
Así fueron visitados 36 "expertos y líderes de opinión", 23 activistas de "organizaciones de la sociedad civil", 16 gobernadores, 17 dirigentes de sindicatos, iglesias y grupos de campesinos, 14 legisladores, 12 empresarios, 11 alcaldes, 11 funcionarios del gobierno nacional, cuatro representantes de medios de comunicación, cinco jueces y tres dirigentes de partidos políticos.
México está inmerso desde comienzos de año en una intensa campaña política de cara a los comicios del 2 de julio, de donde saldrá el sucesor de Fox a partir del 1 de diciembre.
El candidato que lidera las encuestas de opinión de voto es Felipe Calderón, del gobernante y conservador Partido Acción Nacional. De cerca lo sigue Andrés López Obrador, del izquierdista y opositor Partido de la Revolución Democrática.
Los otros postulantes son Roberto Madrazo, del histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI), Patricia Mercado, de la socialdemócrata Alternativa, y Roberto Campa, de Nueva Alianza, quienes tienen escasas posibilidades.
Cuando Fox llegó al gobierno en diciembre de 2000, pasando a la historia como el primero que derrotó al PRI desde 1929, prometió generar procesos de diálogo para definir rutas de desarrollo a largo plazo.
Propuso reformas a leyes de los ámbitos laboral, de energía, tributario, justicia penal y electoral y se realizaron foros al respecto además de reuniones con opositores políticos, académicos y miembros de la sociedad civil. Pero nada prosperó.
También se lanzaron, sin éxito, iniciativas de parte de gobernadores y de la sociedad civil que apuntaban a definir cambios en las estructuras institucionales del país.
Unos 300 líderes de los sectores empresariales, políticos, sociales e intelectuales firmaron el año pasado el llamado Acuerdo de Chapultepec. Se trata de un listado de buenos propósitos en el que sus adherentes llaman a consolidar la democracia y a promover el estado de derecho y un desarrollo con justicia social, empleo y crecimiento económico.
Ese acuerdo, que es impulsado por el magnate mexicano Carlos Slim, no aterrizó hasta el momento en propuestas concretas que implicarían desplegar negociaciones políticas.
"En México, la gente estima que existe la necesidad urgente de armar un diálogo nacional en torno a los grandes desafíos que enfrenta el país. La idea es usar bien los momentos políticos para poner en marcha un diálogo que sea plural e incluyente", señaló Lemarresquier.
Para el funcionario, los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio se perfilan como uno de los motores centrales que podría mover ese proceso.