Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela ratificaron este jueves su voluntad de avanzar hacia la integración energética regional en una cumbre celebrada en el norte argentino para discutir el impacto de la decisión boliviana de nacionalizar sus hidrocarburos.
Tras más de tres horas de deliberaciones, los mandatarios se presentaron juntos en una rueda de prensa ofrecida en el Hotel Casino de Puerto Iguazú, en la nororiental provincia de Misiones. El argentino Néstor Kirchner dijo que fue "una de las mejores reuniones" de las que le tocó participar como presidente.
A pesar de que las declaraciones previas a la cita estaban cargadas de tensión y recelos mutuos, sobre todo entre Bolivia y Brasil, en el encuentro primó el diálogo franco y responsable, coincidieron en describir los mandatarios.
Según el texto del breve documento suscrito por todos, Kirchner, su par boliviano Evo Morales, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y el venezolano Hugo Chávez destacaron que "la integración energética es un elemento esencial en la integración regional".
Los presidentes "coincidieron en la necesidad de preservar y garantizar el abastecimiento de gas favoreciendo un desarrollo equilibrado entre los países productores y consumidores" y "destacaron que la discusión por el precio del gas debe darse en un marco racional y equitativo", reza el texto.
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Para atender los impactos de la decisión de Bolivia, segunda mayor reserva gasífera de América del Sur, de nacionalizar sus hidrocarburos y fijar nuevos precios para el gas, los mandatarios eligieron la vía del diálogo bilateral, al tiempo que ratificaron la vigencia del proyecto de construcción del Gasoducto del Sur.
En Puerto Iguazú, Chávez, Lula y Kirchner invitaron formalmente a Morales a sumarse al proyecto de integración energética que llevará gas desde Venezuela, donde están las mayores reservas sudamericanas, hasta Argentina y Uruguay, a lo largo de 8.000 kilómetros de conexiones.
Finalmente, Argentina, Brasil y Venezuela se comprometieron a "fomentar inversiones conjuntas en Bolivia", el país más pobre de América del Sur, a fin de "favorecer su desarrollo integral".
La cita había sido convocada por Lula, preocupado por la decisión boliviana de nacionalizar los hidrocarburos y el efecto que la medida pudiera tener en el consorcio estatal brasileño Petrobrás, el principal inversor extranjero en el sector energético de Bolivia.
Morales firmó el lunes un decreto que obliga a las empresas extranjeras que explotan hidrocarburos a entregar toda su producción a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, entre otras regulaciones.
La medida afecta también a la española-argentina Repsol-YPF y a la británica British Gas, entre otras corporaciones petroleras. Las empresas tienen 180 días para firmar nuevos contratos bajo las condiciones que fijen las nuevas reglamentaciones del gobierno de Morales.
Brasil es el principal cliente del gas que exporta Bolivia. Sesenta y siete por ciento del gas que consume la industria de la meridional zona industrial de Sao Paulo es boliviano.
Petrobras tenía el control de zonas de exploración, refinerías, gasolineras y un gasoducto que conectaba al país con Brasil.
Cada día Brasil importa entre 25 y 30 millones de metros cúbicos de gas de Bolivia a un precio inferior al de mercado. Ahora Petrobras deberá firmar un nuevo contrato de suministro a un precio superior. Los presidentes evitaron hablar de valores, pero admitieron que en la reunión "se garantizó el suministro" del fluido.
El clima final de la cumbre contrastó con el anuncio realizado en la víspera por el presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli. El brasileño advirtió que la firma se abstendría de realizar nuevas inversiones en Bolivia, rechazaría un aumento de precios y apelaría a tribunales internacionales contra la nacionalización.
Antes de participar de la reunión de presidentes, Morales consideró el anuncio de la empresa brasileña como "un chantaje".
Kirchner asistió a la cumbre pues su país también necesita del gas boliviano, aunque su grado de dependencia es menor al brasileño. Argentina compra unos cinco millones de metros cúbicos de gas por día —cuatro por ciento de su consumo— a un precio que también es subsidiado por Bolivia y que Morales proyecta aumentar.
En la rueda de prensa, Kirchner dijo que Argentina "respeta y saluda la decisión soberana adoptada por Bolivia" en relación a sus hidrocarburos. Lo mismo señaló Lula. El más efusivo fue Chávez, quien resaltó que Morales "cumplió con el mandato del pueblo boliviano" al nacionalizar el petróleo y el gas.
El presidente de Bolivia agradeció la solidaridad de sus vecinos y aseguró que la reunión serviría para "fortalecer a los sectores más abandonados" de su país. Morales destacó el diálogo "sincero, honesto y responsable" que se produjo entre los presidentes en la cumbre y confió en que la cita "resuelva susceptibilidades".
Lula reconoció el derecho soberano de Bolivia a decidir sobre sus recursos naturales y confió en resolver los temas pendientes en un marco bilateral.
"Siempre estará mi disposición a trabajar juntos con Bolivia para contribuir a su desarrollo", afirmó, y convidó a Morales a presentar proyectos prioritarios en los que los países vecinos puedan invertir "para mejorar la calidad de vida de su gente".
Pero Lula dejó en claro que Petrobras "es una empresa independiente que invertirá donde tenga posibilidad y donde le convenga". "Petrobras tiene autonomía para invertir en otros países y lo hará donde tenga posibilidad, eso vale para cualquier empresa", sostuvo.
A pesar de la crisis que vive el Mercado Común del Sur, Mercosur, con reclamos de Uruguay y Paraguay por la hegemonía de Argentina y Brasil, Lula destacó la importancia de mostrar un bloque regional unido ante los foros internacionales. "Muchas veces lo que parece un desencuentro es la consolidación de un proceso democrático", opinó.
Chávez remarcó el afianzamiento del proyecto del gasoducto que atraviese América del Sur, y subrayó que la cumbre "es un golpe al mentón a los que juegan a la desunión" de la región. "No hay otra posibilidad para sacar a nuestros pueblos del atraso que estar unidos", finalizó.
El 19 de abril, Paraguay y Uruguay protestaron en Asunción contra los planes energéticos arreglados por los socios mayores sin consultarlos y pactaron con Bolivia un proyecto para el suministro de gas natural boliviano a sus territorios.
Este jueves, Paraguay y Uruguay volvieron a estar ausentes. Esta semana partieron duras críticas desde Montevideo al funcionamiento del Mercosur.
Significativamente, mientras se desarrollaba la cumbre de Puerto Iguazú, el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez anunciaba desde Washington, y junto a su par George W. Bush, el inicio de negociaciones para un amplio acuerdo comercial con Estados Unidos.