INDONESIA: Tradición o pornografía

Un proyecto de ley contra la pornografía despierta resistencias en Indonesia, especialmente en las islas de Java y Bali, porque podría impedir la exhibición de manifestaciones culturales tradicionales.

La iniciativa fue presentada por organizaciones islámicas conservadoras que aseguran no estar motivadas por la imposición de sus opiniones religiosas.

El proyecto, redactado un año después de la caída del dictador Alí Suharto en 1999, volvió para su consideración en el parlamento en febrero. Se prevé que la versión definitiva estará elaborada en junio.

El presidente de la comisión de la Cámara de Representantes a cargo de analizar el proyecto, Balkan Kaplale, dijo el mes pasado a la revista Tempo que el texto cuenta con el aval de 85 por ciento de las 167 organizaciones y figuras públicas consultadas.

"¿Por qué el resto no se ajusta a la mayoría?", se preguntó Kaplale, ex director de escuela.

Personalidades destacadas de la sociedad indonesia dijeron que el debate no debería adquirir un cariz religioso.

"Este proyecto es muy importante, pues, al concentrarse en la distribución, evita que la pornografía llegue al público. También regula los componentes pornográficos en la comunicación", dijo a IPS Ade Armando, miembro de la Comisión Indonesia de Difusión (KPI), organismo regulador de los medios electrónicos.

La iniciativa no debería verse sólo como una cuestión moral que separe a musulmanes de no musulmanes, sostuvo, por su parte, Ignatius Haryanto, fundador del Instituto de Estudios de Prensa y Desarrollo.

La discusión debe centrarse en "cómo proteger la rica y llamativa cultura indonesia" y no en la shariá, o ley islámica, sostuvo Haryanto.

Indonesia alberga la mayor comunidad musulmana del mundo. Ochenta y ocho por ciento de sus 242 millones de habitantes profesan el Islam. Pero sus tradiciones contienen fuertes rasgos hindúes y budistas, religiones que predominaron en el archipiélago antes de la llegada de los primeros musulmanes desde el occidente de Asia.

Los artistas, que encabezan la oposición al proyecto, temen que ricas y coloridas expresiones artísticas se desvanezcan si el proyecto contra la pornografía se aprueba en su actual formulación.

Los bailarines se oponen a la norma porque impediría la exhibición de tayub, ledek, y lengger, danzas tradicionales aún practicadas en el centro de Java, pues muchos consideran que su coreografía es sensual e incita a la lujuria, sostuvo en marzo el organizador de una protesta de artistas contra la iniciativa, Mugiono Kasido.

Diversos sectores políticos y sociales de la turística isla de Bali, donde predomina el hinduismo, amenazaron con promover la secesión de Indonesia si la iniciativa se vuelve en su actual versión obligatoria en su territorio.

El gobernador de Bali, Dewa Beratha, dijo a la revista Tempo que "todos los sectores de nuestra sociedad rechazan el proyecto porque no se ajusta con la filosofía predominante en la isla".

A menudo los indonesios se describen como 'musulmanes seculares' o liberales, que rechazan la imposición de la ley islámica a quienes profesan otras religiones.

Esta actitud se refleja en el creciente número de intelectuales musulmanes, tanto mujeres como hombres, que participan en el debate.

La asociación Salimah, integrada por mujeres profesionales, deliberó durante un día entero a fines de marzo para elaborar su respuesta al al proyecto de ley.

La portavoz de Salimah, Inke Maris, ex presentadora de televisión y actual consultora privada, dijo a IPS que el proyecto impediría el uso de determinados atuendos tradicionales, así como rituales y prácticas de minorías étnicas y religiosas.

"El proyecto debe ser revisado porque sus definiciones de actos sensuales y eróticos no son suficientemente claros y quedan sujetas a interpretaciones subjetivas", argumentó.

Pero Salimah apoya el proyecto, en términos generales, pues lo considera necesario para proteger de la industria pornográfica a niños, niñas y mujeres.

"Se puede comprar pornografía barata en la calle. Se consiguen cinco discos compactos de vídeo pornográfico por poco más de un dólar. Cualquiera puede comprarlos, incluso los niños", señaló Maris.

De todas formas "es importante acotar las definiciones en el texto de la ley para impedir la explotación sexual con fines comerciales".

Se prevé que la revista estadounidense Playboy, conocida por sus fotografías de mujeres desnudas, edite una versión indonesia en abril, pero hay publicaciones locales cuyo contenido es mucho más subido de tono.

La KPI pidió a los padres que controlen los hábitos televisivos de sus hijos, pues la programación de la televisión nacional incluye contenidos a los que considera pornográficos.

Wahyutama, dirigente del Comité Di No a la Pornografía, dijo a IPS que su organización realizó visitas a centros de enseñanza secundaria de todo el país para recomendar a los jóvenes cómo manejarse respecto de la pornografía.

"La mayoría de los activistas contrarios a la pornografía son musulmanes. Pero no es un problema únicamente musulmán: es moral y social. No hay que verlo sólo desde la perspectiva religiosa, sino como un problema social. Debemos controlar la disponibilidad de este tipo de materiales", agregó Wahyutama.

Amidhan, presidente del Consejo Indonesio de Ulemas (clérigos musulmanes), considera que el proyecto es necesario porque la población ya no cree que la pornografía sea tabú.

Además, consideró, debe establecerse una norma para filtrar el impacto de la globalización en las culturas e identidades locales.

"La libertad de prensa no tiene nada que ver con la pornografía, pero se ha vuelto difícil diferenciar entre las revistas periodísticas, que ofrecen información, y las publicaciones pornográficas", añadió Amidhan. (

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