ESPAÑA: La primera crisis del gobierno de Zapatero

– Por primera vez en dos años de gestión, el gobierno español que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero ha sufrido una crisis que algunos interpretan como una remodelación necesaria ante la etapa política inaugurada con el alto el fuego permanente declarado por el grupo terrorista vasco ETA.

Los cambios en el gobierno comprenden el reemplazo del ministro de Defensa, José Bono, por el hasta ahora ministro del Interior, José Antonio Alonso, y éste, a su vez, será suplantado por Alfredo Pérez Rubalcaba, quien actuaba como portavoz del grupo parlamentario socialista. Además, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo asumirá el Ministerio de Educación y Ciencia en lugar de quien era su titular, María Jesús San Segundo.

El inesperado anuncio fue formulado por Zapatero en una comparecencia ante los medios de comunicación poco antes de que comenzara el habitual Consejo de Ministros de los viernes.

Tanto el jefe del Poder Ejecutivo como el propio Bono resaltaron los motivos personales y no políticos que motivaban el alejamiento de éste.

"Hace tiempo que José Bono me había trasladado su deseo de ser relevado de su puesto, una vez aprobados la Ley de Tropas y Marinería y el decreto de reforma de las Fuerzas Armadas" que ocurrió esta semana, afirmó Zapatero

"Como presidente, pero más como amigo comprendo su decisión personal, y trabajaré para que su retirada de la política no sea definitiva sino temporal. Si fuera sólo por mí, continuaría en el gobierno", dijo Zapatero.

También Bono hizo hincapié en que jamás había tenido un roce con Zapatero y en que éste era ante todo "una muy buena persona", y agradeció el respeto y el afecto que siempre le había brindado. Reiteró que el motivo central de su retiro del gobierno (y, al parecer, de la política activa) era el deseo de dedicar más tiempo a su familia.

Sin embargo, es notoria la discrepancia del ex ministro de Defensa con el nuevo Estatuto de Cataluña y con la definición de ésta como una nación, que manifestó públicamente en numerosas oportunidades, así como su preocupación por la unidad de España, punto éste en que aparece próximo a las posiciones del opositor Partido Popular (PP) y a los sentimientos detectados en algunos círculos militares.

Moderado, pragmático, católico practicante formado en el cristianismo progresista, uno de los líderes indiscutidos del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha durante más de 20 años (triunfó siempre en las elecciones autonómicas por mayoría absoluta), Bono perdió por pocos votos la presidencia de su partido ante Rodríguez Zapatero en las primarias de 2000.

No obstante, fue luego un leal colaborador desde el Ministerio de Defensa, donde implementó decisiones tan trascendentes como la retirada de las tropas españolas de Iraq.

Por su parte, Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los más brillantes políticos socialistas, a quien se atribuye haber urdido en la sombra las negociaciones con ETA, parece ser el hombre indicado para pilotar el día a día del proceso de paz en España.

El grupo separatista ETA puso en práctica el 24 de marzo "un alto el fuego permanente" con el propósito de "impulsar un proceso democrático" en el País Vasco.

Son conocidas las dotes de Pérez Rubalcaba, de las que dio sólidas pruebas en su labor parlamentaria. Tanto él como Antonio Alonso, el nuevo ministro de Defensa, son hombres de la más estrecha confianza del jefe del Ejecutivo.

Bronco y poco conciliador se mostró el presidente del conservador PP, Mariano Rajoy, al comentar los cambios en el gobierno. Caracterizó como "una mala noticia" el alejamiento de Bono y el ingreso de Pérez Rubalcaba al gobierno, de quien dijo "tiene puntos oscuros en su biografía" y que "no es una persona de la que el Partido Popular se fíe".

En cambio elogió al ex ministro de Defensa, porque "defendía determinadas posiciones que eran las mismas del PP, y también las de algunos importantes dirigentes del PSOE". Estas últimas no se han manifestado públicamente.

El PP atribuyó a Pérez Rubalcaba el haber sido el "cerebro de la conspiración" que, mediante "la utilización política del atentado terrorista del 11 de marzo" de 2004 —en las cercanías de la madrileña estación de Atocha, donde murieron 191 personas y 1.400 resultaron heridas—, llevó al triunfo electoral del 14 de marzo al PSOE.

Consultado por IPS, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, expresó que "lamentablemente, Rajoy ha perdido otra oportunidad de mostrarse moderado".

En cuanto a la saliente ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, que deja el cargo al otro día de aprobarse en el Congreso de los Diputados la nueva Ley Orgánica de Educación (la sexta reforma educativa desde el advenimiento de la democracia), había acumulado ingentes críticas.

No sólo de la oposición encarnada por el PP procedían las críticas a la ministra saliente, sino de propias filas socialistas que le reconocían su gran capacidad académica —es una experta en economía de la educación—, pero le achacaban inexperiencia política.

Su reemplazante, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo —sobrina del ex presidente del gobierno Leopoldo Calvo Sotelo—, es diputada socialista y posee una fecunda trayectoria en la Universidad Complutense de Madrid, donde fue directora del Departamento de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y catedrática.

La remodelación del gobierno de Zapatero dejó en segundo plano una importante resolución del Consejo de Ministros: la disolución del Ayuntamiento de Marbella —lujosa ciudad balnearia en el sur del país, sobre la costa de Andalucía— a causa de su implicación en una gigantesca trama de corrupción urbanística. Es la primera vez en la historia de España que se adopta una decisión de este tipo.

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