El proceso de paz con ETA avanza, pese a que el gobierno español niega que la negociación formal haya comenzado, pues para que ello ocurra, señala, el grupo terrorista primero tiene que dar un adiós definitivo a las armas.
El sacerdote norirlandés Alec Reid, mediador informal en los contactos entre el socialismo gobernante y Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad en lengua vasca), se mostró convencido de que el partido oficialista buscará la forma que permita participar en las negociaciones formales a Batasuna, el brazo político de la agrupación armada.
Al comenzar su conferencia en el Foro de la Nueva Sociedad, ante un centenar de empresarios, funcionarios públicos y periodistas reunidos este lunes en Madrid, Reid dijo que, a su entender, el "alto el fuego permanente" asumido por ETA desde el 24 de marzo no es "una tregua trampa", como las que dispuso en ocasiones anteriores.
El clérigo católico, quien fue una pieza clave en el proceso de paz en Irlanda del Norte, entiende que "la banda (ETA) está preparada para dejar las armas".
Sobre ese probable abandono de la violencia se pronunció también este lunes el propio jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en una larga entrevista exclusiva otorgada al diario madrileño El Mundo.
Para Zapatero, es un error situar el abandono de las armas como elemento de referencia, porque "se pueden entregar unas y luego comprar otras".
"Lo esencial no es acabar con las armas, sino con la voluntad de usarlas", puntualizó.
En ese mismo sentido, Reid señaló que, según las informaciones recibidas por él de los partidos políticos del País Vasco, sacó la conclusión de que éstos tienen previsto llegar a un acuerdo en junio. También cree que convocarán para septiembre una mesa de diálogo en la que estén representados todos los sectores.
El problema está en la participación o no de Batasuna, el partido ilegalizado por decisión de la justicia, que lo consideró culpable de incitación al terrorismo.
Pero ese cargo podría ser levantado si Batasuna condenara expresamente la violencia etarra, tras lo cual volvería a ser una agrupación política con todos sus derechos y deberes.
Un atajo que favorecería la legalización de Batasuna sería que ETA anunciase, como se espera, su abandono definitivo de la violencia.
Reid va más allá, porque, tomando como referencia lo ocurrido en Irlanda del Norte, cree que todos los implicados deben participar en las negociaciones. Ello lleva a incluir en el proceso a Batasuna, pues "no puede haber conversaciones de paz sin ellos", sentenció.
A este respecto se destaca una situación particular en estos días, que es el procesamiento del líder de Batasuna, Arnaldo Otegui, y la frase pública de Zapatero, indicando que este dirigente vasco "ha hecho un discurso por la paz y abre una etapa distinta en Euskadi (País Vasco)".
Otegui tiene cinco causas judiciales abiertas en su contra con acusaciones de apoyo al terrorismo, cuyas posibles sentencias se sumarían a otras dos, una por haber participado en 1979 en el secuestro de un empresario y la segunda por injuriar al Rey de España, al haberlo calificado de "jefe de los torturadores".
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dijo a IPS que Zapatero sólo "comprobó una evidencia", ya que, afirmó, Otegui hizo "una apuesta clara por la paz". Luego añadió que "la gente tiene derecho a haberse equivocado en el pasado e, incluso, renunciar al mismo".
Por ello, "considerando que Otegui es un referente claro del nacionalismo vasco de izquierda", Blanco espera que este dirigente renuncie a su pasado, a la violencia, y que incluso pida disculpas por haber practicado terrorismo y apoyado a ETA.
En todo caso, Blanco recordó que Zapatero respetará totalmente la resolución del Parlamento, de junio de 2005, por la cual se lo autorizó a negociar con ETA con la condición expresa de que se realizase mediante "los poderes competentes del Estado" y que fuese precedida por la evidencia de "una clara voluntad" etarra de renunciar a la violencia.
Un compromiso, este último, que Zapatero y sus ministros repiten cada vez que se les presenta la oportunidad.
Reid aclaró aún más la ruta que llevará la negociación formal.
Como ETA, según afirmó, no quiere formar parte de la mesa de partidos ni participar en el debate político, para que ese ámbito funcione es necesario legalizar Batasuna y con ello permitirle intervenir en la negociación "aunque siga existiendo ETA", explicó el sacerdote irlandés.
En ese cuadro también tienen relevancia las palabras del presidente del gobierno Autónomo Vasco, el nacionalista Juan José Ibarretxe, quien sostuvo el domingo, durante los festejos del Día de la Patria Vasca, que la desaparición de la violencia es segura.
También dijo que, tras la "verificación ética" del alto el fuego permanente de ETA por el gobierno central, "llegará la verificación democrática" del proceso político por la sociedad vasca, "artífice de la paz", a la que se llegará "debatiendo, negociando y alcanzando acuerdos entre los partidos políticos".