Los traficantes de personas hacen un jugoso negocio con emigrantes cubanos en México, en cuyas costas caribeñas, sólo entre septiembre y febrero, fueron detenidos 1.243 de ellos y un número indeterminado logró escabullirse para seguir hacia Estados Unidos.
Las evidencias del tráfico, que ya derivó en juicios contra sus presuntos responsables en México y Cuba, son otra fuente de tensión en las maltrechas relaciones entre los dos países.
Por pagos que van de 3.000 a 7.000 dólares e incluso más, los traficantes recogen a cubanos en su país o en alta mar para trasladarlos sin la documentación requerida a distintos lugares del sudoriental estado mexicano de Quintana Roo. Luego retoman el viaje en barco o los ingresan al país para seguir por tierra, en ambos casos rumbo a Estados Unidos.
La Fiscalía de Cuba pidió el miércoles 10 años de prisión para tres mexicanos acusados de traficar personas, que fueron detenidos en mayo de 2005 en el litoral de esa isla.
Los detenidos, que se declaran simples pescadores y a quienes el gobierno de México paga un bufete de abogados para su defensa, sostienen que las acusaciones son infundadas y que fueron apresados cuando su embarcación se averió y quedó a la deriva.
Se espera que las autoridades judiciales cubanas emitan su veredicto sobre el caso en un lapso que va de tres días a ocho semanas.
El gobierno mexicano de Vicente Fox, que pidió a Cuba un trato adecuado para los detenidos a través de varias notas diplomáticas enviadas en los últimos meses, informó que sigue la causa contra los tres imputados en extrema cercanía para evitar cualquier injusticia.
Por su parte, el mandatario cubano, Fidel Castro, denunció en agosto la existencia de una red de traficantes de personas que opera entre su país y Estados Unidos, a través de México. Afirmó, además, que esa actividad ilegal es tolerada por autoridades de ambos países de América del Norte.
México, con 3.200 kilómetros de frontera con Estados Unidos por la que cruzan de forma ilegal miles de personas cada año, rechaza la acusación y sostiene que combate con toda energía a los traficantes de humanos.
Desde que el conservador Fox asumió el gobierno de seis años en diciembre de 2000, tuvo agrios enfrentamientos con la isla de régimen socialista.
En 2004, Fox acusó a La Habana de injerencias y bajó a nivel mínimo su relación diplomática, luego de varios desencuentros, que contrastaron con las fluidas relaciones mantenidas por sus antecesores del Partido Revolucionario Institucional con Castro.
Pedro Ramírez, delegado de la Procuraduría (fiscalía) General en Quintana Roo, donde se ubica el famoso balneario de Cancún, dijo el martes que la llegada de balseros (inmigrantes en embarcaciones precarias) cubanos a las costas de este estado "se está convirtiendo en una constante".
El funcionario explicó que no todos los cubanos que arriban parecen ser náufragos que, en su intento por llegar a Estados Unidos, se desviaron a México, pues son encontrados sin rastros de deshidratación o de haber estado a la deriva. Agregó que eso probaría que son traídos por traficantes de personas.
Sin embargo, también hay evidencia de que muchos llegan por accidente, pues en numerosas ocasiones han sido rescatados en alta mar en pequeñas embarcaciones y en pésimo estado de salud.
En uno de esos últimos episodios, el 4 de abril, la Armada mexicana informó que detuvo a 24 cubanos que habían arribado en dos precarias embarcaciones a las playas de Isla Mujeres, cerca de Cancún.
La Procuraduría, con base en datos del estatal Instituto Nacional de Migración, informó que fueron detenidos 1.243 cubanos entre septiembre del año pasado y febrero en las costas caribeñas de México.
"Todo indica que, fuera de los cubanos que llegan a México por accidente, también hay redes de traficantes que los traen a pedido, pues de otra forma no se explica que lleguen en tan buenas condiciones físicas y en tal alto número", indicó a IPS Sam Gómez, un experto en temas de migraciones.
La Agencia Federal de Investigaciones detuvo en junio de 2005 a varias personas en Quintana Roo, entre ellas algunos cubano-estadounidenses, al descubrir que traficaban con personas a través del mar Caribe.
Según las autoridades, esos detenidos lograron hacer ingresar a México a cientos de indocumentados cubanos entre 1998 y 2005.
El jefe de la Capitanía del Puerto en Quintana Roo, Víctor Martínez, aseguró que esos traficantes, que son enjuiciados en México, cobraban a los cubanos entre 3.000 y 5.000 dólares por arribar al país y hasta 7.000 o más por trasladarlos hasta Estados Unidos.
La salida de cubanos con destino a Estados Unidos es constante.
Según La Habana, se trata de un fenómeno alentado por Washington, pero desde allí se responde que todo se debe a la represión política y social que a su entender ejerce el gobierno socialista de Castro contra la población.
Washington promulgó en 1966 la llamada ley de Ajuste Cubano, que da al inmigrante de la isla que pise suelo estadounidense el derecho automático de optar por la residencia legal y de trabajar allí.
El gobierno de Castro, a su vez, sostiene que esa norma es violatoria de los acuerdos migratorios suscritos entre esos dos países en 1994 y 1995, que establecen, entre otros puntos, que los emigrantes cubanos interceptados en el mar deben ser devueltos a su país.
El Servicio de Guardacostas estadounidense comunicó que entre octubre de 2004 y septiembre de 2005 (período que se conoce en Estados Unido como año fiscal) interceptó en alta mar a 2.712 personas procedentes de Cuba, más del doble de las que fueron interceptados en igual periodo anterior. (