AMÉRICA LATINA-UE: Dudas sobre cumbre de mayo

Las organizaciones de la sociedad civil son escépticas respecto del resultado que pueda tener la conferencia de 58 jefes de gobierno y de Estado de la Unión Europa (UE), América Latina y el Caribe, que se celebrará el 12 de mayo en la capital austríaca.

Pero la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, ve con optimismo que esa cumbre dé nuevos bríos a las relaciones con América Latina y el Caribe.

"La Comisión propone dar un nuevo ímpetu a la asociación que actualmente enfrenta varios desafíos", expresa un documento oficial de la UE titulado "Una asociación más fuerte entre la Unión Europea y América Latina: Comunicación de la Comisión al Consejo y el Parlamento Europeo".

El Consejo Europeo, integrado por jefes de gobierno y de Estado, reafirmó "la importancia de la asociación estratégica de la UE con América Latina" y dio la bienvenida a la nota de la Comisión, que indica estar "determinada a fortalecer más la alianza en el interés mutuo de ambas regiones".

El Consejo subrayó el objetivo de la UE de "continuar cooperando de modo cercano con América Latina para promover nuestros valores e intereses comunes, y contribuir conjuntamente con la paz y la seguridad, la protección y promoción de los derechos humanos y el fortalecimiento de la participación ciudadana y la democracia".

Expresó, además en su declaración, que "la cohesión social, el desarrollo sustentable incluyendo la protección del ambiente y el fortalecimiento de la gobernanza ambiental en el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el apoyo a la integración regional y la estabilidad son objetivos clave de nuestra asociación estratégica con la región".

La comunicación de la Comisión Europea fue difundida por la presidencia temporal que ostenta Austria en el Tercer Foro Euro-Latinoamericano-Caribeño de la Sociedad Civil, realizado del jueves al sábado de la semana pasada en Viena.

El documento sirvió de base en el debate entre los participantes y es preparatorio de la próxima cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, la cuarta de una serie que fue lanzada en 1999 en Río de Janeiro y que continuó en 2002 en Madrid y en 2004 en la occidental ciudad mexicana de Guadalajara.

El objetivo de la Comisión Europea, según el documento, es "establecer una asociación potenciada a través de una red de acuerdos —incluyendo los de libre comercio— que involucran a todos los países de la región y tendientes a contribuir con la integración de la región como un todo".

Para la Cumbre UE-América Latina y el Caribe en Viena, "la Comisión considera que los temas cubiertos por la declaración de Guadalajara —cohesión social, integración regional, multilateralismo— siguen siendo importantes, pero necesitan ser desarrollados más en profundidad", dijo el documento.

También desea usar la cumbre de Viena para examinar si las negociaciones sobre el acuerdo de asociación entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur) pueden avanzar ahora hacia su conclusión.

El Mercosur es un bloque comercial integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, con Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela como países asociados. Se espera que Venezuela y Bolivia se conviertan en miembros plenos en un plazo breve.

La inminente cumbre también es vista como una oportunidad para evaluar el progreso de la integración regional en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), compuesta por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, así como con América Central, en base a las conclusiones y recomendaciones del grupo de trabajo que realizó la evaluación conjunta del documento.

Pero "no parece que este encuentro birregional sea una ocasión para un claro salto adelante en las relaciones", dijo en un Foro de la Sociedad Civil realizado el domingo Christian Freres, investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), de la Universidad de Madrid.

"La así llamada asociación estratégica probablemente todavía estará tan lejos como lo está hoy", dijo.

Freres agregó que "un indicador relevante de esto podría ser visto en las decisiones del acuerdo de asociación, herramientas clave para cualquier acuerdo birregional que aspire a más que sólo una relación basada en la retórica".

Los acuerdos de asociación están en efecto solamente con dos países de la región, Chile y México.

"Si la decisión es tomada en la cumbre para comenzar las negociaciones por los acuerdos de asociación con los países de América Central —un escenario posible, aunque las negociaciones con la CAN fueron postergadas nuevamente— no está claro cuál sería el efecto sobre las relaciones entre la UE y América Latina", apuntó Freres.

"El (posible) ingreso de Venezuela al Mercosur también contribuye con otro elemento de incertidumbre a las negociaciones de la UE", aclaró.

A diferencia de Europa, América Latina se caracteriza por una diversidad de agrupaciones sub-regionales.

Además del Mercosur y la CAN, está la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom), que reúne a Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago.

Además, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá componen el Sistema de Integración Centroamericana.

Según Mariano Valderrama León, alto consultante de la Organización SNV de Desarrollo de Holanda en Perú, esto explicaría en parte que "las relaciones entre la UE y América Latina estén en suspenso e intereses convergentes no hayan sido claramente identificados".

Luego de casi 15 años de relaciones políticas regionales institucionalizadas, "las relaciones entre las dos regiones parecen haber perdido su impulso y entusiasmo iniciales", dijo Valderrama León al foro de participantes.

"Por esta razón, es inevitable un cierto escepticismo con respecto a la propuesta formulada por la Comisión Europea delineando una estrategia para reafirmar la asociación entre la UE y América Latina".

La estrategia adhiere mayormente a las declaraciones generales y no establece bases reales para construir una asociación estratégica en el nuevo escenario internacional, sostuvo Valderrama León.

León también considera que falta coordinación entre los organismos de cooperación europea. "Hay una evidente falta de coherencia entre la cooperación de la Comisión Europea y la de los países miembro. En algunos casos, hay incluso una evidente necesidad de interacción entre los diferentes programas implementados por el mismo país donante".

Aunque los mecanismos de intercambio de información fueron establecidos entre los donantes europeos en algunos países y regiones de América Latina, incluso en algunas esferas donde la mayoría de los organismos de cooperación concentran su atención, tales como la creación de puestos de trabajo, el combate a la pobreza, la educación, la salud, la alimentación, el ambiente o la democracia.

"Esto bloquea la creación de sinergias y un uso más racional de los recursos, dado que cada cooperador y/o agencia le pone su propio sello a la cooperación", puntualizó.

"La reafirmación de la asociación estratégica entre la UE y América Latina debería ser guiada por la 'realpolitik'", señaló, agregando: "Sería sabio pensar en hacer las relaciones más sinceras, reemplazando las declaraciones de acuerdo por propuestas más pragmáticas y concretas".

El Foro de la Sociedad Civil no sólo evaluó la situación existente y discutió un posible resultado de la inminente cumbre, sino que también dio considerable atención al rol que podría jugar la sociedad civil.

Mientras se espera que el borrador de una declaración formal sea finalizada en Viena en los próximos días, en los debates hubo un amplio consenso en cuanto a que las organizaciones de la sociedad civil deben insistir en mejorar los canales de participación en el diálogo político entre Europa y América Latina, y en una mayor institucionalización.

La necesidad de esa institucionalización es puesta de relieve por el hecho de que una reunión separada de la sociedad civil organizada de la UE, América Latina y el Caribe tendrá lugar del 5 al 7 de este mes en Viena. Entre otros, participará Anne-Marie Sigmund, presidenta del Comité Económico y Social Europeo, y Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Relaciones Exteriores de la UE.

El Foro de la Sociedad Civil fue organizado por la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción, una red de organizaciones no gubernamentales latinoamericanas, con el respaldo financiero de organizaciones holandesas y alemanas, principalmente.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe