Irán podría ejecutar a siete prisioneros en represalia por eventuales sanciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra su plan de desarrollo nuclear, alertó la organización humanitaria Amnistía Internacional.
Autoridades iraníes habrían dicho a esos presos —quienes aseguran ser perseguidos políticos— que morirán si el Consejo de Seguridad aprueba las sanciones, dijo Kate Willingham, de Amnistía.
Los siete detenidos integran el grupo armado Pueblo Mujaidín de Irán (PMI), miembro mayoritario del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNRI), una alianza de grupos disidentes.
En agosto de 2002, el CNRI entregó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) documentos secretos con detalles sobre los programas nucleares de Teherán en las centrales ciudades de Natanz y Arak.
Los documentos fueron el primer indicio de que Irán trabajaba en un programa atómico secreto. Teherán asegura que su plan tiene objetivos puramente pacíficos, pero Estados Unidos y otras potencias de Occidente lo acusan de querer fabricar armas de destrucción masiva.
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El CNRI luego reveló que el gobierno iraní también trabajaba en un programa nuclear en la ciudad de Abe Ali, y que invirtió por lo menos 10.000 millones de dólares en planes atómicos durante los últimos 18 años.
En 2003, la AIEA confirmó la existencia de un programa de enriquecimiento de uranio en Irán.
Teherán, como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear, está autorizado a desarrollar energía atómica con fines pacíficos, pero sólo bajo supervisión de la AIEA.
Debido a que el gobierno iraní ocultó por casi dos décadas sus actividades, los estados miembros de la AIEA derivaron el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, que podría adoptar sanciones contra Irán.
"El gobierno iraní vincula al PMI con la controversia nuclear", señaló Willingham, la activista de Amnistía radicada en Londres y especializada en temas de Irán.
"En este contexto, algunos prisioneros del PMI denunciaron haber sido amenazados con la ejecución si el Consejo de Seguridad toma medidas contra el programa de desarrollo nuclear iraní", añadió.
La activista indicó que ninguno de estos prisioneros habría estado involucrado en el traspaso de documentación a la AIEA.
En febrero, Hojjat Zamani, un miembro del PMI acusado de haber colocado una bomba en la puerta de un tribunal revolucionario de Teherán en 1998, fue colgado en la prisión de Ghor Dasht, en las afueras de la capital.
Zamani fue acusado de "corrupción en la Tierra" y "enemistad con Dios", según los artículos 183, 186 y 187 del código penal iraní, a los que Amnistía considera "vagamente redactados". Según una declaración del PMI, Zamani fue también torturado en prisión.
Willingham señaló que, tras la ejecución de Zamani, otros prisioneros fueron amenazados con correr la misma suerte.
Amnistía cree que los detenidos en riesgo son Sa'id Masouri, quien ha estado en confinamiento solitario desde 2004, Khaled Hardani, Farhang Pour Mansouri y Shahram Pour Mansouri, todos involucrados en el secuestro de un avión en 2001.
También fueron amenazados Gholamhossein Kalbi, Valiollah Feyz Mahdavi y Alireza Karami Khairabadi.
De particular preocupación es el destino de Shahram Pour Mansouri, detenido cuando tenía 17 años. Según las leyes internacionales, de las que Teherán también es signatario, los menores de 18 años no pueden ser ejecutados.
Representantes occidentales en Teherán dijeron no estar al tanto de ninguna amenaza a prisioneros del PMI. Pero un diplomático europeo subrayó que, si Teherán los ejecuta en represalia por eventuales sanciones, Occidente "reaccionará con dureza".
Mientras, Amnistía indicó que las ejecuciones en Irán continúan a "un ritmo alarmante". Otros grupos de derechos humanos registraron 94 el año pasado, aunque la organización cree que el número es aun mayor. En lo que va de este año, 28 personas fueron ejecutadas.
Esta semana, el Consejo de Seguridad no logró un acuerdo sobre el contenido de una declaración contra Irán.
Los miembros occidentales del órgano, liderados por Francia y Gran Bretaña, pretendían detallar los incumplimientos iraníes de compromisos con la AIEA e instar a Teherán a que suspendiera toda actividad que pudiera ser aprovechada para desarrollar armas nucleares.
En cambio, China y Rusia preferían un documento más corto que simplemente subrayara el respaldo de la ONU a los pasos dados por la AIEA.
El canciller iraní, Manouchehr Mottaki, dijo el miércoles que la presión de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad para castigar a Teherán no tendría éxito. "La visión irracional estadounidense" no prevalecerá, afirmó.
Por su parte, el líder espiritual supremo de la Revolución Islámica iraní, el ayatolá Alí Jamenei, adelantó que Teherán "no aceptará ninguna resolución del Consejo de Seguridad".