Pakistán recibirá este sábado con cierta aprensión al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que acaba de sellar un importante acuerdo de cooperación nuclear con India, histórico rival en Asia meridional.
En Islamabad había también malestar por la decisión de Bush, que arribó a India el miércoles por la noche, de pasar sólo un día, el sábado, en Pakistán, supuesto "principal aliado de Estados Unidos en Asia" y en la "guerra contra el terrorismo" en la vecina Afganistán.
"Los pakistaníes de alguna manera ven el avance de la sociedad estratégica indo-estadounidense como algo negativo, a pesar de que Estados Unidos se esfuerza por explicar que es amigo de ambas partes, pese a que éstas lleven adelante su propia guerra fría", explicó a IPS el analista político Jafar Ahmad, de la Universidad de Karachi.
La tensión por la visita de Bush aumentó este jueves, cuando cuatro personas murieron, entre ellas un diplomático estadounidense, y otras 50 resultaron heridas en un atentado con coche bomba en la puerta del consulado de Estados Unidos en la meridional ciudad pakistaní de Karachi.
Esta ciudad portuaria es conocida como importante centro de operaciones de grupos extremistas islámicos. De hecho, el consulado ya había sido objeto de atentados en otras oportunidades.
[related_articles]
El mandatario estadounidense subrayó que los "terroristas" no le impedirían terminar su gira por Asia meridional y central en territorio pakistaní.
Antes de llegar a India, el presidente hizo una escala sorpresa en Afganistán, para reunirse con su par Hamid Karzai.
Bush cerró el miércoles en Nueva Delhi un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear con India, que calificó de "histórico", como parte de una iniciativa estratégica de asociación lanzada en julio pasado, cuando el primer ministro indio Manmohan Singh visitó Washington.
"Hasta donde puedo ver, no hay perspectivas de que Estados Unidos provea de reactores nucleares también a Pakistán o le reconozca estatus de potencia nuclear. Las posibilidades son cero", pese a los pedidos del presidente pakistaní Pervez Musharraf, sostuvo Ahmad.
El académico atribuyó el reciente alejamiento de Washington en sus relaciones con Islamabad a la polémica causada por el científico Abdul Qadeer Khan, el llamado "padre de la bomba atómica pakistaní", acusado de extender tecnología nuclear a varios países, entre ellos Irán.
"Los estadounidenses estaban enojados por las actividades de Khan, y el caso aún está lejos de cerrarse. Es posible que Bush haga alguna alusión al episodio mientras esté aquí", dijo Ahmad.
Aunque tanto India como Pakistán declararon poseer armas atómicas, el gobierno de Bush reconoce el limpio historial del primero, mientras que al segundo, desde el caso Khan, lo mira con recelo.
También se espera que Bush haga algunas declaraciones para "promover la democracia", ya que Pakistán se prepara para celebrar elecciones en 2007, y ejerza más presión en la "lucha contra el terrorismo" en Afganistán, sostuvo Ahmad.
Islamabad mostró intención de responder a esas presiones el miércoles, cuando el ejército anunció que "más de 45 combatientes (islámicos), en su mayoría extranjeros junto a colaboradores locales, habrían sido asesinados" durante una operación militar realizada al amanecer con helicópteros en la zona de Waziristán Norte, sobre la frontera afgana.
El analista en seguridad y ex militar pakistaní A.R. Siddiqui fue más optimista sobre la visita de Bush.
"En las relaciones de Pakistán con Estados Unidos, hay ciertas constantes. Está la persistente necesidad pakistaní de recibir ayuda militar. Los tiempos en que Islamabad no recibía ese respaldo son recordados como extraordinariamente duros", indicó.
"Siempre hay expectativa de que los estadounidenses brindarán más ayuda militar, aunque la actual visita pueda estar limitada a la venta de aviones F-16", dijo Siddiqui.
Islamabad siguió recibiendo asistencia estadounidense aun después de que trascendiera el caso Khan, a inicios de 2004.
Ese mismo año, Bush anunció un paquete de ayuda de 3.000 millones de dólares para Pakistán, y le otorgó el reconocimiento de "principal aliado extra-OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)", poniéndolo así a la par de países como Israel, con quien Washington siempre ha sido generoso en asistencia militar.
"Pakistán fue tomado por sorpresa por el cambio en las relaciones estratégicas entre India y Estados Unidos", señaló Siddiqui.
"Muchos aquí han señalado con aprensión que los estadounidenses están decididos a ayudar a India para que se convierta en una gran potencia mundial, reconocerla como un país de poderío atómico y concederle todos los privilegios en el Grupo de Proveedores Nucleares", formado en 1975 e integrado por 44 países, añadió.
Bush dijo el mes pasado que "le pediría a Pakistán que cierre los campamentos de entrenamiento para miembros del (movimiento islamista afgano) Talibán y otros terroristas, y que detenga a los máximos líderes de (la red terrorista) Al Qaeda, que según los afganos se ocultan en territorio pakistaní", subrayó el analista.
"Éste es hoy el principal interés concreto de Estados Unidos en Pakistán", añadió.
Uno de los posibles resultados positivos de la visita de Bush a Asia meridional es que mejoren las relaciones entre Nueva Delhi e Islamabad.
"Aunque no ha habido cambios concretos aún, tanto India como Pakistán profesan en forma simultánea amistad con Estados Unidos y así cooperan, de forma indirecta, mutuamente", señaló Ahmad.
"Mientras no amenacen con un conflicto nuclear, las diferencias entre India y Pakistán no preocupan mucho a los estadounidenses. En cambio, Islamabad siempre espera más de Washington en asuntos de su interés, como (el conflicto en la disputada región de) Cachemira", indicó.
Además, Pakistán quiere que Estados Unidos le conceda el mismo trato nuclear que a India, "pero las posibilidades de que eso ocurra son muy pocas", añadió.
Siddiqui indicó, en cambio, el temor de que Bush se dedique en su visita a pedir a Musharraf más compromiso en las operaciones en Afganistán, sobre todo luego de que Karzai acusó a Islamabad de "permitir al Talibán reagruparse y atacar objetivos afganos o de la OTAN".