Cuando faltan cuatro meses para las elecciones presidenciales en México, el izquierdista Andrés López Obrador mantiene una cómoda ventaja frente a sus contendientes, y las apuestas a su favor se multiplican, así como otras señales de su fortaleza.
En las elecciones de diputados y jefes de ayuntamientos realizadas el domingo en el estado de México, vecino a la capital, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), de López Obrador, obtuvo su mejor desempeño de la historia.
Según los resultados oficiales preliminares, el PRD, que en la última década fue la tercera fuerza en ese distrito, hoy pelea el primer lugar de las preferencias junto al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Cada una de esas dos colectividades obtuvo un tercio de los votos.
Detrás quedó el gobernante y conservador Partido Acción Nacional (PAN), otrora la segunda fuerza en el estado de México.
"Las elecciones de este domingo mostraron el arrastre de López Obrador, quien parece que será el próximo presidente de México a menos que pase algo extraordinario, lo que no es descartable", dijo a IPS el politólogo Oscar Juárez.
El izquierdista, que ofrece bajar las tarifas de electricidad y gasolina y disminuir el sueldo de todos los funcionarios del Estado, incluido el de presidente, lleva la delantera en todas las encuestas que miden las preferencias electorales de cara a las elecciones del 2 de julio.
Si hoy fueran las elecciones, 42 por ciento de los electores votarían por López Obrador, 32 por ciento por Felipe Calderón, del PAN, y 24 por ciento por Roberto Madrazo, del PRI, según un sondeo publicado este lunes por el diario El Universal.
El estudio, que según sus autores tiene un grado de certeza de 95 por ciento, se realizó con 1.500 entrevistas en viviendas.
El izquierdista de 52 años y ex militante del PRI tiene el apoyo de los pequeños partidos del Trabajo y Convergencia y se mantiene como líder en las preferencias desde hace más de dos años, cuando ocupaba la jefatura de del municipio de la capital mexicana.
Algunos analistas lo califican de populista y hasta lo han llegado a comparar con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero también hay otros que lo consideran un neoliberal que no tiene nada de izquierdista, como afirma el subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional asentado en el sureño estado de Chiapas.
López Obrador puede sentirse tranquilo, "pues avanza a paso firme hacia la elección presidencial", sostuvo Juárez de la Universidad de la Salle.
La fortaleza del candidato del PRD se refleja no sólo en la opinión de la mayoría de analistas, que ven muy difícil que Calderón y Madrazo le den alcance, sino también en la actitud de los apostadores.
En la Bolsa de Mercados de Predicción conocida como Intrade, un sistema de apuestas en la red de computadoras Internet, el candidato del PRD lleva la delantera por márgenes amplios.
Para participar en esa bolsa, los interesados adquieren un contrato por dinero y lo negocian según su percepción o lo mantienen hasta el final (en el caso de las elecciones de México hasta el 1 de julio). Si el candidato escogido triunfa, se llevan las ganancias derivadas de la cantidad de contratos y los montos apostados.
"En la medida en que mucha gente apueste, este mecanismo (la Bolsa de Mercados de Predicción)" podría indicar quién será el ganador el 2 de julio, señaló el politólogo Leo Zuckermann, del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
En el sitio de Intrade, donde se apostaron resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se ofertan también ahora contratos sobre preferencias electorales para la selección de candidatos de los partidos Republicano y Demócrata de ese país con miras a los comicios presidenciales de 2008.
"En los próximos meses veremos cómo se desarrolla el mercado de predicción de las elecciones mexicanas. Si se cierra o se mantiene tan abierto como ahora, en que se pronostica una victoria sin problemas para López Obrador", dijo Zuckermann.
Pero los contendores del izquierdista no se desaniman. El oficialista Calderón anunció que en los próximos días presentaría una cambio radical en su estrategia de campaña, mientras Madrazo, del PRI, aseguró que su triunfo estaba en construcción.
El único que aún podría tener alguna chance de ganar es Calderón, pero "será muy difícil", apuntó Juárez.
Desde febrero, los partidos negocian la realización de uno o varios debates entre los candidatos, pero hasta la fecha no definen cuántos ni cuándo se celebrarían.
Mientras Calderón y Madrazo sugieren de dos a cuatro debates, López Obrador pide sólo uno e incluso advierte que podría no ir a ninguno, pues afirma que para ese encuentro sus contrincantes le preparan "una celada".
Hace un año, López Obrador se declaró dispuesto a debatir 10 veces con sus contrincantes. Pero ahora que lleva "todas las de ganar", no quiere arriesgar nada, dijo Juárez.